
Astronomía
Ni cometa ni asteroide: el científico de Harvard es tajante sobre el objeto 3I/ATLAS
El desconcertante cometa interestelar 3I/ATLAS atraviesa el sistema solar con una misteriosa anticola que apunta al Sol, una anomalía que un astrónomo ya valora como posible tecnología extraterrestre

Dos sondas espaciales, la Juno de la NASA y la Juice de la Agencia Espacial Europea (ESA), se preparan para un encuentro que no estaba en sus planes originales. Mientras operan en las cercanías de Júpiter, ambas misiones tendrán en los próximos meses una oportunidad única de observación que podría resolver uno de los misterios más recientes de la astronomía. La comunidad científica aguarda con enorme interés los datos que puedan recoger de un extraño visitante cósmico.
De hecho, el protagonista de esta expectación es 3I/ATLAS, un enigmático viajero interestelar que atraviesa nuestro sistema solar exhibiendo un comportamiento absolutamente anómalo. Los astrónomos, que sospechan que podría tratarse de un cometa, están perplejos ante su rasgo más desconcertante: una «anticola» que, en contra de toda lógica, apunta directamente hacia el Sol en lugar de alejarse de él, como dicta la física conocida. Esta extraña característica ha sido corroborada por varios observatorios, los cuales han confirmado que 3I/ATLAS tiene algo verdaderamente inquietante que desafía las explicaciones convencionales.
Además, las observaciones han confirmado que el objeto no solo tiene esa extraña estela, sino que también emite gases como cianuro y níquel en ambas direcciones, tanto hacia el Sol como en sentido opuesto. El enigma se complica porque esta actividad gaseosa se produce sin el rastro de polvo esperado, lo que dificulta aún más su clasificación y alimenta las especulaciones sobre su verdadera naturaleza, un galimatías que ha recogido el medio Futurism.
Las claves de un rompecabezas cósmico
Ante este escenario, los científicos barajan varias hipótesis para explicar lo que ven. Una de las teorías más conservadoras sugiere que la anticola podría ser, en realidad, una simple ilusión óptica generada por nuestra perspectiva desde la Tierra. Otra posibilidad más compleja apunta a que el núcleo del objeto, al girar, estaría expulsando partículas de polvo de un tamaño considerable, tan pesadas que el viento solar no tendría fuerza para desviarlas.
Por otro lado, el conocido astrónomo de Harvard Avi Loeb, célebre por sus audaces teorías sobre la vida fuera de nuestro planeta, no ha tardado en pronunciarse. Fiel a su estilo, ha calificado la anticola de 3I/ATLAS como una verdadera anomalía y lo ha situado en un 4 sobre 10 en su particular escala de posible tecnología extraterrestre, una puntuación que, sin ser definitiva, refleja el gran interés que suscita el objeto. Este tipo de especulaciones sobre posibles artefactos no son nuevas, pues otros hallazgos como el de una extraña estructura cuadrada en Marte también han generado un intenso debate en el pasado.
En cualquier caso, el misterio que envuelve a este peregrino de las profundidades del espacio podría tener los días contados. Serán los datos que recojan las sondas Juno y Juice los que, con suerte, arrojen luz sobre la identidad y el comportamiento de 3I/ATLAS. Hasta entonces, la comunidad científica aguarda expectante las conclusiones que puedan resolver, de una vez por todas, este fascinante rompecabezas cósmico.
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