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¿Y si la vida se dispersa por la galaxia a bordo de asteroides?

Un nuevo estudio arroja luz sobre la hipótesis de la panspermia.

Recreación artística de un planeta rocoso en proceso de formación.
Recreación artística de un planeta rocoso en proceso de formación.NASA

El registro fósil sugiere que la historia de la vida en la Tierra se remonta hasta hace al menos unos 3 500 millones de años, la edad de los microfósiles de bacterias más antiguos que se han encontrado hasta la fecha. Pero estos primeros organismos microscópicos no surgieron de la nada: todo apunta a que las bacterias debieron ser descendientes de unas primeras moléculas autorreplicantes muy simples que ganaron complejidad a través de presiones evolutivas.

Sin embargo, existe una hipótesis llamada panspermia que postula que la vida terrícola no se originó en la Tierra.

La panspermia

En primer lugar, en este artículo no vamos a hablar de civilizaciones extraterrestres que se dedican a transportar seres vivos entre sistemas solares. La vida podría saltar de planeta en planeta a bordo de meteoritos sin la intervención de ninguna inteligencia superior.

Si un granasteroide impacta con un planeta, la colisión puede llegar a eyectar fragmentos de su superficie «hacia arriba» a suficiente velocidad como para que escapen de sus garras gravitatorias y empiecen a vagar por el espacio interplanetario. Una prueba de que este fenómeno ocurre con relativa frecuencia es que en la Tierra se han encontrado meteoritos que provienen de la Luna, Marte o el asteroide Vesta. Estos fragmentos de roca fueron arrancados de la superficie de estos cuerpos celestes por algún gran impacto y han acabado cayendo sobre nuestro planeta.

Pues, bien, si la colisión fuese lo bastante energética y el planeta estuviese habitado por formas de vida microscópicas, cabría la posibilidad de que algunos fragmentos de roca fuesen eyectados al espacio interplanetario cargados de esporas o bacterias. Si el fragmento es lo bastante grande, la roca escudaría a los microorganismos del vacío y la radiación espacial y los podría mantener vivos durante el tiempo necesario para que alcancen otro sistema solar (cientos de miles o hasta millones de años) y se precipiten sobre uno de sus planetas. Una vez en la superficie, las bacterias podrían colonizar el nuevo mundo e incluso dar pie a la evolución de formas de vida más complejas… Siempre y cuando su nuevo hogar sea habitable, claro.

Esta dispersión de la vida por la galaxia a bordo de rocas se llama litospermia, pero existe una segunda vía en la que los organismos microscópicos son eyectados al espacio «al desnudo» y la presión de radiación de las estrellas los acelera y los transporta hasta otros sistemas solares. Este segundo escenario se llama radiospermia.

Teniendo estos dos fenómenos en cuenta, los autores de un nuevo estudio han evaluado cómo de probable es que ocurra la panspermia a lo largo de la galaxia.

Semillas galácticas

Los autores del estudio han construido un modelo informático simplificado de una galaxia espiral para para averiguar qué probabilidades tiene de producirse una transferencia de vida entre planetas, tanto por litopanspermia como por radiopanspermia. Sus simulaciones indican que el resultado depende fuertemente de la zona de la galaxia en la que tenga lugar.

Las galaxias espirales no son homogéneas, ya que su región central y sus brazos espirales contienen una concentración de estrellas mucho mayor que el resto de su disco. Este detalle es un arma de doble filo. Por un lado, la probabilidad de que la vida se transfiera con éxito de un sistema solar a otro es más elevada en las regiones donde las estrellas están más cerca unas de otras. Pero, por otro, la probabilidad de que aparezca vida en estas regiones es inferior. El motivo es que puede ser extinguida con mucha más facilidad por una supernova cercana o por el impacto de un gran asteroide (debido a que las perturbaciones gravitatorias de tantos astros cercanos pueden desviar más asteroides).

Este estudio no demuestra que la vida puede viajar de un planeta a otro, pero, al menos, sugiere que es un escenario posible. De hecho, sus autores concluyen que la panspermia es un escenario menos eficiente para llenar la galaxia de vida que la evolución de vida prebiótica a partir de esas moléculas autorreplicantes complejas. Aun así, este estudio sugiere que los lugares más aptos para que ocurra la panspermia son aquellos donde existe un equilibrio entre dos variables: la probabilidad de que la vida se transfiera con éxito entre dos sistemas solares (que es más alta en el centro de una galaxia y baja en el exterior) y la habitabilidad media de los planetas a lo largo de la galaxia (que es baja en el centro y alta en el exterior).

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Aunque se han encontrado meteoritos tanto en la Tierra, en Marte, en la Luna e incluso sobre un asteroide, ninguno de ellos hasta ahora ha presentado signos de contener vida.

REFERENCIAS (MLA):

  • Raphael Gobat et al. “Panspermia in a Milky Way–like Galaxy”, The Astrophysical Journal, 921, 157 (2021).