Coronavirus

Ximo Puig: «En algún momento se nos pasó algo, pero ahora hay que buscar soluciones»

El presidente de la Generalitat valenciana admite que a recesión es “inevitable y global. Al final, lo vamos a tener que pagar entre todos"

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, realiza a través de videoconferencia la entrevista de La Razón
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, realiza a través de videoconferencia la entrevista de La RazónLa Razón

Podría decirse que Ximo Puig está confinado en el Palau de la Generalitat desde que se desató esta crisis. El 10 de marzo tuvo que anunciar que las Fallas no podían celebrarse, pero la pesadilla no había hecho más que empezar. Cuatro días después se decretaba el estado de alarma y se buscaba a la desesperada la manera de lograr EPI y construir hospitales de campaña.

–¿Cuál es la situación de la Comunitat Valenciana?

-Tras semanas duras estamos empezando a ver luz al final del túnel. Aún está lejana, pero ya hay luz. Hemos pasado los momentos más críticos. Se nota una inflexión, a pesar de que puedan crecer, mejor dicho trasparentarse, el número de contagios. El estrés sanitario en las UCI se ha reducido. No se puede bajar la guardia porque aún estamos en el centro de la pandemia. Por otra parte, a medida que vamos viendo cómo se puede ir finalizando este episodio tan dramático, el rostro de la muerte se hace más presente.

-¿Le han contestado los gobernantes autonómicos europeos a su misiva de formar un frente común?

-Lo que pretendo es que haya en Europa un movimiento por debajo de los Estados y las instituciones europeas. Pretendo que no sea una decisión solo de las elites, sino que exista un caldo de cultivo favorable por parte de la ciudadanía. No hay solución fuera de Europa.

-¿Qué responsabilidad tienen el Ministerio y la Generalitat en la falta de previsión, a pesar de los avisos previos desde diferentes organismos?

-La gestión de esta crisis ha de asumirse desde la corresponsabilidad. Intentar escurrir la propia responsabilidad no es asumible. Hemos actuado en función de lo que nos han dicho los expertos. Esta situación ha sobrepasado ampliamente todos los ámbitos. En nuestro caso, la respuesta ha sido más eficaz que en otros, pero estamos en pleno combate y no se puede hacer un ejercicio de triunfalismo. Asumo que no estábamos preparados para una pandemia de estas características.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante la entrevista celebrada ayer de manera telemática
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante la entrevista celebrada ayer de manera telemáticaLa Razón

-Hecha esa asunción de responsabilidad, ¿deben pedir al menos perdón los responsables políticos?

-Ha sido un tsunami inesperado. Eso no quiere decir que se hubiesen podido tomar más decisiones previamente. No se trata de ser indulgentes con los políticos, pero es cierto que ni desde el ámbito de los expertos se explicitó todo lo que podía producirse. Siempre hay que estar preparado para las peores de las catástrofes.

-Buscó sus propios caminos para buscar material de protección con cierto éxito si se compara con otros casos. ¿Le decepcionó la actuación de Pedro Sánchez?

-Había un estocaje de suministros básicos, pero no para esta situación. Ha habido una situación de oferta y demanda y se ha producido un atasco monumental. Desde esa perspectiva, la ventaja de los valencianos es que siempre ha sido una Comunidad abierta y con enorme capacidad comercial. Tenemos empresas que tienen un gran relación con China y gracias a esta situación hemos logrado un canal bueno. A parte de esto, nuestra postura ha sido empezar la creación de un cluster sanitario. Las Comunidades no podemos actuar con victimismo. Tenemos las competencias en Sanidad y en Servicios Sociales. El Gobierno de España ha hecho todo el esfuerzo que ha podido y ha tenido las dificultades propias de la situación. En la Comunitat Valenciana hay un abastecimiento razonable.

-¿Qué piensa cuando ve que España está a la cabeza en cifra de contagiados por millón de habitante?

-Es un dato muy preocupante. En algún momento determinado se nos pasó algo, ciertamente. Con perspectiva habrá que ver qué se hizo bien o mal. Ahora se trata de dar soluciones rápidas.

-¿Para cuándo prevé las pruebas masivas?

-En este momento ya tenemos 88.000 test rápidos del Gobierno y esperamos más. Lo importante es ver cómo se combinan con las pruebas tradicionales, que son las que tienen más validez. Tenemos un acuerdo previo con un proveedor, pero estamos esperando la autorización del Instituto Carlos III para saber si serán útiles.

-¿La evolución de los casos de contagios hace posible garantizar que habrá medios sanitarios para todos?

-En estos momentos sí. En la sanidad privada hay disponibles el 50 por ciento de las UCI y un 35 en la pública. Respecto a las camas, hay más de 3.000 libres y también hemos creado tres hospitales de campaña. Darán cobertura a una situación de excepcionalidad y también para retomar la normalización hospitalaria.

