¿Dónde están las termas romanas mejor conservadas de España?

Visitar Caldes de Montbui, en la comarca del Vallès Oriental (Barcelona), es tanto como viajar en el tiempo y retroceder varios siglos. El municipio de Caldes de Montbui fue en época romana una estación balnearia, fundada en el siglo II a.C. a partir de sus manantiales de agua caliente.

De la fuente del León sigue saliendo hoy en día el agua a 74 grados centígrados. Es la fuente natural con el agua más caliente de Cataluña y del conjunto de España. A partir de este manantial se desarrolló un núcleo urbano de importancia considerable en el alto Imperio Romano, tal y como demuestran las inscripciones recuperadas.

Las termas romanas de Caldes de Montbui se encuentran en el centro urbano del municipio, siendo su epicentro la mencionada fuente del León.

Los restos que se conservan actualmente son parte de un antiguo gran establecimiento termal. El edificio original se extendía por el actual Museo Thermalia hasta la riera y por la plaza de la fuente del León, hasta el actual Balneario Broquetas. Las termas fueron utilizadas como piscina hasta el siglo XV.

A pesar de diferentes transformaciones, las termas romanas de Caldes de Montbui eran unas termas de grandes dimensiones. Se cree que estas termas ya existían en el año 130 a.C.

Los restos conservados, una piscina y la galería que la rodea, son sólo parte de un conjunto termal que debía de ser mucho más amplio y que debía de tener una importante finalidad medicinal, como ponen de manifiesto las inscripciones encontradas, algunas de ellas de personajes importantes de la antigua Tarraco.

La piscina, que se encontraba en el sótano del balneario de Can Rius, fue restaurada por la Diputación de Barcelona. La intervención consistió en rehacer la bóveda que cubre la piscina y los arcos que conforman la galería sur. Asimismo, se diseñó el conjunto de arcos adyacentes a la plaza, a fin de darle un cariz monumental.

La función de las termas en época romana

Los baños formaban una parte muy importante de la vida de los romanos. Las termas no eran simplemente un lugar para bañarse y asearse, puesto que era allí donde los romanos se reunían para hablar de todo tipo de temas, para hacer ejercicio y para cuidarse la barba.

Eran, por tanto, espacios públicos con una gran función social. Las estancias se decoraban con mosaicos, frescos y estatuas. Por lo general no acudían los romanos de clase alta, sino aquellos que no podían tener un baño en casa, es decir, los plebeyos.

En Roma, en el siglo I a.C. existían alrededor de 170 baños. Solo un siglo después había más de 1.000. Las termas romanas estaban divididas en las siguientes estancias: la palestra, el patio central -destinado al ejercicio-, tabernae(se vendía comida y bebida), tepidarium(baño con temperatura tibia),caldarium(el espacio más importante y la que más luz tenía y donde se tomaba el baño caliente),frigidarium(baños de agua fría) y el apodyterium (los vestuarios).

El hotel-balneario Termes Victòria

Hoy en día, los visitantes pueden disfrutar de bastante más que de un viaje por el tiempo en Caldes de Montbui, puesto que también pueden ser clientes y bañistas del hotel-balneario Termes Victòria, situado en el centro histórico de la villa termal y romana. Un auténtico oasis de relax y bienestar termal, a sólo 25 minutos de Barcelona.

Se trata de de una ubicación privilegiada con vistas a la montaña que combina el relax y la tranquilidad con la comodidad de pasear por las calles del centro histórico y disfrutar de comercios, bares y terrazas o rutas en medio de la naturaleza.

El Termes Victòria es un hotel familiar con más de 300 años de historia y regentado por la familia Anglí desde 1917. Los hermanos Joan y Jordi Anglí son la séptima generación que actualmente están al frente del balneario.

El hotel dispone de 85 habitaciones, centro termal, piscina exterior climatizada, restaurante y jardines. Gran parte de las habitaciones han sido reformadas de forma progresiva desde el año 2017. Su punto fuerte, por supuesto, son las auténticas aguas termales milenarias que pueden disfrutarse tanto en el balneario clásico como en el centro termal lúdico “Espai CEL”, inaugurado en 2019.