Cataluña

Puigdemont y los independentistas fugados, a la espera de un reforma de la sedición para volver a España

Se quedan sin los beneficios de la posibilidad del indulto del Gobierno aprobado para los presos separatistas

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (i), y el expresident Carles Puigdemont (d), ofrecen una rueda de prensa tras su primer encuentro presencial desde la toma de posesión del nuevo Govern
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (i), y el expresident Carles Puigdemont (d), ofrecen una rueda de prensa tras su primer encuentro presencial desde la toma de posesión del nuevo GovernHors WagnerEFE

Una vez concedido el indulto a los presos independentistas, el Gobierno tendrá que afrontar otra carpeta todavía más sensible: la de Carles Puigdemont y los independentistas fugados de la Justicia. Sin juicio, la principal vía que tienen de regreso es que se reforme el delito de sedición para que se rebajen las penas y cuando vuelvan y se enfrenten al proceso judicial, puedan garantizarse evitar pasar por prisión. De volver a haber líderes separatistas encarcelados, el Gobierno regresará al punto de partida.

En total, hay cinco independentistas por Europa con cuentas pendientes con la Justicia española: además de Puigdemont, están los exconsellers y ahora eurodiputados Clara Ponsatí y Toni Comín; la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira; y, la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel. Tanto Rovira como Gabriel se hallan en Ginebra (Suiza).

Hoy mismo, las primeras palabras de los presos independentistas han ido dirigidas a los “exiliados”, que se van a convertir ahora en el principal quebradero de cabeza para Sánchez porque van a seguir influyendo en el rumbo político catalán. Y es que una figura de tanto peso en el movimiento independentista como Puigdemont sin todavía haber resuelto su situación puede erigirse en una seria amenaza para la nueva etapa de diálogo que quiere abrir el presidente del Gobierno con la Generalitat.

En este sentido, Podemos lleva desde hace tiempo liderando la reforma del delito de sedición, aunque, en multitud de ocasiones, ha lamentado la lentitud del Gobierno. Y es que es el Ministerio de Justicia quien está trabajando en el proyecto de reforma para rebajar a la mitad las penas de prisión por este delito, que ahora oscilan entre los 8 y los 15 años.

Asimismo, también cabe subrayar que en los últimos días también ha habido diferencias entre los dos socios de Gobierno (PSOE y Podemos). Mientras los socialistas defienden que los cincos fugados de la Justicia tienen que someterse a un juicio, los morados reclaman que vuelvan sin proceso judicial.

Otra alternativa también es Europa. La resolución aprobada el lunes por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa reclamaba, además de una reforma del delito de sedición y de indultos, que se suprimieran las órdenes de extradición contra los fugados de la Justicia. Ese golpe europeo también puede añadir presión sobre Sánchez para agilizar una salida a los cinco fugados, aunque lo más sensible a esa escala será cuando se pronuncie el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo.

Los presos independentistas encaran el pleito a escala europea con optimismo y creen que vencerán, aunque la decisión tampoco será vinculante para los fugados. Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Cuixart ya han cursado sus recursos ante el TEDH después de que hayan agotado las vías legales españolas (el Tribunal Constitucional era la última instancia).

Si bien, Puigdemont, Comín y Ponsatí han logrado recuperar la inmunidad parlamentaria tras una reciente sentencia del Tribunal General de la Unión Europea y eso les permite recuperar la libre movilidad por todo el continente europeo, aunque a España siguen sin poder regresar.