Pobreza

La pandemia duplica los hogares sin ingresos, pero también la solidaridad individual

Cáritas ha lanzado una campaña para agradecer el apoyo de las 7.500 personas, el doble que el año anterior, y las 429 empresas, casi un centenar más que en 2019, que el año pasado hicieron un donativo a la entidad. Tres de cada diez donantes lo hicieron por primera vez.

Cáritas agradece la solidaridad individual pero advierte que son necesarias políticas públicas para combatir la pobreza
Cáritas agradece la solidaridad individual pero advierte que son necesarias políticas públicas para combatir la pobrezalarazon

Un año después del decreto del estado de alarma a raíz de la pandemia por coronavirus, los datos acerca de la situación socioeconómica de las familias continúan siendo alarmantes. Si bien en lo referente al ámbito estrictamente epidemiológico parece que los indicadores invitan a la esperanza, ya que la situación a nivel sanitario ha mejorado y, paralelamente, avanza la campaña de vacunación, en lo referente al impacto de la crisis económica y laboral que ha generado la pandemia los datos dan idea de la gran precariedad que viven muchas familias.

De hecho, tal y como apuntan desde Cáritas, 5.500 personas acompañadas por la entidad viven en hogares que no tienen ningún ingreso, lo que supone 2,6 veces más que antes de la COVID-19, y se traduce en cerca de 17.500 personas en situación de pobreza severa, es decir que tienen que vivir cada mes con menos de 440 euros cuando solo hay una personas en el hogar o con menos de 930 euros al mes cuando hablamos de parejas con dos hijos. Así pues, el 21,2% de los hogares atendidos por Cáritas no cuentan con ningún ingreso, mientras que el 60% vive en situación de pobreza severa.

Además, hay que tener en cuenta también que en torno a unas 13.000 personas no pueden asumir los costes de los suministros y cerca de 3.900 , que representan el 16% de las familias, se han visto obligadas a cambiar de domicilio para disminuir gastos. En este sentido, es importante recordar que en septiembre del año pasado, el 64,1% de los hogares atendidos por Cáritas no tenía un hogar digno y, entre éstos, un 40% de las familias vivían en habitaciones de realquiler.

Ante esta realidad, el director de Cáritas Barcelona, Salvador Busquets, advierte que “no habrá remedio a corto plazo que ayude a bajar el nivel de precariedad que ha dejado la COVID-19″. “Observamos con impotencia como personas con una pensión o un trabajo no tienen suficientes recursos para llegar a fin de mes”, añade. Y en este contexto ha sido clave la ayuda de particulares y del tejido empresarial para apoyar a la entidad a la hora de combatir las consecuencias sociales y económicas de la pandemia.

En 2020, casi 7.500 personas hicieron un donativo a Cáritas Barcelona, lo que duplica la cifra del año anterior, y 429 empresas colaboraron con la entidad, casi un centenar más en 2019, cifras muy destacadas sobre todo si se tiene en cuenta que el 80% del presupuesto anual procede de fuentes privadas. De hecho, tres de cada diez personas o empresas que donaron a Cáritas Barcelona el año pasado lo hicieron por primera vez.

Por todo ello, desde Cáritas Diocesana de Barcelona han lanzado una campaña para agradecer el apoyo de todas las personas que en 2020 ayudaron a hacer frente a las consecuencias económicas y sociales que se derivan de la pandemia. “La ciudadanía demuestra diariamente que aprobamos en solidaridad individual”, señala Busquets, quien sin embargo apunta que “suspendemos en la articulación de respuestas colectivas y políticas públicas que transformen las condiciones de vida de las personas en situación de mayor vulnerabilidad”. “La suma de acciones no equivale a una política social, sino que la lucha contra la pobreza necesita políticas públicas de ingresos mínimos, vivienda e inserción sociolaboral”, advierte el director de Cáritas Barcelona.