Hito médico

El Clínic y Sant Joan de Déu llevan a cabo el primer trasplante renal a dos gemelos a partir de un único donante

Los niños, de 11 años, tenían que ser intervenidos el mismo día por una cuestión ética, ya que ambos se encontraban en idéntica situación, y sus progenitores no podían ser los donantes. Así, se optó por llevar a cabo esta intervención, que es la primera de estas características en España

En la actualidad, los dos gemelos trasplantados solo requieren control ambulatorio
En la actualidad, los dos gemelos trasplantados solo requieren control ambulatorioSant Joan de Déu

Profesionales del Hospital Sant Joan de Déu y del Hospital Clínic han acometido con éxito un nuevo hito en el ámbito de los trasplantes. Y es que han logrado, por primera vez en España, llevar a cabo un trasplante de riñón a dos hermanos gemelos a partir del órgano de un mismo donante.

El reto se planteó el pasado mes de marzo, cuando surgió la necesidad de recurrir a un trasplante debido a que la función renal de estos dos hermanos se encontraba ya al 10% con solo 11 años por una poliquistosis renal autosómica, una enfermedad hereditaria que provoca la aparición de quistes en los riñones, lo que causa un pérdida progresiva de esa función renal. “El nivel de toxinas acumuladas era ya bastante alto por la falta de función renal y era imprescindible recurrir a una técnica renal sustitutiva, ya fuera diálisis o trasplante”, explica el doctor Álvaro Madrid, jefe del Servicio de Nefrología de Sant Joan de Déu.

En ese momento se consideró que la mejor opción para ambos niños era la de implantar el riñón de un donante vivo del entorno familiar y, en primera instancia, se valoró la posibilidad de que cada uno de los progenitores, con un mismo grupo sanguíneo que los gemelos, donara un riñón a uno de sus hijos, pero cuando se llevaron a cabo las pruebas de estudio para ser donantes se comprobó que, si bien la madre podía serlo, el padre no era compatible por haber sufrido una enfermedad renal previa y el resto del entorno familiar, tampoco.

“Siempre es mejor un donante vivo, porque ello nos permite planificar la intervención, de manera que necesitamos menos tiempo para llevar a cabo el trasplante desde que se consigue el órgano y, de esta manera, el riñón sufre menos, evitando así complicaciones e incrementando la supervivencia entre un 10% y un 20%”, comenta el doctor, quien además señala que “si además ese donante vivo tiene una relación familiar con el receptor, mucho mejor en cuanto a lo que se refiere a la compatibilidad”.

Ante esta situación, los profesionales del servicio de Nefrología del Hospital Sant Joan de Déu se encontraron ante un gran dilema ético. Como recuerda el doctor Álvaro Madrid, “no podíamos trasplantar solo a uno de los dos niños cuando se encontraban en una situación clínica idéntica”. “Era una cuestión de equidad. No había ningún criterio objetivo que nos indicara que uno requería el trasplante de manera más urgente que el otro”, explica.

Así pues, en el mes de marzo pasado, el equipo médico se decantó entonces por inscribir a ambos niños en la lista de espera de la Organización Catalana de Trasplantes para optar a un órgano de donante fallecido, una solución gracias a la cual, al poco tiempo, los gemelos eran trasplantados de forma casi simultánea, algo que fue posible, en parte, por tratarse de dos receptores idénticos. Primero se llevó a cabo la intervención para implantar el nuevo riñón a uno de los niños para a continuación proceder a realizar lo propio con el otro, un proceso quirúrgico en el que también participó la cirujana Mireia Musquera, del equipo del Servicio de Urología del Hospital Clínic.

“Fue una intervención como cualquiera otra de estas características, aunque sabíamos que el tiempo jugaba en nuestra contra ya que teníamos que hacer dos trasplantes antes de que los órganos sufrieran o pudieran dañarse, y las complicaciones propias del post operatorio fueron las habituales en este tipo de intervenciones”, sin más, de manera que a las dos semanas, los gemelos pudieron volver a casa. Ahora tan solo requieren de control ambulatorio, que en estos momentos debe realizarse con una periodicidad bisemanal.

Sobre este trasplante pionero en España, el doctor Madrid pone de relieve que no se trata únicamente de un caso de éxito a nivel médico, sino que “es un éxito del sistema”. “El reto era organizar a todas las partes implicadas y que todas ellas funcionaran correctamente y eso se ha conseguido. Ha sido un engranaje perfecto de cada una de las partes del sistema: el donante, el encontrar en España un órgano compatible para estos niños, el trasporte de esos riñones hasta Cataluña, los dos trasplantes simultáneos...”