¿Qué obras de arte catalanas desaparecieron con el nazismo?

En los últimos años hemos visto como han sido recuperadas obras de arte fruto del expolio llevado a cabo por los jerarcas nazis durante el tiempo en el terrible tiempo en el que Adolf Hitler y sus criminales compañeros estuvo en el poder. Sin embargo, todavía hay mucho por localizar y algunas de estas piezas están vinculadas con el arte catalán que permanecía en manos privadas en los años 30 y 40. Veamos algunos ejemplos.

Ludwig Kainer, pese a que empezó estudiando la carrera de Medicina, se convirtió en un artista interesado en el mundo de la prensa y la arquitectura. Formado en París, donde quedó impactado con los impresionistas, también estuvo vinculado con los Ballets Rusos. Tuvo dos matrimonios siendo el segundo de ellos con Margaret Levy, heredera de un rico comerciante. La pareja construyó una importante colección privada con joyas de diferentes autores, un fondo formado por 400 trabajos. Todo fue confiscado en 1935 y nunca ha vuelto a ser localizado. Se sabe que en este conjunto había una Santa Bárbara del maestro Lluís Borrassà, uno de los más importantes representantes del gótico catalán.

Paul Oppenheim fue un industrial alemán con mucho prestigio. Hijo de un comerciante de gemas, logró hacer fortuna con su trabajo en la industria química. Con su fortuna ayudó a nombres como Albert Einstein con quien tuvo una gran amistad, además de crear una sobresaliente colección de arte, la misma que fue requisada por los nazis. Aún siguen en paradero desconocido, como es el caso de una pintura sobre madera de Jaume Serra, concretamente una "Adoración del niño" de hacia 1450.

 Pero no todo es pintura medieval. En ese periodo, John Anthony Thwaites, un crítico de arte británico que se instaló en Alemania, pudo construir una colección especialmente centrada en el arte contemporáneo, su especialidad como divulgador. Se sabe que era propietario de una pintura de Joan Miró que en 1939 desapareció de sus fondos y que no ha vuelto a ser recuperada.