El grupo municipal del PP en Barcelona, liderado por Daniel Sirera, ha presentado esta mañana una proposición para llevar a cabo una revisión exhaustiva de los clubs cannábicos de Barcelona.

Según el concejal catalán, "Barcelona padece desde hace años las consecuencias del crecimiento descontrolado de los clubs cannábicos y del tráfico de drogas". En este sentido, advierte que lo que empezó como "una supuesta alternativa regulada y asociativa al consumo privado ha derivado, en demasiados casos, en negocios encubiertos que operan al margen de la legalidad".

La propuesta del grupo popular denuncia que muchos establecimientos de este tipo "operan como auténticos puntos de venta de drogas con ánimo de lucro, en abierta vulneración del marco legal o están directamente relacionados con redes de narcotráfico y turismo de drogas". Además, acusa a estos locales de generar "problemas de orden público, consumo en la vía pública y degradación del entorno urbano".

Por todo ello, el PP de Barcelona pide una "auditoría integral" de todos los clubes cannábicos de la ciudad, así como "suspender cautelarmente la actividad en aquellos locales sobre los que existan indicios fundados de actividad ilegal".

También reclaman la creación de "una unidad especial de inspección conjunta (Urbanismo, Guardia Urbana y Salud Pública) que actúe de forma sistemática sobre estos locales", especialmente en barrios como el Raval, el Besòs, Trinitat Vella o el Poble Sec, donde piden reforzar la vigilancia policial e instalar cámaras de videovigilancia.