Cataluña

El “efecto Ayuso” envenena las negociaciones entre Esquerra y JxCat

Los posconvergentes aprovechan la victoria de la derecha en Madrid para alimentar la desconfianza con la mesa de diálogo de los republicanos

El vicepresidente del Govern y presidente en funciones, Pere Aragonès (d) junto a la consellera de Salutd, Alba Vergès (i) atienden a los medios durante la visita al recientemente inaugurado CUAP de Mataró.
El vicepresidente del Govern y presidente en funciones, Pere Aragonès (d) junto a la consellera de Salutd, Alba Vergès (i) atienden a los medios durante la visita al recientemente inaugurado CUAP de Mataró.Enric FontcubertaAgencia EFE

Esquerra y JxCat volvieron a reunirse ayer en el Parlament con el objetivo de seguir haciendo camino, acercar posturas y lograr un acuerdo para la investidura de Pere Aragonès. No obstante, un nuevo elemento ha irrumpido sobre el paisaje político y es la victoria arrolladora de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. El éxito del PP ha alimentado el discurso de la desconfianza de JxCat y la CUP con respecto a la mesa de diálogo que defiende Esquerra y puede envenenar las negociaciones a 20 días de la fecha límite (26 de mayo) para evitar una repetición electoral.

Y es que las conversaciones fluyen cuando se abordan cuestiones sectoriales (plan de gobierno), pero quedan encalladas cuando se tratan cuestiones de la estrategia independentista. Y todavía se pueden enrocar más después del cambio de contexto generado por el ciclón de las elecciones en la Comunidad de Madrid, que puede debilitar la posición de Esquerra, ya que tanto JxCat como la CUP interpretan que Pedro Sánchez virará y dará poco margen a la negociación.Los republicanos han acordado con la CUP dar un margen de dos años a la mesa de diálogo con el Gobierno y JxCat también ha aceptado ese plazo a regañadientes, pero ahora el principal escollo es formular un plan B para cuando falle la negociación con el Estado.

«No validamos la mesa de diálogo. Si fuera por nosotros, ya estaría en la papelera de la historia», ha afirmado hoy la diputada de la CUP, Laia Estrada. La portavoz de los cuperos en el Congreso, Mireia Vehí, ha hecho directamente un llamamiento a acelerar la ruptura con España.

En JxCat, dos voces de peso se pronunciaron también. «¿Y, de verdad, la respuesta de la Cataluña el 52% es dilapidar dos años en una mesa de diálogo inútil?», se ha preguntado Quim Torra. «Es hora de hacer reset en Cataluña y olvidar mesas de diálogo y promesas que no se cumplirán. O asumimos que solo hay un camino (retomar el 1-O) o nos arrasarán», ha afirmado el exvicepresidente del Parlament y abogado de Carles Puigdemont, Josep Costa.

Asimismo, otra voz de peso en JxCat como Joan Canadell también se ha pronunciado, aunque en otra dirección distinta a la CUP, Torra o Costa. Canadell, diputado en el Parlament, ha alabado la victoria del PP en Madrid y ha apostado por seguir su estela: «El mensaje político en Madrid es claro: la gente quiere que les ayudemos, que bajemos impuestos, que potenciemos la economía y no quiere una administración pública que lo decide todo y que nos hace pagar altos impuestos. La izquierda española se ha equivocado y la catalana sigue el mismo camino».

Con este análisis, Canadell y el ala liberal de JxCat exhiben su postura y mandan un mensaje de advertencia frente al giro de izquierda que quieren imponer ERC y CUP, muy criticado ya por los posconvergentes -entre otras cosas, se han mostrado en contra de acabar con la colaboración público-privada o de la Renta Básica Universal-. En este punto, en el ámbito de salud hay diferencias entre JxCat y CUP sobre la internalización de los servicios del 061 y el transporte sanitario.

Frente a esta postura, Esquerra resiste en su defensa de la mesa de diálogo con el Gobierno. En la sala de máquinas del partido de Oriol Junqueras reconocen que los resultados madrileños «dan que pensar», aunque también matizan que «no son extrapolables a España». Y, en este sentido, defienden que no deben tener «ninguna vinculación» con la política catalana y mantienen su apuesta por la mesa de diálogo con el Gobierno y apremian a JxCat para cerrar un acuerdo de investidura.

Además del plan de gobierno, las negociaciones han avanzado en la estructura de gobierno (todavía están en fase inicial) y se ha acordado la creación de órganos de coordinación.