Elecciones Catalanas

14-F

Alejandro Fernández (PP): «El PSC, hoy por hoy, no está en el bloque constitucional»

Rechaza que el PP apoye a Salvador Illa porque asegura que está en una «alianza estratégica» con ERC

Alejandro Fernández (Tarragona, 1976), será el candidato del Partido Popular a las elecciones catalanas del 14 de febrero 2021
Alejandro Fernández (Tarragona, 1976), será el candidato del Partido Popular a las elecciones catalanas del 14 de febrero 2021Miquel GonzálezMiquel González / Shooting

Tras dos años al frente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández (Tarragona, 1976) ha conseguido situar al partido en pista de despegue y las encuestas prevén un crecimiento el 14-F. Fernández, que rehúye hablar el “politiqués” (“hablar en tono plano y sin decir nada interesante durante horas seguidas”, según lo define), se ha erigido en una de las voces más respetadas del bloque no independentista.

La primera pregunta es ineludible. ¿Teme que le afecte las confesiones de Bárcenas?

Estoy convencido de que, más allá de la repercusión mediática y de que tampoco es casualidad que una filtración de esta naturaleza surja en medio de la campaña electoral, la gente sabrá diferenciar lo que es el pasado de lo que es el presente y lo que va a seguir siendo el futuro. Eso al final en las urnas se podrá comprobar.

¿Qué expectativas tiene de cara al 14F?

Nosotros hemos tenido siempre la expectativa y el objetivo de crecer, teniendo en cuenta que veníamos de una situación en que no parábamos de perder apoyo político.

Le estaban recuperando terreno a Cs, pero aparece Vox.

Yo creo que, evidentemente, los movimientos nacional-populistas, como ha pasado en muchos casos en toda Europa, con propuestas de tipo populista pueden convencer a la gente en ciertos momentos. Se ha demostrado que cuando equivalentes de Vox en Europa, como Nigel Farage, Le Pen o Salvini han tenido cuota de influencia, en esos países les ha ido muy mal. Ha habido inestabilidad y ha habido problemas. Me gustaría que la gente reflexionara eso y que comparara a esos líderes con Angela Merkel, que es el Partido Popular Europeo.

Cree que las propuestas populistas pueden convencer a la gente en ciertos momentos. Es decir, ¿considera que Vox es pasajero?

Un poco lo que pasó con Podemos. Al final, el PP acaba siendo la única alternativa real tanto al socialismo como al nacionalismo, aunque es verdad que en los últimos años han aparecido otros movimientos políticos. Al final, el PP es el que da fiabilidad, da estabilidad y es el que hace que las sociedades prosperen.

¿Cómo se compite frente a Vox y su discurso? En esta campaña, de momento, no están entrado excesivamente al cuerpo a cuerpo.

Muchas veces nos hemos encontrado en Cataluña que Torra y su equipo que llamaban traidores, botiflers y cobardes a todo el que no pensaba como ellos. Esa es la peor cara del nacionalismo. No vamos a poder competir con ese discurso si queremos derrotar al nacionalismo con otro tipo de nacionalismo que usa los mismos términos: llama cobarde y traidor a todo el que no piensa como ellos. Tenemos que mantenernos firmes en nuestras ideas, fieles a los principios liberales que rigen nuestro partido, a nuestro proyecto para España y para Europa y tener la perseverancia para hacerlo y la paciencia cuando toque.

¿Cree que Casado hizo bien al romper con Abascal en la moción de censura?

Aquella moción de censura nunca se planteó contra Pedro Sánchez, se planteó contra Pablo Casado. Por tanto, hizo bien Pablo Casado en descubrir cuál era la verdadera estrategia de Vox, que, por cierto, acabó devolviéndole el favor a Pedro Sánchez votando con ellos regalarle los fondos europeos para que él los reparta como le venga en gana.

¿Cree que la abstención puede perjudicar más a su partido?

Yo hago un llamamiento a que la gente vote como va a comprar el pan o cualquier actividad permitida. Voy a ir votar con mi familia porque creo que es seguro, manteniendo las distancias. Y lo que quiero para mi familia es lo que quiero para cualquier otro ciudadano. Si no vamos a votar, los separatistas sí van a hacerlo. No sería bueno que terminen decidiendo ellos por nosotros por no haber ido a votar.

Casado se ha volcado con Cataluña. ¿Cree que surtirá efecto?

