Cataluña

Menos de la mitad de los votantes de Aliança Catalana quieren que Cataluña sea un Estado independiente, según el CEO

Los datos reflejan que el electorado de Orriols se mueve, sobre todo, por cuestiones relacionadas con la inmigración y la inseguridad

Sílvia Orriols en el Fossar de les Moreres
Sílvia Orriols en un discurso públicoEP

La tercera ola del Barómetro de Opinión Política del CEO confirma una tendencia que ya empezaba a intuirse: a pesar de que los líderes de Aliança Catalana son quienes mantienen el discurso independentista más duro, su electorado no se mueve principalmente por el independentismo, sino por factores como la inmigración, la seguridad y el rechazo al establishment político catalán. Los datos referentes al modelo de relación entre Cataluña y España son claros: solo el 48% de sus votantes apuesta por un Estado independiente, una cifra muy alejada del perfil tradicional del soberanismo.

El contraste con otros partidos de su mismo espacio ideológico es contundente. Junts registra un 75% de apoyo entre sus simpatizantes a la creación de un Estado independiente dentro de esta misma pregunta sobre modelo territorial. Le siguen, a mucha distancia, quienes preferirían un Estado dentro de una España federal (12%) o una comunidad autónoma (4%). En este sentido, el votante de Junts sigue respondiendo al perfil clásico del soberanismo: nacionalista, identitario y con un horizonte político claramente marcado por la ruptura con el Estado.

En cambio, el caso de Aliança Catalana muestra un patrón distinto. Aunque el partido de Sílvia Orriols se presenta abiertamente como independentista, más de la mitad de sus votantes no expresa esa preferencia cuando se les pregunta por el modelo territorial. Un 26% preferiría que Cataluña fuera un Estado dentro de una España federal y un 21% incluso se siente cómodo con el actual encaje como comunidad autónoma. Este mosaico de posiciones evidencia que el ascenso de AC está impulsado por un electorado heterogéneo, que encuentra en la agenda antiinmigración y en el discurso de “orden y seguridad” un motivo de movilización más fuerte que la secesión.

Los datos del CEO encajan con una fotografía más amplia: el apoyo a la independencia en Cataluña se sitúa en mínimos cuando se pregunta por el modelo estatal, con solo un 31% favorable a un Estado propio, lejos del 47% alcanzado en los años más intensos del procés. La opción mayoritaria —con un 33%— es mantener el modelo de comunidad autónoma, y casi una cuarta parte apuesta por una reforma federal. En este contexto de desmovilización soberanista, el discurso de Aliança Catalana se desmarca de la lógica clásica del independentismo y se orienta hacia preocupaciones sociales y de seguridad.

Por otro lado, los partidos que más claramente se alejan de la independencia continúan siendo PP y Vox. Entre los populares, el 59% se inclina por el modelo autonómico y un 18% prefiere un encaje como región dentro de España. En Vox, las cifras son similares: 55% comunidad autónoma y 22% región. Su electorado, por tanto, se mantiene situado en posiciones claramente centralizadoras.

Modelo territorial vs. posicionamiento individual: dos preguntas, respuestas distintas

Sin embargo, el propio CEO muestra que las preferencias sobre el modelo territorial no coinciden necesariamente con la posición personal sobre la independencia. Cuando se pregunta de forma directa “¿Usted se considera independentista?”, los porcentajes cambian de manera notable. En el conjunto de Cataluña: 39% se declara independentista, 53% no y 8% no sabe/no contesta. Por partidos, las preferencias son estas:

CUP: 84% sí / 9% no

Junts: 81% sí / 14% no

ERC: 70% sí / 24% no

Aliança Catalana: 62% sí / 32% no

Comuns: 25% sí / 66% no

PSC: 18% sí / 76% no

PP: 14% sí / 84% no

Vox: 9% sí / 87% no

La explicación es que una cosa es lo que uno desea y otra lo que considera viable, realista o conveniente en el contexto actual. Un votante puede sentirse independentista “de corazón”, pero responder que prefiere que Cataluña siga como comunidad autónoma o incluso como Estado federal si percibe que la independencia no es viable políticamente, no sería beneficiosa económicamente o no resolvería los problemas actuales.

Este desfase entre sentimiento identitario y preferencia de modelo de Estado se observa de manera especialmente clara en partidos como Aliança Catalana, donde hay más independentistas declarados que personas dispuestas a situar la independencia como la opción preferida para el encaje territorial de Cataluña.

El contraste entre ambas preguntas pone de manifiesto una transformación profunda en el debate territorial. El independentismo, aunque sigue siendo un sentimiento presente en una parte importante de la sociedad, ya no es el eje principal que ordena el voto para amplios segmentos del electorado, especialmente aquellos movilizados por cuestiones sociales, económicas o de seguridad.