“El ritmo es lento”: la oposición carga contra el naufragio del Govern con los Presupuestos

A las puertas de terminar el año, el Govern de Pere Aragonès trata de acelerar al máximo la negociación de los Presupuestos que mantiene abierta a tres bandas con Junts, PSC y Comunes. El Ejecutivo ha multiplicado las reuniones con los partidos con la intención de aprobar cuanto antes las cuentas, un objetivo que se topa con el rechazo de la oposición.

«El ritmo y el traspaso de información es lento», aseguran desde las filas posconvergentes sobre el avance de las conversaciones. «Hace una semana les decía que estábamos al principio del principio y hoy les puedo decir que estamos al principio. Ya es un paso. Queda todavía recorrido y mucho trabajo por hacer», explicó justo ayer el líder del PSC, Salvador Illa, en un acto en Sant Boi.

Con ambos partidos mantiene el Govern abiertas unas negociaciones que ha acelerado en las últimas horas. Ayer, el Ejecutivo catalán y Junts dieron un paso más e iniciaron sus reuniones sectoriales, como estaba previsto esta semana tras los contactos de los últimos días y el intercambio de documentos y propuestas respectivas. En concreto, celebraron un encuentro sobre sanidad y otro sobre energías renovables.

El mismo esquema sigue el gabinete de Pere Aragonès con los socialistas. También ayer hubo una reunión sectorial sobre infraestructuras, con presencia de las consejeras Laura Vilagrà (Presidencia) y Natàlia Mas (Economía), así como los secretarios generales de ambos departamentos y también el de Territorio, Joan Jaume, ante la delegación del PSC.

Unos encuentros que también podrían repetirse el viernes, cuando se prevé que, de momento, haya una nueva reunión con los posconvergentes, en ese caso sobre derechos sociales.

Precisamente, el líder de Junts en el Parlament, Albert Batet, anfrió las expectativas del Govern de aprobar el anteproyecto de Presupuestos la semana que viene, señaló que el ritmo de negociación «sigue siendo lento» y que en los últimos días no ha habido ningún avance significativo: «Sin novedades en el frente», aseguró en rueda de prensa desde el Parlament. De hecho, el dirigente prevé «una negociación larga».

La intención inicial del Ejecutivo de ERC era tener atado un inicio de acuerdo a lo largo de esta semana, medio festiva por el puente de la Constitución y la Inmaculada. Es más, Aragonès se planteaba incluso la posibilidad de forzar un acuerdo con la vista puesta en la reunión del gabinete del martes que viene, algo que parece totalmente descartado a tenor de las palabras de la oposición.

La vía más encaminada es la de los Comunes, aunque el partido morado suma solo ocho escaños y ERC necesita de uno de los grandes –PSC, Junts o ambos, como quieren los republicanos– para aprobar las cuentas en el Parlament. Y el calendario es endiablado: la semana que viene hay programado el último pleno del año y está pendiente la convalidación de un decreto del Govern para inyectar casi 400 millones en sanidad, una medida que Aragonès también tiene que negociar con la oposición.