Mascotas

¿Cómo evitar que tu gato arañe los muebles? Un estudio científico nos da las soluciones

Investigadores de la Universidad de Ankara ha analizado los factores más presentes en gatos que arañan el mobiliario y ofrecen soluciones

5 mitos muy dañinos sobre los gatos
5 mitos muy dañinos sobre los gatosRedes sociales

Casi todas las personas han tenido una mascota en algún momento de su vida. De hecho, en el presente, el 46% de los europeos tienen un animal. Sin embargo… ¿Cuántos tienen nociones básicas sobre comportamiento animal? La respuesta es que muy pocos, porque la intuición no es conocimiento y, aunque es una herramienta muy poderosa, también perpetúa nuestros sesgos antropocéntricos. Hay quien sigue pensando que las mascotas sonríen y mueven la cola porque están alegres y, como estos, hay infinidad de mitos sin base científica. Por suerte, una investigación de la Universidad de Ankara (Turquía), ha publicado una serie de estrategias con aval científico para evitar que tu gato arañe los muebles.

Puede parecer una exageración esperar que los “propietarios” de una mascota se estudien cuestiones básicas de comportamiento animal, pero con una mascota viene una responsabilidad y el conocimiento repercute positivamente tanto en el bienestar de las mascotas como en el nuestro. Uno de los ejemplos más evidentes es, precisamente, el de los arañazos y mordiscos en el mobiliario. La mayoría de los dueños buscan extinguir el comportamiento mediante castigos o, con suerte, a través de recompensas. Sin embargo, los resultados dejan mucho que desear e, incluso cuando funcionan, pueden afectar negativamente al animal. Hay otras formas de lidiar con ese tipo de comportamientos y de eso trata el artículo publicado en Frontiers in Veterinary Science.

¿Por qué?

Normalmente, el principal problema viene de dónde ponemos el foco. No es lo mismo entender el rascado de los muebles como un inconveniente para nosotros que como un signo de que algo le ocurre a nuestra mascota. Por decirlo así: imagina que tu única manera de lidiar con el estrés fuera dibujar y no te dieran superficies para hacerlo. Posiblemente acabarías pintando las paredes. Ahora imagínate que tu pareja vuelve a casa y, al ver las paredes pintadas, te prohíbe volverlo a hacer, pero sin ofrecerte una solución para gestionar tu ansiedad. Puede que dejes de pintar las paredes, pero eso no soluciona el verdadero problema de fondo, es más, puede que lo empeore.

Los animales tienen instintos y necesidades y si no los satisfacen pueden sufrir estrés. Si el gato no tiene superficies adecuadas para afilar sus uñas, si los estímulos de su entorno no son los adecuados o si no se siente seguro, puede que acabe arañando los muebles. Entender esto es el primer paso para un cuidado responsable de nuestras mascotas y, ahora sí, llegamos a las recomendaciones de la Universidad de Ankara.

¿Qué podemos hacer?

Los expertos han analizado el entorno de los gatos que rascan el mobiliario y de aquellos que no lo hacen y, a partir de estos datos, han logrado encontrar ciertos patrones. Al parecer, las características que diferencian ambos grupos son: la presencia de niños en casa, los rasgos de personalidad del gato y sus niveles de actividad. Dicho de otro modo: los gatos que más dañan los muebles suelen estar en entornos con presencia de niños, suelen tener personalidades agresivas o disruptivas y demasiada actividad nocturna.

Sin embargo, como librarse de los niños o cambiar la personalidad de un gato no son las formas más adecuadas de lidiar con esta situación, los investigadores recomiendan centrarse en su actividad. En sus propias palabras, conviene “proporcionar lugares seguros para que se escondan, puntos elevados de observación y amplias oportunidades de juego puede ayudar a aliviar el estrés y a involucrar al gato en actividades más constructivas,” señaló Salgirli Demirbas, uno de los investigadores.

Según el estudio, es importante no excitarlos demasiado por la noche, cuando nosotros nos vamos a ir a dormir y ellos se vayan a quedar solos. Sería más interesante establecer múltiples sesiones de juego cortas durante el día, más parecidos a las cacerías que harían en libertad.

A lo que Salgrili Demirbas concluye que “Comprender las motivaciones emocionales subyacentes del comportamiento de rascado, como la frustración, que parecen estar vinculadas a los rasgos de personalidad y los factores ambientales, permite a los cuidadores abordar estos problemas directamente.”

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Evidentemente, existen multitud de excepciones, y habrá gatos agresivos, que viven en ambientes llenos de niños y que no rascan muebles, pero este tipo de estudio nos habla de tendencias, porque esa es la única manera de poder hacer recomendaciones suficientemente generales para que les resulten útiles al gran público.

REFERENCIA (MLA):