Ciencia y salud

Los Mossos investigan la muerte de un científico que estudiaba una enfermedad contagiosa en Barcelona

Tenía muestras no autorizadas en el congelador mientras estudiaba la patología de Creutzfeld-Jakob

Campus de la UB
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El jefe de la Comisaría de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra, Ramón Chacón, ha explicado que están investigando la muerte del científico que estudiaba una enfermedad contagiosa en un laboratorio de la Universitat de Barcelona (UB) en 2022, después de haber trabajado con unas muestras “no autorizadas”.

Lo ha dicho este martes en una entrevista en la Cadena Ser, en la que ha explicado que tuvieron conocimiento del caso a través de la prensa.

“Comprobaremos qué es lo que ha pasado y qué puede haber, por si hay imprudencias o incluso un delito, ya veremos. Tenemos que ser muy cuidadosos con este tema porque tenemos que ver si ha pasado algo”, ha añadido.

El investigador estuvo en contacto con “miles de muestras no autorizadas” que se localizaron en un laboratorio de la universidad y que carecían de registro de entrada, y el científico desarrolló síntomas compatibles con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y el consorcio público CIBER, instituciones de las que el bioquímico era miembro, también se han sumado a la investigación. Al parecer, el bioquímico empezó a trabajar en Barcelona en 2018 y desarrolló síntomas compatibles con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

Ésta es una patología neurodegenerativa que se incuba en silencio durante años. Cuando aparecen sus primeros síntomas –demencia y rigidez muscular– puede causar la muerte en menos de seis meses. El diario ha indicado que la muerte del investigador ha generado gran inquietud entre el resto de científicos del centro, que se encuentran en un estado de angustia permanente por miedo a haberse contagiado.

El Idibell ha asegurado que “nunca ha autorizado ningún estudio” con muestras priónicas como las que aparecieron en un congelador de un laboratorio de la UB, con las que presuntamente trabajó el científico fallecido.

En un comunicado de este jueves, el Idibell ha destacado que el campus “no dispone de instalaciones necesarias para desarrollar experimentos con muestras priónicas” y reitera que el Comité de Bioseguridad del Idibell no ha autorizado ningún estudio con este tipo de muestras.

El Idibell ha asegurado que el investigador, experto en enfermedades neurodegenerativas, murió “a causa de una posible afección priónica”.

Ha asegurado que el caso “fue abordado inmediatamente y con la debida diligencia por parte de la UB --titular de los espacios--, el CIBER --con quien tenía contrato-- y el Idibell --como investigador afiliado--, y fuentes de la UB han informado de que las tres instituciones iniciaron una investigación en julio de este año para estudiar el origen de las muestras y comprender lo sucedido.