Música
Entrevista a Sara Gee & Ramblin Matt: "En Sudáfrica hay miradas que te tumban, y que de repente se convierten en sonrisas que te iluminan"
Fueron descritos como "el Mississippi que desemboca en el Túria", y es una definición muy acertada. El dúo de música de raíces americana regresa de un fascinante viaje y gira por el país africano, y Matt y Sara nos lo cuentan.
- ¿Cómo surgió la idea de una gira de 8 conciertos por Sudáfrica?
MATT: Cuando participamos en el VIII Festival de Blues de Corbera, en Julio de este año, conocimos al Bluesman y activista Sudafricano, Smoke J. Lawrence y tras unas horas juntos y una enorme buena vibración personal y musical, acordamos en vernos en Sudáfrica en Septiembre. En esos meses, Smoke preparó una serie de ocho actuaciones, para hacer en los diez días que estuvimos allí.
SARA: Una tarde de verano en casa, después de participar en el Festival de Blues de Corbera y conocer a Smoke J Lawerence, el enigmático King of the African Blues, Matt y yo comentamos la posibilidad de hacerle una visita antes de terminar el verano. Al contárselo a Smoke por teléfono se animó enseguida y en un día o dos ya estábamos liados organizando el viaje. En principio Iba a ser una escapada tipo vacaciones, no es lo mas habitual para nosotros pero había que intentarlo, pero al cabo de unos días volvimos a hablar y cada día habían mas bolos en la lista, incluido el Motherland Blues Festival.
- ¿Habíais tocado antes en el continente africano?
MATT: Yo particularmente había vivido dos años a principios del milenio, en Tanzania y Zanzíbar y había tocado allí en ocasiones, aunque en ese tiempo mi trabajo era gestionar un bar de playa, pero no al nivel que tocamos en sudáfrica, para nada.
SARA: No, yo no.
-¿Qué balance hacéis de esos ocho conciertos, a nivel musical y de asistencia?
MATT: El balance es absolutamente positivo, la experiencia inolvidable y los conciertos tremendos, buenísimos! Smoke nos había preparado una banda de soporte de lujo total, formada por la familia Williams, un padre y dos hijos de origen indio, que tocaban como los ángeles, una barbaridad de profesionalidad y sonido. Tocamos en los sitios mas dispares, como dos conciertos en pleno Soweto, en Just Badela y la Sawubona Music Jam o uno en Tembisa en 4Room Creative Village, barrios absolutamente desoladores y llenos de miseria, pero a la vez llenos de música, vida y arte y como contraste gigante también en un Hotel Protea Marriott de lujo en Johannesburgo, presentando el primer Motherland Blues Fest africano o en un club alucinante en Pretoria, Black Labone.
SARA: A nivel musical fue una experiencia única y a no ser que volvamos a Sudáfrica quizás será irrepetible. El grandioso oso amoroso que es Smoke nos había preparado una banda de acompañamiento para ciertos bolos de nuestra gira, también para la Welcome Party, con Los maravillosos Williams Brothers, dos hermanos adolescentes de ascendencia India Onzlo, Enzo y su padre Paul que era predicador. El primer contacto musical con ellos lo tuvimos en la misma fiesta de bienvenida que nos habían preparado en Soweto, uno de los barrios mas emblemáticos de Sudáfrica, conocido por ser la cuna de las revueltas contra el Apartheid y donde vivió Nelson Mandela. Desde el primer segundo que subimos con ellos al escenario la conexión fue instantánea y profunda, como si lleváramos 200 bolos juntos. Eran buenísimos, impecables en todo momento, Mateo y yo durante la actuación nos mirábamos alucinados y se nos escapaba la sonrisa, un disfrute absoluto tocar con ellos. También hicimos algunos conciertos en diferentes zonas de Joburg antes del evento principal, el MOTHERLAND Blues Festival acompañados por los Williams. También participamos en algunas Jam Session con músicos Sudafricanos. Primero impone, tienen muuucha actitud y clase, y un arte que se escapa por cada poro de la piel. Pero también me transmitieron una calidez emocionante, una actitud de “you are very welcome”, de humildad, agradecimiento, curiosidad, ganas de escuchar, ganas de improvisar, de aprender, de compartir, de vibrar contigo que es abrumador en muchos momentos, muy muy emocionante. Y sin duda el concierto mas intimo y entrañable fue en Tembisa, en una pequeña Galería de Arte, en uno de los barrios mas pobres de Johannesburg. Habíamos ido para hacer algo a trio con Smoke, y Rob a la bateria, pero al llegar habían cortado la luz ( cada día el gobierno la corta en diferentes barrios durante 4, 6 , 8…. horas porque no se puede abastecer a todos ) así