Naturaleza

Trincheras, túneles y viaductos, así es la Vía Verde de los Ojos Negros

Andando o pedaleando, esta ruta junto a las antiguas vías del ferrocarril, une Segorbe con Teruel

Imagen de uno de los tramos de la vía verde de los Ojos Negros
Imagen de uno de los tramos de la vía verde de los Ojos NegrosLa RazónTurismo CV

Tras este año y medio de pandemia, y los confinamientos obligatorios a los que hemos estado sometidos por motivos sanitarios, muchos de nosotros necesitamos más que nunca el contacto con la naturaleza y con el aire libre. Para ello, un muy buena opción es el ecoturismo, un estilo de turismo alternativo diferente al turismo tradicional. En todas las actividades y propuestas que abarca el ecoturismo prima la sostenibilidad, la preservación y el respeto al medio natural que acoge y la sensibilización de los visitantes.

El ecoturismo es el viaje a un área natural para conocerla, interpretarla, disfrutarla y recorrerla, al tiempo que se aprecia y contribuye de forma práctica a su conservación, sin generar impactos sobre el medio y repercutiendo positivamente en la población local.

Desde Turismo de la Comunitat Valenciana se ofrecen múltiples alternativas para disfrutar de este tipo de turismo sostenible. Por ejemplo, observar el cielo limpio y estrellado desde un observatorio en la Serranía de Valencia, descubrir la belleza de las orquídeas silvestres que pueblan la montaña alicantina, aprender a interpretar las diferentes formaciones geológicas que moldean nuestro paisaje, o disfrutar de un alojamiento totalmente sostenible y ubicado en el interior de un parque natural.

Una de estas opciones es la Vía Verde de los Ojos negros. Esta ruta de 160 kilómetros comprende las provincias de Valencia, Castellón y Teruel. Se trata de la vía verde más larga de España. Dada su gran longitud, se ha dividido en dos tramos diferentes para que la pueda recorrer todo el mundo.

Esta vía verde nació gracias a la recuperación de antiguos trazados ferroviarios que unían Sagunto con las minas de Ojos Negros. Esto permite que sea universalmente accesible y segura, porque por este recorrido no pasa ningún vehículo.

Esos dos tramos que existen de la vía verde de Ojos Negros se dividen en 92 kilómetros por tierras de Teruel hasta la localidad de Santa Eulalia y 70 kilómetros que forma el tramo de Castellón y Valencia en dirección perpendicular al Mediterráneo y en busca de tierras aragonesas.

En estos 162 kilómetros se puede contemplar un entorno natural y rural lleno de historia con trincheras, túneles y viaductos.

El valle del río Palancia es el marco donde se desarrolla esta etapa sobre el ferrocarril minero de Sierra Menera. Desde el altiplano de Barracas al pie de la Sierra de Javalambre, la Vía Verde de Ojos Negros desciende hasta las preciosas huertas valencianas a orillas del Mediterráneo.

Para realizar esta ruta tienes que ir mínimamente preparado para que puedas recorrerla sin ningún problema. Además, no hace falta que la hagas a pie, también puedes coger tu bicicleta y recorrerla junto a toda tu familia. La dureza de la etapa dependerá del sentido en el que la recorras. Por ejemplo, en dirección Teruel-Valencia, el camino es cuesta abajo, por lo que es más sencillo. Si lo haces a la inversa, acumula más de 1400 metros de desnivel.

Recorrer esta maravillosa vía verde es todo un lujo. Camina, disfruta y siente la naturaleza que te rodea en cada momento.

Ferrocarril minero

El ferrocarril minero de Sierra Menera comenzó a funcionar el 27 de julio de 1907 transportando el hierro de los ricos filones situados en las minas de Ojos Negros (Teruel) hacia el puerto de Sagunto. Estos yacimientos se hallaban a tan sólo 15 km del ferrocarril de vía ancha explotado por la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón.

Foto: Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid (COMPAÑÍA MINERA DE SIERRA MENERA, S.A.).
Foto: Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid (COMPAÑÍA MINERA DE SIERRA MENERA, S.A.).La RazónLa Razón

A pesar de la corta distancia, dadas las altas tarifas que imponía «El Central», la empresa minera se planteó la construcción de un ferrocarril propio desde las minas hasta un embarcadero en la costa. La desmesura fue tal que se tendió un ferrocarril de 205 km de longitud, de vía estrecha, casi en su totalidad paralelo a las vías del FC Central de Aragón.

Concebido únicamente para el transporte de mineral, su vida estuvo siempre condicionada por el nivel de actividad de su cuenca minera y la demanda. El aumento de la producción fue constante, pero muy especialmente desde la puesta en marcha de la planta siderúrgica de Sagunto de Altos Hornos del Mediterráneo, en los años 70 del pasado siglo.

Con ello la demanda de transporte creció de tal forma que la empresa minera comprobó que su ferrocarril se quedaba pequeño y que estaba siendo un auténtico cuello de botella que estrangulaba las posibilidades de expansión de mina y siderurgia. Por ello comenzaron los contactos con Renfe para traspasar el transporte de hierro por la otra vía.

En 1972 se clausura el ferrocarril, aprovechando Renfe los dos tramos extremos del ferrocarril de Sierra Menera, para el tráfico de sus trenes de vía ancha. Poco después se levantaron las vías, y su material móvil aún válido fue reutilizado por otros ferrocarriles de vía estrecha. En 2002 empezó su recuperación como vía verde gracias a la implicación de muchas administraciones habiéndose concluido el último tramo hasta Albalat del Tarongers en 2020. Proyectos ya en marcha desde hace tiempo prometen ampliar el recorrido hasta Sagunto, Puerto de Sagunto y de ahí su conexión con la ciudad de Valencia.