Astronomía
Confirmado por las imágenes: el 3I/ATLAS es algo que nunca hemos visto antes
El descubrimiento de una composición química jamás vista, con una extraña abundancia de níquel sin hierro, en el objeto interestelar 3I/ATLAS abre la puerta a un nuevo tipo de cometa procedente de más allá del sistema solar
La comunidad astronómica internacional tiene la vista puesta en los años 2025 y 2026. La razón no es otra que la llegada de las sondas Juice y Juno a las proximidades de un objeto que ha puesto en jaque buena parte de lo que se sabía sobre la química del cosmos. Se trata de 3I/ATLAS, un visitante interestelar que desafía a los científicos con una composición y un comportamiento que no encajan en ningún modelo conocido, obligando a replantearse las teorías sobre la formación de estos cuerpos celestes. De hecho, tanto la NASA como la ESA han confirmado que el objeto interestelar 3I/ATLAS es extremadamente raro, validando la creciente fascinación y el desconcierto en la comunidad científica.
De hecho, lo primero que llama la atención de este viajero cósmico es su apariencia. Las imágenes captadas hasta ahora revelan la ausencia de una cola de polvo tradicional. En su lugar, el cometa luce una «anticola», una extraña extensión de material que, en un alarde de rebeldía cósmica, apunta directamente hacia el Sol en lugar de alejarse de él, como dicta la norma para estos objetos helados que surcan el espacio.
Sin embargo, el verdadero rompecabezas se esconde en su composición química. Las observaciones del potente telescopio Keck II, en Hawái, han revelado una anómala abundancia de níquel gaseoso en su atmósfera. Lo verdaderamente desconcertante es que este níquel aparece prácticamente solo, sin el hierro que suele acompañarle en el universo.
La hipótesis de un proceso químico natural e insólito
Ante este enigma, los investigadores barajan una explicación que parece sacada de la ciencia ficción: en el núcleo de 3I/ATLAS podría estar ocurriendo un mecanismo químico insólito. La teoría principal apunta a un proceso de carbonilo que se da de forma natural en su interior, liberando el níquel de manera muy eficiente sin afectar a otros metales pesados como el hierro. Esta idea se ve reforzada al comprobar que el níquel se concentra más cerca del núcleo que otros gases como el cianuro. Este tipo de hallazgos se suma a otros descubrimientos recientes, como el de un misterioso objeto en el espacio que también descoloca a los científicos, demostrando que el universo aún guarda muchas sorpresas.
Por todo ello, este cometa no es solo una curiosidad astronómica, sino un mensajero de otro sistema estelar que trae consigo información de un valor incalculable. Desentrañar los secretos de 3I/ATLAS podría reescribir lo que sabemos sobre los materiales primigenios que dan forma a los mundos. Las futuras misiones espaciales serán, por tanto, cruciales para entender no solo a este peculiar viajero, sino también los vastos y misteriosos procesos que tienen lugar en el espacio profundo.