Paleontología

Descubren que los dinosaurios no vienen de donde nosotros creíamos

Los dinosaurios no avianos pudieron surgir millones de años antes de lo que pensábamos y en entornos mucho más secos

Nyasasaurus podría ser el dinosaurio más antiguo conocido, o bien un pariente cercano de los primeros dinosaurios.
Nyasasaurus podría ser el dinosaurio más antiguo conocido, o bien un pariente cercano de los primeros dinosaurios.Mark Witton / Los Fideicomisarios del Museo de Historia Natural, LondresEurekalert

¿Cómo desaparecieron los dinosaurios no avianos? Es una de las cuestione que más interés genera entre los aficionados a la paleontología, pero, aunque todavía quedan algunas preguntas abiertas sobre su extinción, tenemos una idea bastante aproximada de lo que sucedió. Conocemos las dimensiones del meteorito, sus consecuencias e incluso el lugar del impacto. Sin embargo, fuera de la academia apenas hemos dedicado tinta a otra pregunta que está mucho más abierta. ¿De dónde vienen? Y es que, aunque contamos con algunos fósiles realmente antiguos, todo apunta a que debía haber dinosaurios mucho antes de que esos individuos dieran con sus huesos en el lodo. ¿Cuándo aparecieron? ¿En qué lugar del planeta vivieron los primeros dinosaurios?

Más allá del interés que pudiéramos tener como niños, los dinosaurios no avianos son una de las formas de vida más exitosas de nuestra historia natural. Tenemos que usar comillas para decirlo, pero, “dominaron” la tierra durante, al menos 165 millones de años. Y eso es mucho tiempo incluso en términos evolutivos. Las primeras civilizaciones humanas tienen apenas 5000 años. Los primeros Homo sapiens surgieron hace (como mucho) 300.000 años. El género homo nació hace algo más de 2 millones de años. No somos nada comparado con ellos que, de hecho,desaparecieron hace solo 65 millones de años, más o menos una tercera parte del tiempo que estuvieron viviendo sobre el planeta. ¿Dónde empezó su historia de éxito? Pues, según un nuevo estudio la respuesta es: no donde creíamos hasta ahora.

Lagunas entre los fósiles

Los paleontólogos están acostumbrados a trabajar con la incertidumbre, contener su creatividad, emitir hipótesis muy cautas y dejar en suspenso sus certezas indefinidamente. Sin embargo, las nuevas tecnologías están ayudando a rellenar los huecos con suposiciones incluso más cabales, deduciendo algunas características sobre algunas especies y géneros que no han llegado hasta nuestros días como fósiles. Y eso es, más o menos, lo que ha hecho un equipo de investigadores del University College de Londres a partir de los restos de dinosaurios más antiguos conocidos.

Hablamos de fósiles datados con 230 millones de años de antigüedad, pero que representan a varias especies suficientemente dispares como para asumir que debieron de tener un antepasado común relativamente lejano. Esto significa que los primeros dinosaurios podrían ser millones de años anteriores. Los fósiles de 230 millones de años fueron encontrados en Brasil, Argentina y Zimbabue, lugares que otrora estaban próximos y conectados al sur de una masa de tierra llamada Gondwana, una de las dos partes en las que se dividió Pangea junto con Laurasia.

Llenando huecos

La diferencia entre este estudio publicado en Current Biology y otros similares es que, en lugar de asumir que no hay fósiles en las zonas geográficas donde no los hemos encontrado, proponen que, simplemente, no hemos podido buscar lo suficiente. Ya sea por la dificultad de acceso o una “relativa falta de esfuerzos de investigación” en estas zonas. Eso significa que sería razonable plantear que esos desconocidos primeros dinosaurios pudieron vivir en los lugares que menos hemos explorado. Dicho de otro modo, si tras buscar en los bolsillos de tu abrigo no encuentras las llaves, parece más razonable pensar que están en los bolsillos del pantalón que en algún extraño pliegue de esos bolsillos ya explorados en tu abrigo.

Lógicamente, el estudio tuvo en cuenta más factores para inferir el lugar donde habrían podido vivir aquellos primeros dinosaurios, cuestiones como sus árboles evolutivos, la geografía de aquel momento, y el lugar donde se encontraron tanto los fósiles más antiguos como los de sus parientes más cercanos (al norte de Laurasia). Tras analizar estos datos, los investigadores concluyeron que, posiblemente, los primeros dinosaurios habitaron la zona que ahora pertenece al Amazonas, la cuenca del Congo y el desierto del Sahara. Puede parecer un cambio menor frente a las estimaciones anteriores, pero nada más lejos de la realidad. Por lo que sabemos del clima de aquella época, esto significa que, en lugar de surgir en entornos selváticos y, por lo tanto, muy húmedos, los dinosaurios pudieron haber aparecido en zonas desérticas o de sabana, mucho más secas.

Clima y tolerancia

En palabras del profesor Philip Mannion, autor principal del estudio e investigador en el UCL Earth Sciences: “Nuestros resultados sugieren que los primeros dinosaurios pueden haber estado bien adaptados a entornos cálidos y áridos. De los tres principales grupos de dinosaurios, uno, los saurópodos, que incluye al Brontosaurus y al Diplodocus, parecía mantener su preferencia por un clima cálido, permaneciendo en las latitudes más bajas de la Tierra[…] La evidencia sugiere que los otros dos grupos, los terópodos y los ornitisquios, pueden haber desarrollado la capacidad de generar su propio calor corporal unos millones de años después en el período Jurásico, lo que les permitió prosperar en regiones más frías, incluidos los polos”.

Así que, aunque todavía es bastante incierto, estamos un poco más cerca de conocer qué hay tras la máscara de esos primeros dinosaurios y, por lo tanto, tras los primeros pasos de una de las historias más exitosas de la evolución.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Los dinosaurios no se han extinto, un grupo de ellos sigue existiendo y reciben el nombre de “aves”. No es que sean sus descendientes, es que estrictamente, a efectos biológicos son dinosaurios con todas las letras. Por eso se suele diferenciar a los dinosaurios avianos (las aves) de los no avianos (aquellos que a la mayoría de nosotros nos vienen a la cabeza al pensar en dinosaurios).

REFERENCIAS (MLA):

  • “New twist in mystery of dinosaurs' origin” Current Biology 10.1016/j.cub.2024.12.053