Explosión de contagios
Avalancha de contagios: ¿Qué está pasando en los colegios de la Comunidad Valenciana?
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, defiende que los cribados masivos están desaconsejados
Hasta el 22 de diciembre cuando se detectaba un positivo de covid en las aulas de Infantil y Primaria se confinaba diez días a toda la clase y se realizaban PCR a todo el grupo. Con el año nuevo el Ministerio de Sanidad realizó nuevas recomendaciones a las autonomías y la Comunitat Valenciana las aceptó.
A partir del 10 de enero de este año, cuando se confirma un contagio en un aula ni cesa la actividad escolar ni se practican pruebas diagnósticas. Los alumnos que no presenten síntomas compatibles con coronavirus (tos, fiebre, mocos, malestar general) continuarán su actividad académica normal. Incluso aquellos que no tienen obligación de llevar mascarilla, es decir, hasta primero tercero de Infantil.
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha defendido esta tarde en una comparecencia en Les Corts, el cambio de protocolo para garantizar la presencialidad en las clases. Ha sido ella la que abordado esta cuestión. “¿Qué está pasando en los colegios?” y ha defendido que en “ninguno de los escenarios se recomienda en este momento realizar cribados masivos a no ser que de forma excepcional así lo indiquen las autoridades de salud pública”.
Solo en el supuesto de que se considere que hay una transmisión no controlada, los servicios se realizará una evaluación de riesgo para analizar la necesidad de escalar las medidas, valorando en última instancia el cierre temporal del centro educativo.
Por tanto, solo se harán test de antígenos aquellos que vayan presentando síntomas y los PCR quedan reservados para los alumnos inmunosupresivos, que también dejarán de ir al colegio por precaución.
Con esta nueva estrategia, la Generalitat valenciana quiere garantizar el aprendizaje, pero “también el desarrollo emocional y la tan necesaria socialización de la población escolar”. Además, ha admitido que las cuarentenas generan un problema de conciliación y pueden poner en peligro a “cuidadores vulnerables”, o lo que es lo mismo, los abuelos de los niños, puesto que el hecho de que un niño dé positivo en covid no da derecho al padre o a la madre a solicitar una baja laboral para cuidarlo.
Además, ha insistido en que los centros educativos presentan unas tasas de contagio secundario muy inferiores al resto de ámbitos de interacción, y que la transmisión en las aulas muy limitada. Así mismo, ha recordado que la población infantil tiene mucho menor riesgo de padecer formas graves de covid- 19. En concreto, el análisis epidemiológico en la población menor de 12 años de edad durante la quinta ola pandémica muestra que aproximadamente el 99,5 de los casos diagnosticados presentaron un cuadro leve y que alrededor del 50 por ciento es asintomático.
Barceló ha remarcado que los niños han dado un ejemplo a toda la sociedad de cómo deben cumplirse las normas y han aceptado confinamientos y restricciones.
Sobre la vacunación infantil, ha recordado que en diciembre se inició la primera fase de la vacunación de los menores de entre 9 y 12 años con la vacuna pediátrica de Pfizer, que culminó con la inmunización de 107.713 alumnos, el 70% del grupo diana.
Este proceso se retomó el pasado jueves en los colegios para administrar la dosis a los menores de 5 a 8 años y todos aquellos de 9 a 11 años que no pudieron vacunarse en la fase anterior. Desde entonces se han administrado 58.801 dosis, por lo que, en total, ya son 166.514 los menores vacunados.
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