
Arte
Xavier Vilató: «Hasta los 45 años no quise hablar de mi relación con mi tío Pablo Picasso»
El reconocido artista hace balance de su carrera con una exposición en la Galeria Joan Gaspar

La Galeria Joan Gaspar cierra el curso por todo lo alto, con una fascinante y mágica exposición con obra de varios periodos en la carrera de Xavier Vilató. El artista nos propone una muestra que, además de los grabados y las pinturas que inundan las paredes de la sala, también se traslada al mismo escaparate de la galería donde ha realizado para la ocasión un imponente mural. «Me gusta intervenir. Es un reto. Tengo la impresión de esta manera de ejercer mi oficio haciendo algo que es efímero y que se queda en el recuerdo de la gente. Es también una manera de agradar a la calle, hacer una pintura para la gente, que es gratis y la pueden disfrutar. Tengo la impresión, en ese momento, de estar incluido en la sociedad, de no ser alguien aislado hablando con los dioses del arte», explicó en diálogo con este diario.
De dioses del arte sabe mucho, también por herencia, al ser hijo del pintor Javier Vilató y ser sobrino del gigante del siglo XX Pablo Picasso. ¿Pesa mucho ese ADN al ponerse ante la tela en blanco? «Todos tenemos ADN, tanto usted como yo. Tengo 66 años y hasta los 45 años no hablaba de mi relación con Pablo porque veía que era algo peligroso, algo que podía dar una visión equivocada. He sido artista para hablar con ellos y me han dado fuerza. Es algo que no he visto como un “handicap” sino como una apertura. Cuando iba a un taller en el que había estado mi tío era una alegría y una ayuda. Así que si quería que vieran mi trabajo no hablaba de esto. Me quedé con el nombre de Xavier e hice mi carrera de esta forma. Cuando las cosas empezaron a ir bien y murió mi padre, me di cuenta que había cosas que había vivido. Fue entonces cuando empecé a contar, a explicar. No he querido que me pesara el pasado», dijo.
Hablar de Picasso se vuelve inevitable con Xavier Vilató quien, en la actualidad ultima un libro de vivencias sobre lo mucho que ha contemplado y vivido. «El Picasso del que hablan no corresponde al que he vivido. A veces tengo la impresión que llegan a Londres con un plano de París. Para mucha gente Pablo ha sido generosidad porque ayudó a miles de gentes, habiendo cosas que no se saben porque lo bueno no se cuenta. Una historia algo escabrosa siempre vende en papel. Como no saben explicar su pintura, van a otro sitio», comentó. Xavier Vilató reconoció que «cualquiera que mira un cuadro sigue hablando con el pintor, aunque lleve 500 años muertos. El arte es un misterio». Pero hay en todo esto también el querer acercarse a todo tipo de públicos. El pintor se siente más satisfecho, como él mismo contó, al saber que un niño ha estado comiendo en casa durante años con uno de sus cuadros en la pared. «Para mí eso es mucho mejor que cualquier medalla que me pudieran entregar. Eso es lo que verdaderamente me importa», concluyó.
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