Covid-19

«Hemos tenido que dar bajo mano productos de aseo personal a los residentes»

Usuarios y trabajadores de la residencia de Carlet aseguran muchos se han quedado sin gel o champú, la Conselleria de Igualdad lo desmiente

La vice
La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, durante una visita realizada en junio a la residencia de Carlet, la más grande de titularidad pública de toda la ComunitatLa RazónLa Razón

«No no dejaban entrar nada, pero nos daban lástima y les llevábamos productos de aseo personal bajo mano». Es el testimonio de un trabajador de la residencia de mayores de Carlet que se suma al de una residente que denunció a finales de mayo que estaban pasando hambre y sed porque solo se les ofrecía tres comidas al día.

En el geriátrico público más grande de toda la Comunitat Valenciana hay alrededor de 90 personas denominadas «válidos» que en circunstancias normales salían a hacer compras de comida y de productos de aseo personal. Sin embargo, a día de hoy siguen confinadas en el recinto de la residencia y aseguran que la dirección del centro no les proporciona se los proporciona.

Así lo han confirmado a LA RAZÓN, trabajadores y usuarios del centro que prefieren permanecer en el anonimato.

Desde la Conselleria de Igualdad aseguran que se les ha provisto de todo lo que han necesitado, incluso tabaco.

Sin embargo, usuarios y trabajadores insisten en que no es cierto, que se ha permitido a los familiares dejar en la entrada los productos que necesitaban, pero que otros muchos, que no tienen parientes, se han quedado sin gel, champú, pasta de dientes o productos para las prótesis dentales. «No entendemos cómo se organizó la compra de tabaco y no la de estos productos».

Dicen que han sido los empleados los que voluntariamente y arriesgándose, les ha proporcionado estos productos. En ocasiones, hasta adelantando el dinero porque al no poder salir a la calle, se han quedado sin efectivo.

«El lunes pasado se les dijo que podrían comenzar a salir en grupos de diez, pero luego la dirección cambió de opinión. Veo muy mal a los residentes, muchos están perdiendo la cabeza. Otros ni se duchan. No tienen con qué».

La parte positiva de esta gestión tan rígida es que la residencia solo ha tenido un fallecido por covid. «Ha sido gracias a las medidas que ha tomado el departamento médico y el personal. Cuando empezamos a llevar mascarillas el director nos decía que éramos unos exagerados».

Añade además que solo los residentes que se quejan tienen mascarillas nuevas, «muchas veces les damos de las nuestras».

Menos vacaciones

Los trabajadores de la residencia han presentado un escrito a la dirección territorial de la Conselleria de Igualdad y al Síndic de Greuges protestando por una resolución que les obliga a computar las vacaciones por horas y no por días hábiles. El resultado, según denuncia el escrito, es que se quedan con dos días menos de vacaciones, y además, la mitad deben ser entre julio y septiembre. La otra mitad, antes de noviembre y argumentan que estas nuevas condiciones vienen impuestas por la situación de emergencia sanitaria.

«No hay derecho. Hemos estado en primera línea». Recuerdan también que debido a la pandemia han renunciado a derechos adquiridos como la hora al día por estar al cargo de una persona mayor o los días de asuntos propios.

Casi 90 trabajadores firman esta queja- de los 200 que trabajan en el centro- sin que la Conselleria que dirige Mónica Oltra haya variado su posición.