Suplemento de Verano
¿Por qué pican las medusas?
Estos animales que podemos encontrar por las costas de España tienen una picadura muy molesta, pero ¿Por qué pican? Y ¿Cómo evitar que duela tanto?
Las medusas son unos seres fascinantes hasta que te topas con una mientras estabas dándote un baño refrescante. En ese momento, pasa a ser uno de los animales más odiados de las costas. Si tienes la suerte de verla antes de que te pique, has de moverte o salir del agua y, si no la ves, te puedes llevar un picotazo que te hará acordarte de ella durante varios días. Lo peor del picotazo no es el dolor en sí, sino que al salir del agua es bastante probable que alguien ofrezca la maravillosa idea -nótese la ironía- de orinar en la rojez. Está demostrado que este "remedio" no ayuda, si no que puede ser contraproducente, pero en este artículo te contamos qué protocolo es el más eficaz.
Lo primero: ¿Por qué pican?
Las medusas son animales muy antiguos. Las primeras evidencias que tenemos de su existencia se remontan a hace más de 500 millones de años, en el momento en el que comenzaron a aparecer formas de vida multicelulares complejas. A las medusas "de toda la vida" también se las conoce como escifozoos, de las cuales actualmente han clasificado unas 200 especies. Dependiendo de la especie se alimentan de plancton o pueden ser carnívoras y consumir principalmente peces y crustáceos. En el caso de las medusas que consumen plancton, utilizan sus tentáculos para filtrar el agua y llevar los nutrientes hacia su aparato digestivo, pero las medusas cazadoras han tenido que desarrollar sus propias estrategias de depredación.
Para desplazarse, estos animales se dejan llevar por las corrientes marinas, y son capaces de cambiar un poco de rumbo gracias a contraer y relajar los músculos de su cúpula. Pero estos movimientos tan característicos no les permiten nadar rápido por lo que tratar de perseguir a cualquiera de sus presas sería una tarea totalmente inútil. Por ello, su método de caza consiste en esperar pacientemente a que algún animal toque sus tentáculos, donde han desarrollado unas células muy especiales. Estas células, denominadas cnidoblastos o nematocistos tienen una estructura en forma de arpón que inyecta veneno capaz de romper las células sanguíneas y musculares.
El veneno en el cuerpo humano
Para los peces y artrópodos, el picotazo puede acabar con su vida y convertirlo en un aperitivo que será digerido en el estómago de la medusa. Ahora bien, los humanos somos bastante más grandes que las presas habituales de las medusas, por lo que, generalmente, este veneno causa los mayores daños en los alrededores de la inyección del nematocisto. Cuando se detecta el daño, sistema inmunitario se pone manos a la obra para limpiar la zona de las células que hayan sido dañadas, lo que resultará en una inflamación que se resolverá en unos días.
Sin embargo, debido a la composición del veneno, existen algunas especies que pueden ser potencialmente mortales. En Australia, la "avispa marina" o Chinorex fleckeri es una especie de cubomedusa cuya picadura causa un dolor muy intenso y lleva al hospital a más de un bañista al año. La toxicidad del veneno de esta medusa es tal que puede derivar en un fallo cardíaco por el aumento del potasio en la sangre, llegando incluso a provocar la muerte.
Por qué no hay que orinar
El mito de que la orina alivia el escozor seguramente surgiera por la presencia de amoníaco en el líquido. Este compuesto se ha utilizado tradicionalmente para aliviar el dolor en picaduras de otros insectos, como tábanos y mosquitos. En las picaduras de los insectos funciona porque es el propio insecto el que produce el orificio en la piel, libera algunas sustancias y luego deja la herida abierta. Por tanto, al aplicar amoníaco, se puede neutralizar el veneno aplicando este producto de limpieza. En cambio, como hemos podido observar, en las medusas es distinto. Tras la picadura de la medusa, pueden quedar nematocistos enganchados en la piel. Estas células pueden activarse ante ciertos estímulos, como un cambio en la composición del medio, como la que produce el amoníaco. Por ello, tras detectarlo, liberarán todo el veneno que les quede y producirán todavía más daño.
En el caso de una picadura, lo primero es tratar de eliminar los nematocistos. Para ello, La guía general indica que lo mejor sería tratar de desprenderlos utilizando suero fisiológico o agua de mar y pasando un paño con mucho cuidado. Así evitamos que se activen y liberen su contenido. Una vez desprendidos, lo mejor es aplicar frío para minimizar la inflamación, pero no con hielo directamente, si no cubierto con una tela. Sin embargo, hay especies de medusas que tienen un protocolo específico, como se muestra en esta guía del CSIC. Si hay un puesto de socorristas o de la Cruz Roja, siempre es mejor acudir con estos profesionales, y en caso de presentar una erupción más grande de lo habitual, o si la persona es alérgica, hay que acudir al hospital de inmediato.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Las medusas son claves para la supervivencia de los ecosistemas marinos, un gran número de peces y tortugas se alimentan de ellas, ya que muchas de sus partes no son tóxicas. Por ejemplo, la parte superior de la mayoría de las medusas no tiene nematocistos, por lo que no pican si se manipulan correctamente.
Referencias (MLA):
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