Vehículos "non gratos"

Sigue la guerra de Colau contra las motos

La Guardia revista los estacionamientos a base de denuncias

Mototicletas en una calle de Barcelona
Mototicletas en una calle de BarcelonaGoogle

La Gardia Urbana está revisando al máximolos estacionamientos de motocicletas sobre las aceras. La voluntad del Ayuntamiento pasa por bajar estos vehículos de las aceras, y se ha propuesto hacerlo a base de denuncias.

Bajo la justificación de una campaña de “respeto a los viandantes”, la policía barcelonesa interpuso cerca de 780 denuncias a motos estacionadas en Barcelona durante la semana del 14 al 20 de marzo.

Según ha informado el cuerpo policial, las sanciones responden al estacionamiento de estos vehículos sobre aceras que no permiten dejar el “mínimo de tres metros libres para los viandantes”.

Este dato supone un incremento más que notable respecto a las retiradas de 2020. Hace dos años, 16.988 vehículos acabaron sobre la grúa o, lo que es lo mismo, 9.884 motos menos que el pasado año.

En concreto, en Barcelona estaba censadas 271.090 motocicletas y ciclomotores el año 2020, cifra que representa un 33% del parque de vehículos barcelonés. Todo ello representa que el sector motociclista es un actor que hay que tener en cuenta a la hora de definir la movilidad de la ciudad.

Un reciente informe del RACC evalúa las necesidades, las indisciplinas, las carencias y los puntos fuertes y débiles de este medio de transporte, pero también sus quejas, entre los cuales destaca, como principal, la crítica a la política municipal de reducción de carriles, que el Ayuntamiento de Barcelona está llevando a término en muchos puntos de la ciudad, pero que ha aflorado claramente con el caso de la apertura del Túnel de Glòries que ha provocado embotellamientos de primer orden a principios de esta semana. Según el estudio, el 59% de los motoristas encuestados consideran que esta es la medida menos popular, seguida por las quejas a las sanciones para estacionar en acera (54% en contra). Otras medidas criticadas son las políticas de implementación de medidas de seguridad en calzada como pilones y cojines berlineses, con un 54% de posicionamientos contrarios, y la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) -ahora anulada por sentencia del TSJC pero que continúa vigente-, con un 47%.

El informe del RACC, además, apunta las conductas peligrosas de los motoristas, entre las cuales destacan como principales el no hacer correctamente los pasos de peatones, circular entre carriles, circulación en zigzag, el uso del carril bus, el giro o cambio de carril sin intermitente, la invasión del carril bici, arrancar con el semáforo en verde, la separación inadecuada entre vehículos y la invasión en sentido contrario. En este sentido, el director del RACC, Josep Mateu ha lanzado una invectiva al gobierno municipal: “Desde el RACC no podemos aceptar las invasiones del carril bus, pero el ayuntamiento ha sido permisivo, no ha sido nunca muy exigente al perseguir a los motoristas por el carril bus”.

De hecho, Mateu ha recordado que la apertura del Túnel de Glòries, a pesar de ser una “infraestructura fantástica”, ha puesto de manifiesto la problemática que el RACC ya ha señalado anteriormente, “la gente entra en la ciudad en coche porque no tiene suficiente confianza en la fiabilidad del transporte público”, añadiendo que el problema de las colas de entrada “ya existía pero ahora ha aflorado”, señalando que “se ha agravado por el carril separado del bus”. Por su parte, el responsable de proyectos de movilidad del RACC, Ricard Casalins, ha apuntado como recomendaciones para mejorar la movilidad y reducir la siniestralidad la necesidad de rediseñar los cruces, porque son el lugar donde se producen más accidentes mortales.