Oncología

Una bacteria submarina efectiva contra el cáncer

La clave está en un polisacárido que ha demostrado sus efectos antitumorales en células humanas con leucemia y cáncer de hígado.

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Las pruebas en células humanas con leucemia han sido muy efectivasPickpikPickpik

Hecho científico número uno: aún nos queda por explorar, al menos, un 90% de los océanos. Dato número dos, cerca de un 70% de los nuevos fármacos que descubrimos, vienen directamente de la naturaleza. Es, por lo tanto, bastante obvio que los océanos pueden convertirse en un recurso esencial para el conocimiento de curas o tratamientos para diferentes enfermedades.

Científicos de todo el planeta están explorando activamente diversos organismos, incluyendo invertebrados marinos, plantas terrestres e incluso insectos, en busca de compuestos bioactivos con aplicaciones farmacéuticas.

En este sentido, el océano es una fuente de compuestos únicos, especialmente de invertebrados como esponjas, tunicados y caracoles cono. Por ejemplo, las conotoxinas de los caracoles cono son conocidas por sus potentes propiedades analgésicas. Mientras que ciertas algas siguen siendo una valiosa fuente de inmunomoduladores para el tratamiento del cáncer y como adyuvantes de vacunas.

Ahora, un equipo de científicos de la Academia China de las Ciencias ha hecho un hallazgo de enorme potencial para el tratamiento del cáncer. Promover la piroptosis, una forma inflamatoria de muerte celular programada, se ha convertido en una prometedora estrategia de tratamiento contra el cáncer.

En un estudio publicado en The FASEB Journal, científicos liderados por Chaomin Sun, purificaron una molécula de azúcar de cadena larga, o exopolisacárido, de bacterias de aguas profundas y demostraron que desencadena la piroptosis para inhibir el crecimiento tumoral.

El compuesto, llamado EPS3.9, está formado por manosa y glucosa (básicamente dos tipos de azúcar) y es producido por la cepa bacterianaSpongiibacter nanhainus (descubierta recientemente) y otros miembros del género Spongiibacter.

Los análisis mostraron que EPS3.9 puede actuar directamente sobre cinco moléculas de fosfolípidos de membrana y ejercer toxicidad tumoral al estimular la piroptosis en células de leucemia humana. EPS3.9 también tuvo efectos antitumorales significativos en ratones con cáncer de hígado y activó la respuesta inmunitaria antitumoral.

“Nuestro trabajo no solo proporciona una base teórica para desarrollar más fármacos basados en carbohidratos, sino que también resalta la importancia de explorar los recursos microbianos marinos”, concluye Sun.