Sanidad
Por qué los expertos opinan que la vacuna de la covid no debe ser obligatoria
“Hay que reducir los mensajes contradictorios para no dar alas a los negacionistas”, afirma Javier Díez, jefe de Investigación en Vacunas de Fisabio
Informar y formar para que la población quiera vacunarse sin necesidad de que sea una imposición. Esta es la apuesta del jefe del Área de Investigación en Vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) y asesor externo de la Agencia Europea del Medicamento, Javier Díez Domingo. Afirma que la gente debe saber cuáles son los beneficios y la seguridad de las vacunas contra la covid-19 para evitar que reciba mensajes contradictorios. “Más que la obligatoriedad de ponerse la vacuna, debe haber una fase de formación. Lo que debería hacer el Gobierno es educar a la gente en lo que es vacunar” y trabajar para que sea un “ejercicio de responsabilidad política y social”,
En una entrevista con la Agencia EFE, Díez explica que es necesaria esa información antes que imponer la obligatoriedad de las vacunas y asegura que a fecha de hoy se pondría sin dudar la primera vacuna contra la covid-19 que llegara a España.
Díez critica las declaraciones de la viróloga del CSIC Margarita del Val, en las que señalaba que estas vacunas solo son eficaces en casos leves y moderados y afirmaba: “Siento ser tan pesimista, llevo toda mi vida en vacunas, y esto no me convence para nada”.
A su juicio, las declaraciones de la viróloga, a la que asegura “aprecia muchísimo”, son de una “cortedad de vista y miopía científica tremenda” y explica que, en este caso, los ensayos se realizan con el objetivo de reducir la enfermedad leve.
”Si tu objetivo es reducir la enfermedad grave, en vez de meter a 30.000 sujetos en cada ensayo se tendrían que haber metido 200.000, y eso es imposible de hacer”, afirma Díez, quien añade que con el ensayo clínico “valoras cómo disminuir la hospitalización”.
Insiste en que decir que no evita la hospitalización es una “falacia” porque no se ha podido hacer el estudio, pero al evitar la infección, pero “lo normal es que sí se pueda evitar”.
”El mensaje es: previene la enfermedad, y la prevención de la enfermedad grave solo se podrá medir cuando esté en el mercado y para eso se está trabajando”.
Estos “mensajes contradictorios” dan alas a los negacionistas y a la población de lo contrario, se pregunta cómo se puedes entender que en el último CIS el 47 por ciento de los españoles no quiere ponerse la vacuna. “Hay tantos mensajes contradictorios en los medios de comunicación que hacen dudar”.
La vacuna no se administrará antes de marzo de 2021
Considera que en España se podrían estar administrando las primeras vacunas a principios de marzo de 2021, ya que se prevé que los ensayos acaben a finales de diciembre, como muy pronto. Después se tendrá que hacer el análisis estadístico y presentarlo a las autoridades para su aprobación.
”Aunque hagan la revisión rápida podría tardar un mínimo de 4, 6 o incluso 8 semanas y una vez analizado, es cuando se dan las autorizaciones y comienza la distribución”, afirma.
En el caso de la vacuna de Pfizer, precisa, será “más compleja”, ya que necesita una ultracongelación de 70 grados bajo cero y en España “no va a haber muchos almacenes con esas características para mantener muchas vacunas”, lo que podría retrasar la distribución.
Según explica, las vacunas han sido pedidas por la Unión Europea, que ha encargado a Pfizer 300 millones de dosis que se distribuirán en los distintos países en proporción a la población, por lo que a España llegarán unos 30 millones (un 10 por ciento).
En el caso de la vacuna de Moderna, una compañía pequeña más focalizada en Estados Unidos, Javier Díez asegura que la UE no ha firmado de momento ningún acuerdo.
Más de una vacuna
A juicio de Díez, es “necesario” que haya tanta oferta de vacunas contra la covid-19 porque, afirma, “ningún productor de vacunas es capaz de abastecer a todo el mundo”. ”Una vez autorizada la producción, desde que empieza el desarrollo hasta que sale, las vacunas deben pasar entre 40 y 60 controles de seguridad. Son procesos lentos, laboriosos y costosos y no hay ninguna fábrica preparada para hacer una producción tan masiva de vacunas como para abastecer, siquiera, a Europa o Estados Unidos”.
Por ello, el control de la pandemia del coronavirus “es con la aparición de diversas vacunas, no solo una o dos”, afirma el vacunólogo, que añade que por mucha prisa que haya por tener esas vacunas, “los controles de calidad, que en la normativa europea se llama buenas prácticas farmacéuticas, son insalvables”.
Díez señala que era “impensable” que vacunas como las desarrolladas por Pfizer y Moderna “funcionaran tan bien” y con una efectividad superior al 90%, ya que los expertos esperaban que fuera de entre el 50 y el 70 %.
A su juicio, detrás de porcentajes tan altos hay “mucho márquetin” porque se trata de una efectividad “a muy corto plazo y con muy pocos casos, desde el punto de vista científico no tiene ningún valor. Con lo cual, si medimos la incertidumbre del dato quiere decir que la efectividad de la vacuna está en algún punto entre el 65 y el 99 por ciento”.
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