Sanidad

Se suspenden las Fallas de Valencia

La Generalitat aplaza también las Fiestas de la Magdalena de Castellón como medida preventiva frente al coronavirus

La Generalitat aplaza las Fallas de Valencia por el coronavirus
Imagen del "ninot" central de la Falla de la Plaza del Ayuntamiento de 2020BIEL ALINOEFE

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha anunciado este martes el aplazamiento de las Fallas y de la Magdalena en toda la Comunitat valenciana “siguiendo las instrucciones del Ministerio de Sanidad”.

“Nuestra prioridad absoluta es proteger a los ciudadanos y en especial a los más vulnerables. Todas las decisiones se han tomado siguiendo criterios sanitarios y todas las medidas se han tomado de forma coordinada. Tenemos la tranquilidad de contar con un sistema sanitario público preparado. La responsabilidad y la prudencia deben guiarnos en cada paso que demos. Evitemos el alarmismo y el contagio del miedo y extrememos todos las precauciones. La unidad y el esfuerzo contribuirá a que más pronto que tarde vuelva la normalidad”, ha señalado el jefe del Gobierno valenciano en su comparecencia tras la reunión de urgencia que mantenida con la Mesa de coordinación interdepartamental frente al coronavirus en el Palau de la Generalitat.

Por su parte, la Conselleria de Educación ha confirmado que mientras el Gobierno no indique lo contrario, se mantiene el calendario escolar previsto para estas fechas y la semana de vacaciones en los colegios.

Minutos antes de la comparecencia de Puig, la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco Gual, informaba en una conocida red social haber recibido una llamada del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, comunicándole la decisión de suspensión de las Fiestas de la Magdalena.

La Feria y Fiestas de la Magdalena son las fiestas mayores de Castellón de la Plana. En ellas se conmemora los orígenes de la ciudad, recordando el traslado de la ciudad desde la colina de la Magdalena hasta el plano fértil litoral en 1251.

Declaradas de interés turístico internacional en 2010,1​ tienen una duración de 9 días y se celebran a partir del tercer sábado de cuaresma.

Los falleros, en “shock"

Tras conocer la noticia, el presidente de la Federación de Fallas de la Sección Especial, Rafael Mengó, se mostraba muy sorprendido por la decisión tomada. “Hay muchos interrogantes” ¿En qué consiste este aplazamiento?". Todavía en estado de “shock”, realizó las primeras preguntas a la Generalitat. “¿Qué vamos a hacer con los monumentos?, ¿dónde se van a almacenar?, ¿qué va a pasar con los patrocinadores?”. Mengó, en declaraciones a À Punt, no ocultaba su sorpresa. Recordaba las palabras del alcalde de Valencia, Joan Ribó, que hace pocos días admitió que no había un “plan B” si no se celebraban las Fallas.

Aseguró que los perjuicios económicos van a ser muy graves y puso especial incidencia en el gremio de los artistas falleros y en las arcas de las comisiones. Explicó que las comisiones tendrán que hacer frente a una serie de gastos sin recibir ingresos.

Ribó: “Lo primero es la seguridad”

Por la mañana, el alcalde Joan Ribó había declarado que la ciudad cumpliría “escrupulosamente” las directrices que marcaran las autoridades sanitarias respecto al coronavirus porque “lo primero es la seguridad y la salud de las personas”.

Con todo, el primer edil instó a mantener “una actitud no alarmista y de responsabilidad” y explicó que, dado que la situación en Valencia es de contención, no se han adoptado medidas excepcionales en el funcionamiento del Ayuntamiento ni en las relaciones de la Corporación.

El alcalde de Valencia ha pedido a la ciudadanía “que asuma con toda seriedad las medidas personales de higiene y desinfección, sobre todo las personas mayores o con enfermedades de riesgo; y que estas eviten acudir a grandes concentraciones".

Las fiestas josefinas son unas de las que más gente concentra durante más días seguidos. Cada día a las 14:00 horas más de 50.000 personas se dan cita en la Plaza del Ayuntamiento para asistir a la mascletá hasta el día 19, festividad de San José.

Otro de los lugares donde la multitud se agolpa es la Exposición del Ninot (el año pasado más de 42.000 personas la visitaron) y, por encima de todas las citas, las dos jornadas de la Ofrenda a la Mare de Déu dels Desamparat, por donde cada año pasan más de 105.000 falleros, falleras y músicos en el tradicional pasacalle camino a la plaza de la Virgen.

Solo dos guerras y una tasa pudieron con las Fallas

La declaración de la guerra de Cuba y la Guerra Civil española llevaron a suspender las Fallas en Valencia, que también vio, en 1886, sus calles sin catafalcos porque los falleros se negaron a pagar la tasa para plantarlos en la calle.
Aunque la primera referencia documentada de las Fallas se remonta a 1774, no es hasta 74 años después cuando se pueden encontrar publicaciones continuadas sobre la fiesta josefina, según relata a EFE el historiador, documentalista y miembro de la Junta Central Fallera de Valencia Javier Mozas.
En 1896, el gobernador civil de Valencia declaró el estado de guerra por el enfrentamiento bélico de España con los Estados Unidos en la conocida como guerra de Cuba y “se decidió no celebrar las Fallas a dos días de su inicio”, señala Mozas. Esto supuso “la primera suspensión de las Fallas”, aunque se sabe que hubo catafalcos que se guardaron y se plantaron al año siguiente, “porque está contrastado que los bocetos son los mismos”.
También se suspendieron las fiestas durante los años 1937, 1938 y 1939 con motivo de la Guerra Civil española. Las de 1936 se celebraron sin problema, pues el alzamiento se produjo el 17 de julio.
Sin embargo, la primera vez que se tiene referencia de que los monumentos falleros no se plantaron fue en 1886, aunque en aquella ocasión fueron los falleros “de forma individualizada” los que no pagaron la tasa de 60 pesetas que se cobraba como canon desde 1851 por plantar los catafalcos en las calles. “Al principio se pagaban 5 pesetas pero a los gobernantes no les gustó nada que se metieran con ellos en unas fiestas muy populares, y como eran muy burgueses quisieron acaban con ellas obligando a pagar cada vez más para que desaparecieran; y efectivamente, fueron a menos hasta que en 1886 ninguna comisión plantó falla”, explica.
Tras estos momentos históricos, Valencia no ha vuelto a vivir un año sin Fallas aunque sí ha suspendido actos concretos, especialmente por adversidades meteorológicas o sucesos como los atentados del 11M de 2004 en Madrid, en los que se suspendieron todos los actos oficiales durante los tres días de luto.