que se disculparon y pensaron que ya nos querríamos ir. Pero no fue así, pasamos al patio trasero de la casa, con Smoke y Rob, que es otro colega músico que vive alli hace 40 años y nunca se había atrevido a pisar ese barrio, no son barrios que entren los blancos. Son los barrios donde te advierten no entrar nunca si vas de viaje. Y de repente nos encontramos viviendo una de las noches mas mágicas que puedas imaginar. A falta de luz, encima de un trozo de chatarra encendieron un fuego, sacaron una guitarra vieja de juguete con tres cuerdas, Mateo la afinó en Sol, y con la acústica que llevábamos nosotros empezamos a improvisar: Blues con solos de RAP que metían de los colegas de la galería, ritmos Africanos y un “Volando Voy Volando Vengo” que puso a todos como poseidos bailando alrededor del fuego al ritmo de Camarón. Ahí, en una de las consideradas “zonas mas peligrosas del planeta”, los hermanos Africanos, nos invitaron a pizza recién hecha con sus manos, con leña, a la luz del fuego, bajo las estrellas, escuchando historias muy duras y otras muy divertidas, blues, bailes alrededor del fuego, olía a esperanza, a vida , a ganas. Para mi fue como retroceder en el tiempo y volver a sentir esa ilusión de cuando tienes 20 años. PURA VIDA. Además me llevé un regalo enorme esa noche. Fue al cantar una de las canciones mas reivindicativas que he escrito, “Are You gonna Wait”, que es un grito a la injusticia de los barcos que se hunden en el Mediterráneo con gente que intenta escapar de su miseria en ciertas zonas del continente y que terminan ahogados por cientos en el mar. Les conté la historia y alucinaron. Empezó la canción en medio del silencio, y de repente, todos se pusieron a cantar con nosotros en el estribillo como si fuera un mantra, WHAT WE NEED TO CHANGE THE WORLD IS TO TRUST WHAT WE HAVE INSIDE. Terminamos de pie y me dijeron Sister Sara, esa canción tiene que cambiar el mundo.
- ¿El público cómo era?
MATT: Queda mal decirlo nosotros pero el público fue lo mejor de lo mejor, 90% de raza negra y los locales llenos a rebosar, en ocasiones 300 y 400 personas bailando, gritando, saltando y coreando nuestra música a pleno pulmón. Decir muy emotivo es quedarse muy corto. Como me cuesta ahora lidiar con algunas audiencias aquí, siempre con el postureo y la tontería. Aquella peña disfrutaron de nuestros conciertos y nos lo hicieron saber con creces.
SARA: Un público con muchas ganas de escuchar, se dejaban llevar y sorprender, muy participativo tanto bailando, como cantando. Sobre todo en el concierto de Black Labone en Pretoria, gritaban, estaban ahí esperando a que les dieras tu energía con los brazos abiertos para devolverte aun mas amor, Así de enorme te hacen sentir, es muy grande la sensación. Su actitud hace que te puedas sentir muy libre en el escenario, muy valorada/o.
- ¿La gente estaba familiarizada con vuestro estilo de música?
MATT: No, en su gran mayoría no. No conocían el Blues y el Rocanrol mas que de oídas, excepto la gente que seguían a Smoke J Lawrence y por ello nuestra enorme sorpresa al ver su reacción de gozo absoluto al ritmo de nuestra música. Joder, bailaron como posesos a ritmo de Hank Williams o Wanda Jackson!!!
SARA: Menos de lo que cabe esperar teniendo en cuenta que las semillas del blues pertenecen a este continente. Sin embargo notas que “es ahí”, porque la reacción del público es brutal, es como “el blues a vuelto a casa”. Yo daba las gracias antes de empezar el bolo y avisaba: - traigo un regalo, esto, de alguna manera os pertenece.
- ¿Interactuásteis con muchos músicos locales?
MATT: Si, en varios locales tuvimos la fortuna de conocer a muchos músicos sudafricanos, como los mentados Williams, la banda de Black Labone, en Pretoria o la de Sawubona Music Jam Soweto, todos músicos con una calidad alucinante! Y también con músicos, rappers, poetas, fotógrafos, pintores...wow.
SARA: Si muchísimos, en todas las Jam sessions, con las bandas en el ML Festival, con los Williams… la gente es mas abierta a recibir, a compartir, a dejarse sorprender
- ¿Q música es la más popular entre los sudaficanos?
MATT: Sudáfrica es una país enorme y multicultural en donde la población blanca escucha rocknroll, blues y lo habitual a nivel comercial, los indios música de su país, los negros música africana y mucho jazz moderno con tintes exóticos y cultos, gente con mucha nivel en su instrumento, increíble. Pero al invitarles al escenario a tocar con nosotros mas de uno se bajó porque eran incapaces de improvisar Blues.
