Sanidad

La Conselleria de Sanidad solo creará siete plazas nuevas para médicos UCI, “tendremos más precariedad que antes de la pandemia”

Los intensivistas advierten de que los índices de ocupación de estas camas son superiores al 80 por ciento casi de forma constante

La séptima ola de coronavirus deja 9 fallecidos en cuatro días y 8.346 nuevos contagios
La séptima ola de coronavirus deja 9 fallecidos en cuatro días y 8.346 nuevos contagiosJuan Carlos CárdenasAgencia EFE

Siete plazas nuevas para intensivistas. Esto es lo que la Conselleria de Sanidad ha reservado para los médicos de las UCI dentro del plan anunciado ayer por Ana Barceló y que consolidará 6.000 plazas en el sistema sanitario público valenciano en dos fases. En la primera, en la que salen 5.040 y que se abrirá el 20 de abril, los intensivistas se han quedado con un número inferior al que habían solicitado. “No entendemos la escasez de recursos humanos que se asigna a Medicina Intensiva donde se sigue exigiendo el mismo esfuerzo y calidad en la asistencia con un aumento de las cargas de trabajo para los facultativos que queden tras el cese de los ‘contratos covid’ ”.

La Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (Sovamicyuc), ha escrito una carta a la Conselleria para alertar de las consecuencias que esta decisión tendrá en la atención a los pacientes. “Los Servicios de Medicina Intensiva van a quedar en una situación de mayor precariedad que previo a la pandemia, cuando definitivamente ya era notoria la falta de facultativos, así como de recursos estructurales”.

La reclamación está suscrita por la Junta de esta asociación y ha recibido el respaldo de todos los jefes de servicio de la Comunitat Valenciana.

Explican que los índices de ocupación son superiores al 80 por ciento casi de forma constante, la ratio de facultativos (de uno por cada dos pacientes), la asistencia continuada (24 horas 7 días a la semana) o la cartera de servicios con UCI extendida, entre otros motivos, “justifican y avalan la necesidad de optimizar de una forma real las plantillas de los servicios de medicina interna”.

Advierten también de que aunque estos servicios dejen de estar en el punto de mira de la opinión pública porque la pandemia esté dando una tregua, es necesario reivindicar una adecuación de las plantillas, que “en ningún caso deberían mermar, por el bien de todos esos pacientes que siguen siendo atendidos por los Médicos Intensivistas” y defienden que “merecen la mejor atención que esta Conselleria les pueda proporcionar, y eso no es posible sin un número mínimo aceptable de facultativos”.

Cerrar camas

La decisión de dotar de siete plazas a la UCI de la Comunidad Valenciana se enmarcada dentro de la estrategia que la Conselleria de Sanidad ha adoptado para este momento en la que la covid ya no obliga a tener tantas camas para cuidados intensivos. Se apuesta por los hospitales de referencia para dar este servicio y se vuelve a dejar bajo mínimos a los comarcales.

En el documento “Medidas organizativas de asistencia sanitaria en respuesta a la covid”, con fecha de 25 de marzo, la Conselleria de Sanidad indica que las camas adicionales para pacientes críticos creadas en espacios como quirófanos o en las Unidades de Cirugías sin Ingreso (UCSI) se irán cerrando.

“Cuando el hospital no disponga de camas de críticos libres, tras la ampliación recogida en su plan de contingencia, se buscará cama en otro centro a través del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU)”. Se recuerda que en esta situación “rige un sistema de distrito único para derivación de pacientes coordinado por el CICU, que será el encargado de determinar el hospital de destino”. Es decir, que se le enviará allá donde haya espacio para él dentro de todo el ámbito de la Comunitat Valenciana.

En el caso de los pacientes “en código ictus, código infarto y urgencias no demorables”, serán derivados a otro centro público o privado “una vez completado el tratamiento del proceso agudo” para la continuidad del tratamiento a otro centro público o privado determinado por el CICU.

El ejemplo de Gandia

Como ejemplo, sirve el caso de la hospital Francesc de Borja Gandia. Con la covid se crearon siete contratos extra y ahora no se les ha asignado ninguna (se solicitaron cuatro). En estos momentos tienen 13 camas UCI más cinco de “intermedios” que, tras la supresión de los “contratos covid” tendrán que atender con seis personas. La realidad es que se eliminarán nueve camas.

Si Sanidad no corrige esta asignación de plazas, en este centro se quedarán seis médicos intensivistas, es decir la mitad de la plantilla actual. Desde este departamento, afirman que significa “volver a la prehistoria” y que se está poniendo en peligro la atención sanitaria. Los estándares de calidad han cambiado y las UCI tienen unas necesidades más altas que antes de la pandemia. El servicio ha mejorado, es más dinámico y se ha ampliado la cartera de servicios.

Además, sobre la opción de que se produzcan traslados a otros hospitales, ha asegurado que no siempre es viable porque en estas unidades ingresan personas en estado grave.