Desescalada
Fase 1 de la desescalada en Valencia: “Si dura un mes más el estado de alarma, cierro”
Pocas terrazas abiertas en el centro de una ciudad que permanece casi desértica sin los turistas y donde sigue predominando el teletrabajo
La ciudad de Valencia ha estrenado hoy su entrada en la fase 1 con un día que invitaba a salir a la calle y a retomar el contacto con amigos y por supuesto, con las terrazas de los bares. Sin embargo, el centro del “cap i casal” sigue a medio gas. La gran parte permanecen cerrados. Ni siquiera en las calles peatonales, donde hay más espacio para cumplir con las distancias de seguridad, se ha decretado el fin de la cuarentena. Hay poco tráfico, el teletrabajo continúa siendo la tónica general y de los turistas, que conforman la mitad del paisaje habitual, no hay ni rastro.
“Si se mantiene un mes más el estado de alarma voy a tener que cerrar”. Ellco es el propietario del Restaurante Dodo’s. Abrió la semana pasada para comenzar a servir comida para llevar, hoy ha reinaugurado su terraza.
Normalmente, la mitad de sus clientes son turistas y la otra mitad procede de las oficinas. Los primeros no están y de los segundos hay muy pocos. “Estos días he adaptado el menú para los obreros que hay por la zona. El gasto medio ha bajado a 6,5 euros. Hoy se ha notado que han venido de los empleados bancos". Aún así, se ha servido poco.
“Me alegro que estemos en fase 1, pero si las terrazas solo pueden estar al 30 por ciento de su capacidad, no te da ni para cubrir gastos”. Ellco despidió a sus trabajadores porque considera que era más seguro para ellos que esperar a cobrar de un Erte. Ahora ha empleado a un cocinero y entre los dos tratan de mantener el negocio a flote. Como otros muchos autónomos considera que el Gobierno les está maltratando. A los gastos habituales, la luz, el agua, el alquiler... se suma el necesario para atender en condiciones de seguridad. “Aplazar el pago de la cuota no es la solución”.
“Sin los empresarios esté país se va a la bancarrota” y lamenta que el Gobierno no haya dado instrucciones claras y lo peor, que ha puesto en marcha un sistema de ayudas.“Tengo amigos que se dedican a la hostelería en Alemania o en Holanda y allí las ayudas a los autónomos son de 5.000 euros al mes". Exige a los políticos que den ejemplo, en su opinión, cobran mucho y son demasiados.
Por el contrario, Ellco sí confía en el carácter mediterráneo de los valencianos para salir de esta situación. “Se olvidan pronto de lo malo” y por supuesto, están acostumbrados a vivir mucho en la calle.
Muy cerca de este local, en la plaza del Ayuntamiento, el gerente del Cafe & Tapas, Daniel Galán, entra y sale sin parar para atender a sus primeros clientes. “La impresión es buena", aunque de la clientela habitual... ni rastro. Sus empleados aún no han vuelto, la carta que se ofrece es reducida y por supuesto, en formato QR para aumentar la higiene.
Se acerca a una pareja de chicas. “Teníamos ganas de vernos. Venimos de la playa y estaba todo cerrado. ¿Podemos sentarnos?" “Un momento, primero tengo que desinfectar”. Ya nada es lo de antes. Al extremo de la terraza se produce un reencuentro. Hay gritos de alegría y chocan los codos.
Es la nueva normalidad. Ese futuro cercano en el que las empresas empiezan a plantearse instalar el teletrabajo. “En este edificio han vuelto menos de un diez por ciento y muchas ya estudian dejar el despacho”, explica José Ventura, portero de un edificio de 62 oficinas en la plaza del Ayuntamiento. En cuestión de cuatro días pasó de regular el número de personas que subían para ver las multitudinarias mascletás a quedarse prácticamente de guardián de la finca.
“Ha sido un caos”, pero abrimos con ilusión
En la arteria comercial de la ciudad, la calle Colón, comienza a verse movimiento. Los carteles de “Se alquila” son el primer signo de que algo ha pasado, pero los comercios de menos de 400 metros han abierto prácticamente todos y muchos anuncian descuentos. “Hemos abierto con mucha ilusión y la mañana está siendo movidita”, explica Paco Almarcha, encargado general de la zapatería Yacaré.
“Ahora hay que esperar que no sea solo el primer día”. A la entrada de la tienda hay una caja con guantes y gel. Los dependientes van protegidos con mascarillas y guantes. También han instalado un generador de ozono y ha establecido un protocolo para desinfectar todos los zapatos que se devuelvan. “Hemos hecho una inversión importante para abrir” y critica la poca información que han recibido. “Ha sido un caos, la prohibición de las rebajas, las dudas sobre la limitación del aforo..." Se queja de que la única manera de saber cómo había que arrancar era interpretando el BOE, “se han dado palos de ciego”.
De momento, han recuperado a la mitad de los trabajadores que estaban en el Erte. Para llegar al 100 por cien habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación. Día 1 de la fase 1. Aún queda mucho camino por recorrer.
✕
Accede a tu cuenta para comentar