Independentismo

Junqueras, a Puigdemont: “¿En qué te podemos ayudar? Yo estoy libre”

Le dirá hoy en la cita en Waterloo que él asumirá el control de la estrategia soberanista

Junqueras, Forcadell y exconsellers indultados de ERC llegan al Parlamento Europeo de Estrasburgo,
Junqueras, Forcadell y exconsellers indultados de ERC llegan al Parlamento Europeo de Estrasburgo,ERCERC

«Más que una reunión, es un encuentro». Con estas palabras definen en Esquerra la cita que mantendrán hoy Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, una manera de rebajar la relevancia del cara a cara, que llega rodeado de máxima expectación por cómo se ha fraguado –el expresident, en un ataque de celos inicial, quiso plantar a su exvicepresident, actitud que corrigió a los pocos días– y porque es la primera vez que se verán en casi cuatro años. El líder republicano y el líder del espacio posconvergente se entrevistarán en Waterloo y no será un encuentro de antiguos amigos porque el presidente de ERC se ha encargado de descafeinarlo. La reunión apenas durará media hora y no realizarán ninguna rueda de prensa. Además, Junqueras no irá solo. Irá acompañado de Raúl Romeva, Dolors Bassa y Carme Forcadell.

Desde su salida de prisión no han mantenido ningún contacto telefónico. El encuentro ha sido trabajado por sus equipos, pero los líderes no han hablado aunque desde ERC dicen que tienen una relación «cordial». Algo que no concuerda con esta falta de diálogo del que fuera presidente de la Generalitat con su vicepresidente. Si bien, desde ambos partidos (ERC y JxCat) se ha querido proyectar que el encuentro tendrá «un componente personal muy grande» y que será la primera cita de muchas, un escenario que, visto las relaciones que atraviesan ambos dirigentes, se hace complicado.

No se ven desde 2017. En este tiempo sólo tuvieron una videoconferencia, un cruce de misivas y alguna puntual llamada telefónica. Los motivos hay que buscarlos en los libros que han publicado Junqueras y Puigdemont donde demuestran sus diferencias en cómo afrontaron sus responsabilidades. El ex presidente culpa a Junqueras de la DUI y el entonces vicepresidente culpa a Puigdemont de huir del país.

Ahora se verán casi a la fuerza, después de que la semana pasada hubieran críticas desde ciertos sectores independentistas porque no se dio una foto conjunta de todos los indultados en Waterloo. De hecho, Jordi Cuixart intenta juntar a Junqueras y Puigdemont en un acto en la Catalunya Nord, como así llama el independentismo a la Catalunya francesa, en la celebración del 50 aniversario de Omnium Cultural a finales de mes y todavía no lo ha conseguido.

Desde Junts per Catalunya se vende la reunión de mañana como un reconocimiento de Junqueras al «presidente legítimo» residente en Waterloo al frente del Consell per la República, una entidad privada. En su día ERC evitó que tuviera una titularidad pública y el presidente Pere Aragonés se encargó de minimizar su peso, y su control, sobre el nuevo gobierno lo que conllevó que los más cercanos a Puigdemont –como Elsa Artadi o Josep Rius– se negarán a entrar en el Govern.

Desde ERC la reunión se plantea con frialdad. De hecho, Junqueras tuvo especial interés en que su primer encuentro europeo fuera en Ginebra con Marta Rovira, la secretaria general de ERC. El segundo ayer en el Parlamento Europeo donde Junqueras fue diputado y donde ERC ostenta la secretaría General del grupo Alianza Libre Europea: allí, el líder republicano quiso restar hierro a las malas relaciones con Puigdemont en público y aseguró que «no es necesario ninguna reconciliación» porque, por su parte, siempre ha habido «toda la voluntad de entendimiento», aunque el líder de JxCat se negó a acompañarle en esa visita a Estrasburgo. El tercero con Puigdemont para demostrar que ERC está dispuesta a liderar realmente «la internacionalización del procés». Algo así como «en qué podemos ayudarte porque estamos en libertad y podemos movernos por todo el mundo». «Junqueras tendrá agenda internacional, catalana y española, cosa que Puigdemont, no», afirman en el entorno del líder republicano que equiparan su modelo con el Vasco «no sólo nos moveremos por Catalunya sino por Europa. Esto sí que es internacionalizar el conflicto», dicen estas fuentes.

De hecho, Puigdemont se había arrogado hasta ahora el papel de líder en la internacionalización del independentismo y tendrá que amoldarse a la hiperactividad que tiene previsto tener Junqueras, que tampoco da por perdido su escaño de eurodiputado. En este sentido, cabe recordar que Puigdemont tiene escaño en el Parlamento europeo gracias a una resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea favorable al líder de ERC.

Junqueras, no obstante, es muy previsible que no podrá ocupar ningún cargo público hasta 2030 –es decir, cuando acabe la condena–, pero seguirá haciendo política. El exvicepresidente de la Generalitat seguirá ejerciendo de presidente de Esquerra y, en este sentido, tiene intención de trabajar para fortalecer internamente a un partido que, desde 2011 –cuando asumió los mandos–, ha crecido sustancialmente hasta desbancar al antiguo espacio convergente como formación más votada en el bloque independentista. El siguiente reto de los republicanos es la batalla por Barcelona, que se prevé muy reñida con el PSC y con Ada Colau (si repite como candidata). Si bien, Esquerra tiene un problema importante a resolver porque todavía no tiene un candidato definido y quiere intentar buscar una alternativa a Ernest Maragall, que venció en las elecciones de 2019.