Política

El Palau de la Generalitat abierto para todos, de acceso restringido para Mónica Oltra

La pandemia ha acabado por romper la relación entre Puig y Oltra que se reunirán esta semana tras un mes de desencuentros

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta Mónica Oltra, durante un pleno de Les Corts
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta Mónica Oltra, durante un pleno de Les CortsManuel BruqueEFE

Nueves meses, y más en pandemia, dan para mucho. Las restricciones sanitarias han distanciado a familias enteras, a amigos, a compañeros de trabajo... y también al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y a la vicepresidenta Mónica Oltra.

Un mes ha tardado el primero en buscar un hueco en su agenda para atender su llamada. Ayer,la también portavoz del Consell confirmó que esta semana habría un «encuentro bilateral». Sin embargo, la realidad es que la incomunicación entre los dos pilares del Botánic, viene de lejos.

En el Palau de la Generalitat las jornadas han sido interminables. El punto de inflexión se marcó con la suspensión de las Fallas. La decisión se confirmó bien entrada la tarde. Lo hizo el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, respaldado con todo su Gobierno. Días después vendría el confinamiento, y esa foto ya no volvería a producirse.

El jefe del Consell se ponía al mando de la situación y la vicepresidenta Mónica Oltra comenzó a pasar a un segundo plano.

Pasaron los meses y se reguló la «nueva normalidad», «¿dónde está Oltra», preguntaban desde la oposición. Lo cierto es que en Palau de la Generalitat no.

Fuentes de su entorno aseguran que la vicepresidenta, que además es la responsable del área más débil de esta pandemia, las residencias de ancianos, simplemente estuvo donde la llamaron y visto lo visto, su teléfono nunca sonó.

También los consellers de Compromís han visitado el Palau con total normalidad. La semana pasada estuvo el de Educació, Vicent Marzà, la anterior el de Economía, Vicent Climent... Solo hace falta revisar la agenda de Puig para constatar que solo se ha restringido el acceso a Oltra.

Por el Palau de la Generalitat han pasado estos meses, presencial o virtualmente, cientos de personas. Es más, al menos una vez por semana, Puig reúne al Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrada), para analizar la evolución de la pandemia.

En este grupo de trabajo, donde hay representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, Puig ha incluido a la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, v y a la de Sanidad, Ana Barceló.

Ni siquiera su condición de portavoz del Gobierno le ha valido un asiento en este cónclave en el que deciden medidas fundamentales para el control de la pandemia, lo que ha dejado fuera juego a la que un día fue la cara del Botànic.

Cuando una subdirectora, manda y firma más, que la directora general

17 de julio. Las autonomías comienzan a dictar sus propias normas para la nueva normalidad. El uso de mascarillas todavía no era obligatorio, solo si no podía mantener la distancia social. La Generalitat se resiste a imponer esta norma. De hecho, todas las regiones limítrofes ya lo han hecho obligatoria.

La portavoz del Consell, Mónica Oltra, comparece por primera vez antes los medios de comunicación tras el pleno del Gobierno valenciano con mascarilla, pero defiende que la Generalitat no ve necesaria su implantación.

Al día siguiente, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, anuncia su obligatoriedad, a excepción de las playas.

Con el tiempo, estas situaciones se han ido repitiendo. Las decisiones, explican desde Presidencia, las toma Salud Pública en base a criterios técnicos y al parecer, no informan a los miembros del Consell.

Al frente de este Departamento está Ofelia Gimeno, es la directora general y es una persona propuesta por Compromís. Paradójicamente, siempre ha tenido por delante a su subordinada, la subdirectora general de Epidemiología, Hermelinda Vanaclocha, no solo es la que ha comparecido antes los medios, sino también la que estampa su firma en el DOGV.

Más allá de la falta de lógica de este modo de operar, desde el entorno de Oltra ponen el acento en la manera en la que se está trabajando tanto desde la Conselleria de Sanidad como desde Presidencia. Oltra ha protestado rebelándose contra las medidas impuestas sin que ella tuviera voz y es más, sin que se le informase de actuaciones tan relevantes como la instalación de los hospitales campaña.