Satélites

Están bombardeando la tierra, pero el origen es verdaderamente desconcertante

Un satélite de la NASA, inactivo durante 50 años, ha emitido una potente ráfaga de radio que fue confundida con una señal cósmica

Astronomía
Visión de la vía Láctea captada con el telescopio responsable del hallazgoDr Natasha Hurley-Walker (ICRAR/Curtin) and the GLEAM TeamDr Natasha Hurley-Walker (ICRAR/Curtin) and the GLEAM Team

Una ráfaga de radio rápida o destello de radio (FRB) detectado el 13 de junio de 2024 ha sorprendido a los científicos al descubrir que se originó de una fuente poco convencional: el satélite Relay 2 de la NASA, que lleva más de cinco décadas inactivo en la órbita terrestre.

Este nuevo descubrimiento nos va a aportar un interesante giro en la investigación sobre los destellos de radio, que normalmente se asocian a fenómenos cósmicos lejanos y no a tecnología humana.

La detección se realizó mediante el Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP), un radiotelescopio avanzado que permitió a un equipo liderado por el astrónomo Clancy James del Centro Internacional de Investigación Radio Astronómica de la Universidad de Curtin, localizar el destello, que abarcó un rango de frecuencias de 695,5 a 1031,5 megahercios. Mediante análisis de retrasos temporales en el campo cercano, el grupo confirmó que el estallido procedía del satélite.

El reciente descubrimiento de un destello de radio ha sido rastreado hasta el Relay 2, un satélite que ha estado fuera de operación durante más de 50 años

Este hallazgo es especialmente clave para el campo de la astronomía, ya que plantea preguntas sobre la capacidad de los investigadores para diferenciar entre señales cósmicas e interferencias causadas por objetos humanos que orbitan la Tierra. Aunque la mayoría de los destellos de radio se asocian con eventos astronómicos a distancias gigantescas, el Relay 2, que orbitaba entre 1867 y 7648 kilómetros sobre la superficie terrestre, presenta un nuevo desafío en la interpretación de estas señales. El estudio ha sido aprobado para ver la luz en The Astrophysical Journal Letters, por lo que apunta a ser bastante importante en la investigación de este tipo de ondas.

Los investigadores también han descartado que el destello se debiera al reflejo de la luz solar, poniendo de relieve en su lugar que podría ser consecuencia de descargas electrostáticas acumuladas en las estructuras del satélite o de descargas de plasma tras el impacto de un micrometeoroide.

Este hallazgo trae consigo implicaciones muy importantes para futuras investigaciones. A medida que las capacidades tecnológicas de las naciones en materia espacial y astronómica evolucionan, se vuelve crucial reconocer y comprender las señales antropogénicas. No solo ayuda a desentrañar la naturaleza de los destellos de radio, sino que también subraya los peligros inherentes de la acumulación de desechos espaciales en nuestra órbita.

El caso del Relay 2 es de especial preocupación, dado que este satélite fue lanzado en 1964 y dejó de operar en 1967. Desde entonces, ha permanecido en la órbita sin ser monitoreado activamente. Este fenómeno refleja la necesidad urgente de abordar el problema de los desechos espaciales y de mejorar las tecnologías de seguimiento y mitigación para garantizar la seguridad de las misiones espaciales y las operaciones actuales.

Además, se destaca la importancia de caracterizar adecuadamente las señales de fondo que pueden complicar la realidad de los datos astrofísicos, contribuyendo así a un mejor manejo del tráfico espacial y la preservación de un entorno operativo seguro para futuras exploraciones del espacio.