Economía

El azulejo de Castellón cierra 2023 con una caída del 16 al 20 % en las ventas y del 12 % en empleo

El sector reclama ayudas urgentes al Gobierno central y a la Unión Europea

El presidente de la patronal azulejera de Castellón, Vicente Nomdedeu
El presidente de la patronal azulejera de Castellón, Vicente NomdedeuAgencia EFE

El sector azulejero prevé cerrar 2023 con una caída en las ventas entre el 16 y el 20%, una pérdida de empleo del 12% y una caída del 20% de la producción y reclama ayudas urgentes al Gobierno y la Unión Europea ante amenazas como el aumento de la cuota de mercado de la India.

Así lo ha explicado en un encuentro con los medios de comunicación el presidente de la patronal azulejera Ascer, Vicente Nomdedeu, quien ha asegurado que la capacidad competitiva del sector en los últimos años se ha visto mermada por la crisis del coronavirus, las guerras, los problemas en el Canal de Suez y la crisis de demanda en todos los países menos en España.

En este 2023, ha indicado, las ventas y el empleo han caído, así como la producción, que en los últimos dos años va "con caída libre" y se estima una disminución desde 2021 del 20 %, "rondando los 400 millones de metros cuadrados". En 2021 se produjeron 580 millones de metros cuadrados.

En cuanto a la cuota de mercado, ha explicado el presidente de la patronal, se mantiene en casi todos, pero España mejora y copa el 25 %. Por su parte Europa representa el 50 %; EEUU un 12 % y un 20 % entre Oriente medio y lejano Oriente.

Los competidores, ha señalado Nomdedeu, "siguen siendo los mismos, con caídas todos, en Francia, Alemania, Reino Unido y Bélgica", aunque "crece un poco Italia".

Con este escenario el año 2024 se prevé complicado por lo que el sector reclama ayudas a la Unión y Europea. Para Nomdedeu, "la política de la UE es la de no ayudar a la industria y la del Gobierno también".

En este contexto el sector se marca cuatro objetivos para seguir siendo competitivo que pasan en primer lugar por reivindicar sus necesidades en Europa.

El presidente ha explicado que es necesario "aliarse con los países del clúster europeo para ser competitivo y hacer frente a todos esos países que no han dejado de comernos mercado y cada día comen más".

En segundo lugar el sector aboga por "hacer ver al consumidor que no podemos predicar una cosa y hacer otra", es decir, "que hay que mentalizar que unos cumplen con el medio ambiente, los derechos laborales y las normas de la Organización Mundial del Comercio y otros no".

Las ayudas son otro de los puntos, y en este sentido Nomdedeu ha dicho que van a recibir 70 millones de ayudas, mientras que Italia tendrán más de 600". Por ello, "seguiremos pidiendo lo que creemos que debemos" tanto en ayudas como en la reclamación de que haya un plan de industrialización.

En cuanto al reto de la descarbonización, Miguel Nicolás, vicepresidente de la patronal, ha asegurado que se perfila como uno de los principales escollos ya que hay factores como el precio de la energía y las regulaciones de la UE que les restan competitividad.

Para que el sector cumpliera con los objetivos de reducción de emisiones a través del hidrógeno verde o la electrificación, ha señalado Nicolás, los costes serían de entre 56.000 y 81.000 millones. Los productos quedarían, con este sobrecoste, "totalmente fuera de mercado".

En cuanto a los competidores de fuera de la UE, Ismael García, también vicepresidente, ha señalado que las medidas "antidumping" impuestas a China expiraron en noviembre de 2022 y ahora se está a la espera de que se renueven por 5 años más.

India y Turquía, también con medidas "antidumping" aplicadas, son los otros dos países que amenazan el sector español. Mientras Turquía sí ha reducido sus ventas, "India no, y se ha revelado como una amenaza real porque no se está logrando frenar la entrada de producto".

Nomdedeu ha manifestado: "el miedo a la India es por lo que será capaz de hacer", ya que puede vender en Europa pero no cumple la normativa medioambiental, laboral y de calidad de la UE.