
Agricultura
Alicante, el recorte del trasvase Tajo-Segura llega con los almendros asfixiados por la sequía
En 14 años, las hectáreas en la provincia han pasado de 20.413 a 14.658 hectáreas

Que el campo, y por tanto, los cultivos de Alicante se asfixia por la sequía no es noticia; sí lo es la pérdida de hectáreas de almendros que, en los últimos 14 años, ha registrado la provincia, pasando de 20.413 a 14.658 hectáreas; algo que, según la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante, Asaja, aboca el cultivo a su desaparición. Se trata de un cultivo tradicional en la provincia, con las almendras se produce el turrón de Xixona, para el que Asaja pide una plan de rescate a la Generalitat Valenciana.
De hecho, Asaja pide a la Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca que repongan “de manera urgente” todos los almendros que han sucumbido ante la falta de lluvia. Demanda, en concreto, una línea de ayudas económicas para que los agricultores primero arranquen y luego replanten los almendros. “Muchos árboles se han quedado totalmente improductivos por la sequía y necesitan por tanto que la administración autonómica actúe cuanto antes”, según el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu.
No hay que olvidar que 2024 se caracterizó, según la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, por ser un año con un déficit de lluvias del 56%, siendo por tanto el más árido desde que existen registros de la propia agencia.
Con este panorama, las nuevas normas de explotación del trasvase Tajo-Segura han caído como un jarro de agua fría entre los agricultores de la provincia. El propio Andreu considera que “supondrán una reducción de un 40% del agua que pasa de una cuenca a otra hasta el año 2027 por lo son una condena de muerte para el regadío”.
“Estamos totalmente en contra de esas nuevas normas de explotación porque aboca a los agricultores y empresarios a una situación de crisis, dado que, si se reduce el agua para el regadío, lógicamente tendremos que cultivar menos; a ello se une que Alicante, Murcia y Almería somos la despensa de Europa en invierno, por lo que, si hay menos agua, habrá menos producción de hortalizas y frutas, y menos exportación a otros países”.
Andreu es especialmente crítico con las indicaciones que plantean elevar hasta los 1.600 hectómetros cúbicos las reservas de los pantanos de Entrepeñas y Buendía para declararlos en nivel 1, mientras que en la actualidad ese umbral se sitúa en los 1.300 hectómetros cúbicos. Una vez declarado ese nivel, según las normas del propio trasvase, es cuando se trasvasa agua de una cuenca a otra. “Al elevar hasta los 1.600 hectómetros cúbicos la reserva necesaria, hacen inviable el trasvase, porque estadísticamente ese volumen de agua es imposible que se almacene”, ha dicho.
Andreu añade que “se trata de una reducción catastrófica que ha tomado el Gobierno y que en la provincia de Alicante afecta a los cultivos de Muchamiel, la zona del bajo Vinalopó y toda la Vega Baja”.
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