Geología
“Este mineral no sigue las reglas como las conocemos en la Tierra”
Es la conclusión de un estudio que analiza la roca más antigua conocida, el meteorito Steinbach.
Las acondritas son un grupo relativamente raro de meteoritos que carecen de cóndrulos (los pequeños granos redondos que se forman en el espacio y luego se acrecientan formando un cuerpo mayor), si no que se forman mediante procesos ígneos como la fusión y la recristalización, lo que les confiere una apariencia similar a la de rocas terrestres como los basaltos.
Muchas de ellas son antiguas, formándose en los primeros años del sistema solar, cuando comenzaron a surgir planetas y lunas, lo que nos ofrece información vital sobre ese período tan importante y con testimonios poco frecuentes.
El ejemplo más antiguo conocido de un meteorito acondrita es el Steinbach, un meteorito de hierro de 98 kg hallado en Alemania en 1724. Mediante la datación radiométrica, los científicos establecieron una edad de poco más de 4.565 millones de años, lo que significa que es más antiguo que la propia Tierra, que se cree que se formó hace unos 4.500 millones de años. Esto ha hecho que figure en el libro Guinness de los Récords como el más antiguo conocido hasta la fecha.
Esto se debe a que es raro encontrar rocas tan antiguas en la Tierra, ya que la tectónica de placas ha reciclado continuamente la corteza planetaria. Para contextualizar el descubrimiento, la roca más antigua formada en la Tierra (muestras de lecho rocoso del cinturón de rocas verdes de Nuvvuagittuq, en la costa oriental de la bahía de Hudson, Canadá) tiene aproximadamente, 4280 millones de años.
Pero Steinbach no solo se caracteriza por su edad. En un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, un equipo internacional detalla sus increíbles propiedades. La principal de ellas es que el material no sigue las reglas normales de conducción del calor tal como las conocemos en la Tierra. En cambio, mantiene un nivel constante de conductividad térmica al calentarse a diversas temperaturas, lo que hace que su potencial para aplicaciones de fabricación en la Tierra sea sumamente intrigante.
Considerado resistente al calor por debido a su extraña capacidad de mantener la misma temperatura incluso al calentarse, este mineral alienígena no solo se encuentra en meteoritos, sino que también se ha descubierto en Marte.
A diferencia de la mayoría de estos fragmentos de roca espacial, las estructuras atómicas únicas de Steinbach no pueden clasificarse ni como cristal ni como vidrio. Mientras que los cristales tienen una red ordenada de átomos, el vidrio tiene una estructura desordenada y amorfa, pero Steinbach parece estar en un punto intermedio.
A su vez, las estructuras atómicas también determinan cómo cada material conduce el calor. Los cristales generalmente disminuyen su conducción térmica al calentarse, mientras que los vidrios la incrementan. Sin embargo, la conductividad térmica de la tridimita meteórica se mantuvo constante.
Los responsables del estudio, liderados por Michele Simoncelli, de la Universidad de Columbia, sugirieren que materiales de trimidita similares podrían utilizarse para controlar de forma más eficiente las temperaturas extremas durante la producción de acero, que emite la friolera de mil millones de toneladas de dióxido de carbono al año y representa entre el 7 y el 9% de las emisiones de carbono en el planeta.