SARA: Musica tradicional Sudafricana, con mucho trabajo rítmico y vocal, muy alegre y pegadiza y bailable. Aunque a mi me cautivó mi querido Temba “6 minuts” Msomi The Zulú Kowboy, un amigo Zulú que mezcla cantos de guerrero Zulu con Blues y es espectacular
- ¿Qué os pareció el país?
MATT: Nuestra estancia se limitó a Johannesburgo y Pretoria esta vez, uno de los días fuimos a ver jirafas, antilopes y montar a caballo y otra mañana viitamos el fabuloso museo Freedom Park, en las afueras de Pretoria. La idea es retornar el año próximo a hacer otro tour y bajar a Durban, Cape Town y la zona costera.
SARA: Duro, muy duro , contrastes muy salvajes en la parte que vimos que era los suburbios de Johannesburg. Se veía descuidado, sucio, roto, gris … hay mucha desigualdad, inseguridad, pobreza. Es sorprendente sin embargo al penetrar en esos barrios y ver el corazón que tiene la gente. Hay miradas que te tumban, y que de repente se convierten en sonrisas que te iluminan. Te das cuenta de que esa actitud dura en principio, es pura protección, hay historias desgarradoras que te cuenta la gente cara a cara que no te las puedes creer, como por ejemplo que no hace tanto tiempo, para ver si te consideraban negro o blanco y decidir tu destino, te ponían un lápiz en el pelo, si se sujetaba (pelo afro) eras negro, si se te resbalaba (pelo fino) eras blanco y esto camabiaba tu historia completamente. La zona mas rural es bonita, pero casi no la pisamos, exceptuando un Safari organizado por uno de los músicos, no querian que nos fueramos con la impresión equivocada habiendo visto solo la parte pas dura y complicada de Sudafrica y nos fuimos a montar a caballo entre girafas y cebras en medio del campo, una maravilla. Tampoco visitamos las zona mas Europeas de Johannesburg, la que sale en la tele. Solo el barrio “ Europa” que así le han bautizado y que es ahora un barrio donde la gente intenta dejar salir la cultura y creatividad Sudafricanas, con pintura, música, arte y cultura en general, artesanía, es un hervidero de almas muy bonito donde se palpa las ganas de evolucionar de ser vistos de defender sus tradiciones, una especie de zona de renacimiento cultural. Pero básicamente y mayormente estuvimos en las zonas que no se ven ni se muestran en la tele. Y lo que ves es tremendo
- Johaanesburg está considerada la ciudad más peligrosa del mundo. ¿Fuísteis?. Si es así, qué os pareció?
MATT: Estuvimos todo el tiempo en Johannesburgo, unos días alojados en casa de Smoke y su familia y los días finales en un motel portugués cercano a su casa, que era en el barrio de Edenvale. Es bien sabido que no hay como tener padrinos y nosotros tuvimos la fortuna de estar bajo la guía y protección de Smoke J. Lawrence, un artista y activista muy respetado en Sudáfrica, nombrado African King of the Blues por varias asociaciones y en general, un personaje alucinante con aspecto patibulario (es enorme!) pero con un corazón lleno de respeto, amor y genuinidad, que nos sacó de situaciones difíciles con la policía y demás sabandijas, además de ofrecernos el inmenso privilegio de adentrarnos a conocer y actuar en muchos lugares en los que no había estado antes ningún músico blanco, barriadas en las que los blancos simplemente no entran y en las que recibimos unas muestras de cariño y amistad que nos han marcado de por vida. Puedo decir, creo que Sara lo dirá también, que este viaje ha cambiado algo en nuestro interior. Y quedan muchos proyectos que cumplir, con esta conexión hispano-sudafricana que se ha creado gracias a nuestra amistad con Smoke J. Lawrence.
SARA: Creo que con al pregunta anterior ya explico mi impresión, pero en general, decir ha sido una experiencia inolvidable y enriquecedora, que nada tiene que ver con un viaje vacacional y turístico a visitar la Europa de Africa como todos le llaman. Esto fué una experiencia vital, una aventura, en la que hemos podido ver muy de cerca una cultura y estilo de vida que de no ser por Smoke J Lawerence y su mujer Leanne, por el amor a la musica , y especialmente al Blues, nunca hubiéramos podido experimentar, y que para mi, corrobora que incluso en la ciudad “mas peligrosa del mundo” la música es el pasaporte ideal. Además, mis hermanos Sudafricanos me hicieron Zulú y me regalaron un nuevo nombre!!! Que mas se puede pedir!!! Ngiyabonga hermanos y nos vemos pronto.
✕
Accede a tu cuenta para comentar