Opinión

Alicante, una tierra hostil para Ximo Puig

Los empresarios afean a la Generalitat valenciana la falta de atención hacia la provincia

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, tras entregar los Diplomas de Honor
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, tras entregar los Diplomas de HonorLa RazónLa Razón

Alicante es la quinta provincia que más aporta al Estado y la que menos inversión destinan los Presupuestos Generales del Estado de 2023. Lamentablemente no es nada nuevo. Al contrario, ha sido la gota que ha colmado el vaso en un momento, además, de gran incertidumbre económica.

«Alicante no va bien», le dijo el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos Baño, al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante la Noche de la Economía Alicantina celebrada el jueves. Fue el estribillo de un durísimo discurso contra «todos los Gobiernos», pero que tuvo que tragarse el socialista. Media hora de parlamento en el que aportó datos a esta afirmación para negar cualquier análisis que pueda llevar al optimismo.

«En el año 2000, a comienzos de siglo, nuestro nivel de renta era el 88 por ciento de la renta media en España. Hoy, 22 años después, el nivel de renta de Alicante es del 76 por ciento de la media del país. Esto es, 12 puntos menos».

Y mientras Baño repetía su estribillo, a mí me venía a la cabeza otro, el de la mítica canción de «Los Ronaldos», «no hay manera»...

Alicante se ha mantenido como el bastión del PP en tiempos complicadísimos para el partido. Y solo desde ella pueden recuperar la Comunitat. ¿O alguien puede creer que sea una casualidad que el candidato a la Presidencia de la Generalitat sea precisamente el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón?

Mazón juega en casa, y el equipo visitante es el de Puig. Los gestos, los saludos, las miradas, dicen mucho. Solo se pueden apreciar desde la butaca que mira al escenario. Las críticas de Baño hicieron resoplar a los socialistas, mientras que el auditorio las aplaudía.

Por su reacción se puede concluir que los esfuerzos de Puig por mirar hacia la provincia no han sido suficientes. Ni la sede de la Conselleria de Innovación y Universidades, ni las gestiones realizadas para recuperar la Ciudad de la Luz, ni las ayudas para que los hoteles no pierdan dinero con el Imserso... Alicante sigue siendo una tierra hostilpara Puig y solo las elecciones dirán si, como dice la canción, si puede (sobre)vivir sin ella.