Imperio Romano

La ciencia también piensa cada día en el Imperio Romano

Las investigaciones en una ciudad romana descubierta en el sur de la región de Lacio muestran que su decadencia fue 300 años posterior a lo esperado

Los restos del teatro (abajo) y la basílica (arriba) de Interamna Lirenas, vistos desde arriba.
Los restos del teatro (abajo) y la basílica (arriba) de Interamna Lirenas, vistos desde arriba. Alessandro LaunaroAlessandro Launaro

Comienza un nuevo día y, con él, una cuenta atrás. Quedan menos de 24 horas para pensar en el Imperio Romano. Afortunadamente, el día de hoy queda convalidado al leer este artículo sobre una ciudad de la época. A partir del siglo tercero comenzó la decadencia del Imperio Romano. La extensión de su territorio, la deuda acumulada por los enormes gastos militares de las campañas y las tensiones políticas debilitaron lentamente el que fuese el mayor imperio del Mediterráneo. Sin embargo, no todas las ciudades sufrieron esta decadencia al mismo tiempo. Gracias al empleo de tecnología vanguardista, un equipo de arqueólogos liderados por la Universidad de Cambridge ha reescrito parte de la historia de una ciudad denominada Interamna Lirenas, que prosperó cuando todo a su alrededor se desmoronaba.

Después, todo esto fue campo

Ante la rápida expansión de las ciudades modernas, una de las frases más repetidas por los que llevan años viviendo en un mismo lugar es, sin duda, “antes, todo esto era campo”. Pero cuando los arqueólogos investigan la historia antigua muchas veces encuentran lo contrario. Donde antes se erigía un asentamiento lleno de hogares y vida, ahora la naturaleza -o los agricultores- se ha adueñado del terreno, lo que borra las evidencias de las historias que un día se crearon en aquel lugar. Ahora bien, bajo decenas de metros de tierra y materia orgánica se pueden seguir encontrando vestigios del pasado y, como muestra el caso de Interamna Lirenas, estos restos se pueden encontrar en los lugares menos esperados.

El yacimiento de Interamna Lirenas era tan poco prometedor que nadie había excavado aquellas tierras anteriormente. La superficie no mostraba ningún rastro de edificio ni ninguna prueba visible más que restos de cerámica rota. La mayoría del terreno era campo abierto, lo que no era muy alentador, pero permitía poner a prueba nuevas tecnologías que permitiesen explorar las distintas capas de terreno, como la prospección con radar de penetración terrestre. Esta técnica geofísica no es destructiva ni requiere alterar el terreno, si no que emplea señales electromagnéticas para localizar objetos o estructuras enterradas en los primeros metros de suelo.

Una ciudad llena de sorpresas

Tras inspeccionar 250.000 metros cuadrados, los arqueólogos encontraron estructuras que se asemejaban a casas, templos, baños y hasta un teatro que databan de la época romana. Unos meses después y, tras pedir los permisos necesarios, comenzaron las excavaciones y, poco a poco, los restos ocultos volvieron a la superficie. Las investigaciones posteriores mostraron que la ciudad no había sido arrasada, si no que fue abandonada por sus habitantes a finales del año 600 de nuestra era. Anteriormente se pensaba que el apogeo de esta ciudad ocurrió entre los siglos 1 a.C. y 1 d.C., pero un posterior reanálisis de los restos muestran que la ciudad creció y prosperó hasta finales del siglo tercero. Los investigadores estiman que, en su época de mayor esplendor la pequeña urbe estaría habitada por unas 2000 personas.

Plano de Interamna Lirenas que muestra la distribución de los distintos tipos de edificios.
Plano de Interamna Lirenas que muestra la distribución de los distintos tipos de edificios.Alessandro LaunaroAlessandro Launaro

Interamna Lirenas fue una ciudad situada en un enclave estratégico, ya que se encontraba en el punto de confluencia entre los ríos Liri y Spalla Bassa y por allí pasaba la Via Latina, una de las más importantes de la Península Itálica. Como se descubrió en unos escritos del siglo XIX, Julio César fue patronus de esta ciudad en el año 46 a.C. para tratar de consolidar su apoyo durante las guerras civiles. Aunque durante esa época aumentó su población al ser habitada por soldados retirados, la construcción de un puerto fluvial y de otras estructuras comerciales fueron las que le permitieron crecer y prosperar durante los siguientes 400 años.

Ciencia para la historia

Para tratar de reconstruir la historia, los investigadores se centraron en la dispersión y la procedencia de los restos cerámicos hallados en el yacimiento. Tras analizar decenas de miles de piezas encontraron que los resultados obtenidos en las excavaciones de los años 80 eran erróneos. Pero fue el posterior hallazgo de 3 baños y de un teatro con capacidad para 1500personas lo que acabó de confirmar la riqueza del asentamiento. El teatro contaba con tejado, una mejora sustancial con los habituales teatros a cielo abierto que se encontraban en muchas otras ciudades. Además, estaba cubierto con mármoles importados de distintas ciudades, por lo que el edificio probablemente servía como un símbolo de estatus.

Impresión artística del interior del teatro Interamna Lirenas desde el patio de butacas, mostrando la scaena, fachada del escenario.
Impresión artística del interior del teatro Interamna Lirenas desde el patio de butacas, mostrando la scaena, fachada del escenario. Alessandro LaunaroAlessandro Launaro

Unas inscripciones que datan entre el siglo 3 y 4 indican que Anoptes, un liberto de la poderosa familia Sulpicii Galbae, financió parte de unas mejoras al teatro. Además, al comerciante M. Sentius Crispinus se le concedió un bisellium, es decir, un asiento doble, por sus generosas donaciones. Los arqueólogos sugieren que esto significa que, mientras el Imperio Romano había entrado en un periodo de decadencia, el teatro de Interamna Lirenas probablemente lucía mejor que nunca y la ciudad rebosaba de vida. Otra inscripción también informa de la restauración de uno de los baños financiadas por M. Sentius Redemptus en el año 408 d.C., lo que mostraría la riqueza de algunos habitantes de la ciudad. Todavía quedan lugares del yacimiento en los que resulta imposible excavar, como el puerto, pero empleando las nuevas tecnologías podrían lograr esclarecer la historia de esta ciudad y, sobre todo, comprender por qué fue abandonada y si fue la única en prosperar mientras el Imperio Romano llegaba a su fin.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Actualmente los historiadores han descrito más de 200 factores que influyeron en la caída del Imperio Romano.
  • La extensión máxima del Imperio Romano llegó a rodear todo el Mediterráneo, de ahí “el mayor imperio del Mediterráneo”. Sin embargo, técnicamente, otros imperios con mayor extensión también tocaron las aguas de este mar. Por orden serían: El Imperio británico (gracias a los asentamientos egipcios), el mongol (Llegó hasta la actual Turquía), el español, el francés, el Califato omeya, el abasí, el rashidun y, finalmente, el Imperio Romano.

Referencias (MLA):

  • A. Launaro ‘Interamna Lirenas: how special?’ in A. Launaro (ed.), Roman Urbanism in Italy: Recent Discoveries and New Directions (Oxford, 2023)