Descubrimiento
Adiós al Sistema Solar como lo conocemos: astrónomos confirman un nuevo planeta orbitando más allá de Plutón
A pesar de los grandes logros tecnológicos, seguimos enfrentándonos a misterios que desafían nuestra comprensión
Desde la antigüedad, el ser humano ha mirado al cielo con curiosidad y asombro. El sistema solar, ha sido objeto de estudio continuo por parte de astrónomos, físicos y exploradores del espacio. Cada avance científico nos permite comprender un poco más sobre el lugar que ocupa la Tierra en este vasto entramado cósmico, pero aún queda mucho por descubrir.
Nuestro planeta, único en albergar vida, al menos según lo que sabemos, forma parte de una maquinaria espacial compleja y en constante movimiento. A pesar de los grandes logros tecnológicos, seguimos enfrentándonos a misterios que desafían nuestra comprensión. La reciente investigación sobre un posible nuevo planeta más allá de Plutón demuestra que el universo guarda secretos que apenas comenzamos a desvelar.
¿Qué sucede con el Sistema Solar?
Un equipo de astrónomos de la Universidad de Taiwán ha encendido las alarmas de la comunidad científica internacional al sugerir la existencia de un noveno planeta en el sistema solar. A pesar de que aún no tiene nombre oficial, este objeto podría cambiar para siempre nuestra percepción del cosmos.
Actualmente, el sistema solar está compuesto por ocho planetas principales: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Plutón, relegado desde hace años a la categoría de planeta enano, se encuentra más allá de la órbita de Neptuno. Sin embargo, un estudio basado en datos obtenidos entre 1986 y 2006 por el satélite astronómico infrarrojo IRAS y el satélite japonés AKARI ha revelado la posible presencia de un nuevo cuerpo celeste orbitando el Sol a una distancia de entre 46.500 millones y 65.100 millones de millas.
¿Cómo es el nuevo planeta?
Este objeto tendría una masa estimada entre siete y 17 veces la de la Tierra, lo que lo clasificaría como un gigante helado, una categoría que comparten planetas como Neptuno o Urano. Las temperaturas que lo rodean podrían alcanzar los -200 grados Celsius, y su órbita sería tan amplia que tardaría entre 10.000 y 20.000 años en completar una vuelta alrededor del Sol.
La investigación se basa en patrones anómalos detectados en el Cinturón de Kuiper, una región helada situada más allá de Neptuno. Allí, el objeto fue identificado en dos imágenes históricas, lo que ha motivado a los científicos a continuar con las observaciones para confirmar si se trata realmente de un planeta y si cumple con todos los criterios establecidos por la Unión Astronómica Internacional.
¿Cómo se confirma que es un planeta?
Para que este nuevo cuerpo celeste pueda ser clasificado como un planeta, debe cumplir con tres requisitos esenciales:
- Orbitar una estrella, en este caso, el Sol.
- Tener suficiente masa para mantener una forma esférica, lo que requiere una gravedad significativa.
- Haber limpiado su órbita, es decir, no compartir su zona con otros objetos de tamaño comparable.
Por ahora, su estatus permanece en duda, y los astrónomos continúan recopilando evidencia. Si se confirma, estaríamos ante uno de los descubrimientos más importantes de la astronomía. Un nuevo miembro del sistema solar que podría responder muchas preguntas sobre la formación y evolución del universo, y quizás plantear otras aún más complejas.