Creo que estamos hablando de un proyecto a medio y largo plazo en el que Pablo Casado, evidentemente, va a ser el próximo presidente de España después de Pedro Sánchez. Y está muy bien que tenga un conocimiento profundo de una Cataluña en la que efectivamente hemos tenido un ciclo electoral. Él es consciente de eso y, por lo tanto, de ahí viene su presencia en Cataluña para tener un conocimiento de primera mano de esta tierra.

¿Cómo se reconquista al electorado?

Con paciencia y poco a poco. No hay milagros. Cuando partes de una situación como la nuestra, que es muy mala, la única manera es paciencia, perseverancia, explicar con pedagogía tu proyecto político y recordar y demostrar que allí donde gobierna el PP las cosas mejoran.

Rechazan, de entrada, la investidura de Illa, ¿podría cambiar de parecer si hay una negociación por medio y se aceptan exigencias?

Son escenarios hipotéticos y, por desgracia, el PSC no está con el constitucionalismo. Lo estuvo en algún momento en los días 6 y 7 de septiembre de 2017, pero ahora está en una alianza estratégica con Esquerra. De ahí viene que, mientras no se demuestre lo contrario, el PSC, hoy por hoy, no está en el bloque constitucional. No me gusta valorar hipótesis, me gusta valorar la realidad.

¿Qué propone para solucionar la situación política en Cataluña?

Nosotros siempre proponemos recuperar el espíritu de la Transición, que es diálogo desde la Ley y con toda la Ley. Creemos que se debe superar el proceso separatista, pero no con impunidad, ni con amnistías ni con autodeterminación que son ilegales, sino desde la Ley. Evidentemente, si se tiene que dialogar, se dialoga, como se hizo en la Transición, desde la Ley y pactando la Ley. Eso se ha demostrado que funciona. Las fórmulas mágicas, los atajos, las ilegalidades inconstitucionales como método para arreglar la situación solo hacen que agravarla.

El indulto, en este sentido, es un mecanismo constitucional. ¿Permitiría solucionar la situación?

El problema que hay es que yo no he visto en la historia de la humanidad que se le diera el indulto a alguien que dice que va a cometer el mismo delito que le llevó a prisión. No valoro hipótesis, ese es el escenario actual. Darle un indulto a alguien que dice que va a volver a cometer el mismo delito no lo he visto en mi vida.

¿Cuáles son los pilares de su programa electoral?

La recuperación de la estabilidad institucional; la recuperación económica con un plan de rescate, de bajada de impuestos, de dinamización de los sectores más afectados (ocio, turismo, comercio, restauración, deporte); recuperar el respeto a la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos; y, la lucha con instrumento legales, que los hay, contra la okupación ilegal y la delincuencia que, por desgracia, Cataluña lidera ahora todos los rankings en ambas cosas.

TV3 se ha convertido en una controversia recurrente. ¿Qué cree que se tiene que hacer?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que nosotros estamos en la Unión Europea y no podemos ser populistas. Por lo tanto, lo que tenemos que aspirar es que en Cataluña haya normalidad. Es decir, que haya un gobierno que garantice que los medios de comunicación públicos sean neutrales y al servicio de la ciudadanía como en las autonomías donde gobierna el PP. Ese es el gran objetivo. Por eso queremos un cambio en Cataluña y no lanzar mensajes populistas que al final nunca llevan a cabo quienes los lanzan. ¿Usted cree que la Unión Europea aceptaría en un espacio de libertades el cierre de TV3?

La educación también genera mucha polémica en la política catalana. ¿Qué plantea?

Hay que reforzar la Alta Inspección educativa del Estado, que es algo que está en el cajón y que hay que hacer porque no se ha hecho históricamente para garantizar el cumplimiento de las sentencias judiciales en materia lingüística y el cumplimiento de los contenidos globales para todo el sistema educativo español.

¿Cómo se recupera el liderazgo económico en Cataluña?

Pues pensando por qué se perdió y por qué se fueron 7.000 empresas. Para recuperar el liderazgo hay que recuperar la estabilidad política institucional, ser capaces de dar seguridad jurídica a las empresas y bajar los impuestos para crear un espacio atractivo.

También ha puesto el foco en el crecimiento de la administración pública de la Generalitat.

Evidentemente, nosotros hay un montón de estructuras de la Generalitat de difusión del separatismo que no dan ningún servicio a la ciudadanía que suprimiríamos y que usaríamos esos recursos para las prioridades ahora mismo: salud y economía.