-¿Nuestro futuro es salir de manera habitual con mascarilla a la calle?

-Sinceramente no lo sé. Sobre esto ha habido muchas informaciones confusas. Lo que está claro es que en los países asiáticos se ha generalizado su uso. Las autoridades deben garantizar que no haya precios abusivos.

-Desde Cataluña se insiste en no levantar el confinamiento. ¿Las autonomías pueden decidir sobre este asunto?

-Las decisiones deben estar basadas en la legalidad y en el Estado de Derecho. Sobre el final del confinamiento, creo que habrá diferencias geográficas e incluso por segmentos de edad. Ahora hay que ir retomando la actividad económica garantizando la seguridad de los trabajadores porque para mantener el Estado del Bienestar necesitamos ingresos. No se trata de una ecuación entre sanidad y economía, es una dicotomía absurda.

-¿Tiene propuesta propia?

-Tenemos ideas que propondremos al Gobierno. Voy a juntar a un grupo interdisciplinar para abordar la transición hacia la normalización.

-La Conselleria de Educación no lo ha confirmado aún, pero solo hay que mirar lo ocurrido en otros países para saber que es altamente improbable que los niños vuelvan al colegio antes de septiembre. ¿En qué escenario trabaja la Generalitat?

-La Generalitat ha aprobado un decreto ley que garantiza una cierta estabilización y tranquilidad a la comunidad educativa. A día de hoy no barajamos ninguna decisión y se habla de distintos escenarios. Es ciertamente complicado. Se quiere hacer de una manera coordinada con el resto de autonomías y tendrá mucho que ver con esa transición que se producirá a partir del 25 de abril.

-La economía se ha dinamitado ¿qué sectores son los que más le preocupan? ¿Hay alternativa a una recesión sin precedentes?

-La recesión va a ser inevitable y global. Otra cosa es que cómo sea el impacto. Por esto es fundamental el papel de Europa. Cuando oigo decir que esto no lo tienen que pagar ni los ciudadanos ni las empresas... Al final, desgraciadamente lo vamos a tener que pagar entre todos. Se trata de hacerlo con la máxima cohesión y lo más rápidamente posible. Hay que abogar una salida diferente a la de la gran recesión. Al turismo esta crisis le afecta de manera nuclear. El reto es dar seguridad. Por otra parte, en la anterior crisis la internacionalización fue clave, si ahora hay contracción de la demanda afectará a los sectores manufactureros.

-¿Sabe cuánto lleva gastado?

-Sinceramente no. No me preocupa la factura de ahora, la vamos a poder pagar porque se van a reasignar gastos, el problema llegará con la caída de la recaudación. Necesitamos apoyo europeo y que España actúe con equidad. Llueve sobre mojado. Somos la peor financiada y necesitamos liquidez para pagar a los proveedores y apoyos estructurales.

-¿La reivindicación de la financiación se queda anticuada?

-Después de la crisis no se restituyó la financiación para sufragar el Estado del Bienestar. Hay que discutir con la razón. ¿De dónde salen los recursos? De los impuestos. ¿Cómo hay que distribuirlos? En función de las necesidades. Si somos las Comunidades donde está residenciado una parte importante del Estado del Bienestar, tendremos que destinar una parte importante del conjunto de la tarta para pagarlo.

-Desde países como Holanda o Alemania, insisten en diciendo que España no es un país fiable.

-Sí lo es. Las declaraciones del ministro holandés son muy insultantes e injustas. La imagen de los despilfarradores del sur y las hormiguitas del norte no tiene nada que ver con la realidad. Me produce mucha irritación oír a los holandeses hablar con esa moral calvinista tan rigurosa que no aplican en el puerto de Rotterdam, donde están entrando gran cantidad de productos que compiten ilícitamente con la agricultura europea. Habrá que buscar una mutualización de riesgo que al final generará beneficios a los que más exportan.

-¿Cuándo contempla políticamente el día después de la salida de la pandemia?

-Especular sobre calendarios es imprudente. Me gustaría que el clima político no continuara en la deriva de la confrontación. Hay muchas cosas en las que podemos discrepar, pero hay cosas fundamentales que debemos defender porque pactar no es traicionar.

-¿Cómo se están comportando los partidos políticos de la oposición?

-Aquí hay críticas razonables dentro de un espacio de cordialidad. Les agradezco la voluntad de cooperar.

-¿Le han dejado solos sus socios de Gobierno ante esta crisis?

-No. Yo tengo la obligación de liderar la respuesta y cada uno hace su trabajo. La vicepresidenta Mónica Oltra está liderando, como le corresponde, todo el espacio sociosanitario, fundamental por el impacto del coronavirus en las residencias.

-¿El conseller de Hacienda, Vicent Soler, ya está trabajando en otros Prespuestos?

-Él sufriendo como suele pasar, ahora con doble ración de sufrimiento.