Tribunales
Maje discutió la coartada con el presunto asesino de su esposo
Le preocupaba que la Policía averiguara que Salvador tenía llaves del garaje donde ocurrió el crimen
Maje y Salva, los dos acusados del asesinato del marido de ella, se reunieron meses después del crimen para discutir coartadas que libraran a la mujer de sospechas y, en concreto, posibles explicaciones de por qué el autor material de las puñaladas disponía de las llaves del garaje donde ocurrió la agresión, según ha declarado hoy en el juicio que se sigue contra ambos en la Audiencia de València un inspector de homicidios que vigiló el encuentro y lo grabó.
El inspector ha explicado, a preguntas del jurado, que “pensábamos que ella tenía mucho que ver en la planificación del crimen, que le había aportado información a Salva y, respecto de la llave, sí, pensábamos que le había facilitado la llave para acceder al garaje”.
“Se grabó la conversación y corresponde con lo que yo he relatado”, ha explicado también. Sin embargo, el registro sonoro de la grabación, que será reproducida en próximas jornadas del juicio, resultó, al parecer, parcialmente defectuoso.
La Audiencia de Valencia ha celebrado hoy la tercera sesión del juicio con jurado que sigue contra María Jesús M.C., conocida como Maje o como “la viuda negra de Patraix”, y su amante, Salvador R., por el asesinato de Antonio Navarro, que fue apuñalado en su garaje de la calle Calamocha de Valencia en agosto de 2017.
Salvador R, que confesó ser el autor material del crimen, y Maje, la ex mujer de la víctima, también acusada, tenían intervenidos los teléfonos, ya que la Policía sospechaba de ellos. Por eso los investigadores supieron que, al conocer ambos que podía estar próxima la detención del primero, y que sus conversaciones telefónicas podían estar siendo escuchadas, decidieron reunirse en una cafetería.
Todo eso lo ha relatado hoy el policía que se encargó de vigilar aquel encuentro y escuchar la conversación, sentándose en una mesa que estaba a 1.30 metros de distancia -lo medirían después los agentes- de la de los dos sospechosos, en una cafetería de un centro comercial valenciano.
El inspector ha explicado hoy que en la cafetería “había muy poquita gente, era un sitio tranquilo” y que él pudo escuchar perfectamente cómo Maje comentaba a Salvador que Vicente, el hermano de la víctima, sabía que la detención del sospechoso estaba próxima.
“No te va a pasar nada”, le tranquilizó Salva, después de asegurarle que él cargaría con las culpas. Pero acto seguido le dijo a Maje: “sólo me preocupa una cosa”. Se refería a la necesidad de explicar por qué él tenía la llave que le permitió entrar en el garaje, una llave que nunca ha aparecido, siempre según la versión del agente.
El mismo policía interrogó en febrero de 2018, cuando ya se habían producido las detenciones de los dos acusados que se sientan hoy en el banquillo, a otro de los amantes de Maje. Este otro amante, Tomás, entregó a los agentes copia de una conversación por chat en la cual ambos discutieron el deseo de que muriera Antonio.
En aquella conversación, cuya transcripción consta en el sumario, Tomás llegó a decir “te juro que lo mataría”; y ella confesó que había pensado en acabar con la vida de su marido.
En la mañana de hoy han prestado testimonio varios policías más, adscritos a las diferentes unidades que intervinieron en la investigación. La defensa de Salvador R. ha querido dejar claro que su cliente colaboró con las fuerzas de seguridad después de su detención, por ejemplo facilitando el hallazgo del cuchillo con el que se perpetró el asesinato, escondido en un pozo ciego del que costó recuperarlo.
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