Espacio

Misión Axiom 1: Tres millonarios despegan hacia la Estación Espacial Internacional

La misión ha despegado con éxito, pero es pronto para cantar victoria

Momento en que la cápsula Dragon se ha separado de la segunda etapa de Falcon 9
Momento en que la cápsula Dragon se ha separado de la segunda etapa de Falcon 9La Razón

Axiom Mission 1 ha despegado en un cohete de la empresa privada Space X y se dirige a la Estación Espacial Internacional para que sus tripulantes pasen en ella ocho días. La tripulación despegó desde Cabo Cañaveral en una cápsula Crew Dragon propulsada por un cohete Falcon 9 y ya están en órbita.

Además del exastronauta de la NASA de origen español Miguel López Alegría, que comanda la nave, los otros tres civiles que viajan rumbo a la EEI, donde estarán ocho días, son el estadounidense Larry Connor, que servirá como piloto; el canadiense Mark Pathy y el israelí Eytan Stibbe, estos dos como especialistas.

Tripulación de la Axiom 1 que viaja en una nave espacial de SpaceX a la Estación Espacial Internacional, (i-d) el piloto Larry Connor; el comandante, Miguel López-Alegría; el especialista, Mark Pathy, y el especialista, Eytan Stibbe.
Tripulación de la Axiom 1 que viaja en una nave espacial de SpaceX a la Estación Espacial Internacional, (i-d) el piloto Larry Connor; el comandante, Miguel López-Alegría; el especialista, Mark Pathy, y el especialista, Eytan Stibbe.Axiom SpaceAxiom Space EFE

Menos de diez minutos después del lanzamiento desde una plataforma del Centro Espacial Kennedy la primera etapa del Falcon 9, que hoy cumple su quinta misión, ha aterrizado sin contratiempos en una plataforma colocada en el Atlántico para su posterior reutilización.

Se trata de una colaboración con la NASA donde, por primera vez, nadie trabaja activamente en una agencia espacial. No obstante, el comandante en este caso es Miguel López-Alegría, antiguo astronauta de la NASA. Los tres pasajeros han pagado una fortuna por sus “billetes” y son: Larry Connor, socio gerente de una empresa de apartamentos de lujo; Mark Pathy, director general de una empresa de inversiones; y Eytan Stibbe, inversor y ex piloto de las Fuerzas Aéreas israelíes. A ellos se ha sumado un conejo de peluche que ya se ha hecho con los astroaficionados en las redes sociales. Hasta el momento, todo ha salido según estaba planeado y no hay motivo para pensar que el viaje pueda truncarse. Esa es la noticia.

 

Es importante, pero... ¿tanto?

Es un hito, sin duda, pero hay muchos tipos de hitos. Algunos suponen revoluciones científicas, o tecnológicas, otros son puntos de inflexión sociales o económicos. Otras veces no tenemos claro qué aportan, pero algo nos dice que son importantes. Suele deberse a la inercia. Durante mucho tiempo soñamos con que ocurra algo que parece imposible: como que el turismo espacial se haga realidad. Eso significa que, en cuanto algo suena mínimamente familiar, acabará saltando a los titulares. Su valor es la escasez, que nunca haya pasado. El problema es que, cuando estas cosas ocurren, rara vez ocurren solas, suelen ser los primeros pasos de un cambio gradual y lento, por lo que poco a poco y con cuentagotas, aparecen hitos prácticamente idénticos, pero que aprovechan la inercia de lo que un día creíamos imposible para abrirse camino hasta los medios.

La verdadera cuenta atrás

Por supuesto que el “turismo espacial” sigue siendo una rareza, pero lo es menos que hace un año y, sin duda, menos que hace un mes. Ahora mismo, suponga o no una novedad social, tecnológica, económica o científica de interés, la inercia de la novedad será suficiente para valerle la atención mediática. Pero la novedad terminará agotándose, porque las caras nuevas pasan de moda, y, de repente, ya no disfrutan de la indulgencia de los medios. Las viejas glorias no lo son por caer en desgracia, sino porque, cuando pasa la novedad, empiezan a tener que demostrar que merecen la atención que una vez tuvieron por defecto.

Tiempos de cambio

Ese momento se acerca y, al igual que los aviones no cuentan con el romanticismo de hace un siglo, estos cohetes turísticos acabarán siendo vistos como sofisticados autobuses de lujo, impresionantes y poderosos, pero mucho más próximos a otros transportes que a hitos de la humanidad. Porque más que científica, la novedad es empresarial. Son noticias en las que corporaciones privadas usan, casualmente, tecnología aeroespacial, pero donde lo realmente llamativo son sus pulsos comerciales que, disfrazados de logros de la humanidad, alcanzan la presencia mediática que cualquier empresa desearía. En los medios, estas misiones siempre han sido territorio de las secciones de ciencia, pero es cuestión de tiempo que sociedad tome el relevo.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Que algo no tenga importancia científica o tecnológica de manera directa no quiere decir que no tenga importancia en absoluto, por supuesto. Es más, la palabra “directa” es importante, porque pocas cosas relevantes carecen de efecto sobre la ciencia y la tecnología.

REFERENCIAS (MLA):