Cáncer
El hallazgo que redefine la medicina: así usan bacterias como 'caballos de Troya' para que los virus aniquilen el cáncer desde dentro
Científicos de Columbia desarrollan una terapia contra el cáncer que usa bacterias para ocultar un virus, llevándolo directamente a los tumores
La lucha contra el cáncer se enfrenta a desafíos considerables, como la dificultad de llevar las terapias directamente a los tumores y de eludir las defensas del sistema inmunológico. Ante este panorama, un reciente avance de Columbia Engineering promete una solución ingeniosa.
Así, investigadores de esta institución han desarrollado una novedosa terapia que combina, de forma cooperativa, el uso de bacterias y virus para atacar tumores sólidos. Este sistema, denominado CAPPSID, representa una estrategia de calado al integrar la capacidad natural de ciertas bacterias para localizar tumores con la habilidad de los virus para infectar y destruir células cancerosas.
En concreto, la plataforma se basa en el empleo de la bacteria Salmonella typhimurium, una especie conocida por su tendencia a colonizar entornos de bajo oxígeno y ricos en nutrientes característicos de los tumores. Esta bacteria, diseñada con astucia, actúa como un caballo de Troya, introduciendo un virus terapéutico directamente en el interior de las células cancerosas.
Una estrategia doble para eludir las defensas
Asimismo, las terapias oncolíticas virales a menudo se enfrentan a la neutralización por el sistema inmune del paciente, impidiendo que los virus alcancen su objetivo. El sistema CAPPSID supera este reto al ocultar el virus dentro de la bacteria, que actúa como una capa de invisibilidad, protegiéndolo de los anticuerpos circulantes, según detallan desde ScienceDaily. Una vez en el tumor, las bacterias se lisarían, liberando el genoma viral.
Además, esta metodología ofrece notables beneficios clínicos, ya que facilita la administración de virus oncolíticos incluso en pacientes que habían desarrollado inmunidad a estos agentes. Constituye un avance importante para combatir tumores sólidos, permitiendo que la terapia alcance su diana sin ser neutralizada prematuramente por las defensas del organismo.
Por otro lado, la seguridad de la terapia CAPPSID se ha reforzado con un mecanismo que previene la propagación del virus más allá del tumor. El virus requiere una molécula específica, una proteasa, proporcionada únicamente por las bacterias para su maduración y replicación, lo que asegura que su actividad quede confinada al entorno tumoral. Este control añade una capa adicional de protección, limitando diseminación viral no deseada.
Finalmente, este desarrollo ha sido validado en modelos murinos, marcando un considerable paso hacia su aplicación clínica. Los investigadores principales, Tal Danino y Charles M. Rice, ya han presentado una solicitud de patente. La posibilidad de su traslación clínica ofrece una nueva y prometedora herramienta en la lucha contra esta enfermedad de envergadura.