Memoria histórica
¿Cuánto costó la primera visita de Franco a Barcelona?
El dictador protagonizó un desfile militar en febrero de 1939
El 26 de enero de 1939, tras demasiado tiempo padeciendo una cruenta guerra, Barcelona finalmente caía en manos de las tropas de Franco. Era la constatación de que la contienda bélica estaba cercana a concluir con la derrota de las fuerzas republicanas. El día después, el general Juan Yagüe se paseaba con sus hombres por las calles de la capital catalana y protagonizando una misa de campaña en la plaza Catalunya. Yagüe pronunció, según se puede leer con la grandilocuente prosa del momento en la crónica de “El Diario Vasco”, “un discurso en el que exaltó el nombre de la Patria, de España, de Franco, del Ejército y de esta Cruzada redentora”. Poco más tarde, el 21 de febrero, Franco, el responsable del golpe de Estado contra la Segunda República, uno de los principales conspiradores y ahora convertido en jefe de Estado, se daba un baño de masas en Barcelona presidiendo el llamado “desfile de la Victoria”. Pero ¿cuánto le costó a la ciudad aquella fiesta?
A mediados de febrero de 1939, la Guerra Civil aún le quedaba un mes y medio de sangre y fuego, pero a Franco no le importaba que se dedicaran fastos en su honor y vanagloriarse ante los derrotados. Barcelona, una ciudad que nunca había ocultado sus fuertes convicciones republicanas y donde la sublevación militar había fracasado estrepitosamente en julio de 1936, tuvo que acoger el desfile militar que se celebró en la avenida Diagonal. Hasta Barcelona se trasladaron algunos de los principales generales sublevados para participar en el acto, como Muñoz Grandes, Moscardó, García Valiño o Queipo de Llano, además de contar con el respaldo de las élites sociales de la ciudad.
En el Arxiu Municipal Contemporani de Barcelona se conservan las facturas de aquella fiesta, datos que fueron descubiertos por Francesc Vilanova i Vila-Abadal para su libro “Barcelona, gener de 1939: la caiguda”. Es allí donde se reproducen los recibos como consecuencia de esa primera estancia del dictador los días 21 y 22 de febrero de 1939.
Franco se alojó en el llamado Palacete Abadal, situado en la esquina de Diagonal con Capitán Arenas, propiedad de la familia Abadal. El acondicionamiento de este espacio costó 2.190,25 pesetas, es decir, unos 8.500 euros actuales. Entre los gastos en la residencia estaban los “jornales de tres ebanistas” que se dedicaron al traslado y montaje de muebles, las 144 horas que dedicaron seis mujeres “a limpieza a 1,25 pesetas la hora” y, sobre todo, el consumo de fluido eléctrico. A ello hubo que sumar los gastos de la cúpula franquista que se alojó en el Hotel Ritz donde se llevaron a cabo varios almuerzos y cenas. Todo sumó 1.624 pesetas, unos 6.300 euros de hoy.
Según la última factura del Ayuntamiento de Barcelona del 22 de abril de 1939, el paso de Franco y su séquito ascendió a 11.737 pesetas, unos 45.000 euros.