Inmersión lingüística
La Generalitat otorga más poder a las escuelas para decidir sobre el 25 % en castellano
Cada centro tendrá más margen para gestionar los porcentajes semanales de las lenguas
La conselleria de Educación propone ahora ha propuesto que los centros educativos catalanes determinen los criterios para organizar el aprendizaje de lenguas según la composición lingüística de su alumnado y del entorno.
Así consta en el borrador del decreto de Currículums, que añade que dichas decisiones se tomarán “en el marco de la autonomía de los centros”.
Además, el texto, transmitido recientemente a los centros para recabar sus aportaciones, prevé cederles “un porcentaje del horario semanal” para gestionar de forma autónoma.
Estas horas, tanto en Primaria como en ESO, “pueden dedicarse a vertebrar un proyecto globalizador y contextualizado de índole transversal y también podrán dedicarse a la resolución de esas problemáticas curriculares que el centro tenga planteadas derivadas de su entorno”.
En cualquier caso, el borrador fija que el régimen lingüístico se rige por la Ley de Educación de Catalunya (LEC) que “establece que la lengua catalana es la lengua de comunicación y vehicular de referencia”.
Los centros deben concretar sus proyectos lingüísticos “a partir de la realidad sociolingüística del entorno, teniendo en cuenta que la lengua catalana, y el aranés en Aran, es la lengua vehicular del aprendizaje y del contexto multilingüe y multicultural actual”.
“Por esta razón, el modelo lingüístico del sistema educativo catalán plantea una educación plurilingüe e intercultural que implica que todas las lenguas, las curriculares y las propias, contribuyen a desarrollar la competencia educativa de cada alumno”, reza el texto.
El borrador también concluye que “el objetivo fundamental del proyecto lingüístico es conseguir que todo el alumnado logre una sólida competencia educativa al terminar la educación básica, de modo que pueda utilizar normalmente y de forma correcta el catalán y el castellano”.
Además, el Gobierno catalán está preparando un decreto para eludir la sentencia que obliga a impartir el 25% de las clases en castellano en las escuelas catalanas. De esta manera, el Ejecutivo de Pere Aragonés pretende soslayar la resolución del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que, a su entender, ataca el modelo de inmersión lingüístico que refrenda la ley de educación del 2009. El alto tribunal espera conocer en los próximos días cómo se cumplirá su decisión.
El conseller de Educación, Josep Gonzàlez Cambray, declaró esta semana en sede parlamentaria que el fallo judicial se combatirá con un plan de impulso del catalán y un “nuevo marco normativo para reforzar el modelo de escuela catalana”. En una reunión a mediados de enero del conseller con los directores generales del departamento se avanzó que la defensa judicial a la sentencia será un decreto sobre el catalán en las escuelas que afectará a los proyectos lingüísticos de todos los colegios. Esto irá acompañado de la creación de grupos impulsores del catalán en cada centro, de los que ya se han constituido 217 que empezarán en febrero.
Sin embargo, si en el decreto no se incluye la orden del TSJC de subrayar en los proyectos lingüísticos que el castellano es también lengua vehicular como mínimo en un 25% del tiempo lectivo, los magistrados pueden entender que no se está ejecutando la sentencia y cabe la posibilidad que procedan a anularlo.
También el decreto sobre currículos abre una nueva posibilidad, apunta el diario barcelonés. El próximo curso 2022-2023 cambian los currículos escolares. El Ministerio de Educación diseña una parte del horario escolar, el 50% en el caso de las comunidades autónomas, con lengua oficial. En estos decretos se indican las horas que tendrá cada materia. En la Lomloe está previsto que las administraciones autonómicas cedan una parte del desarrollo curricular a los equipos directivos.
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