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Historia

Cuando la primera Constitución Española fue abolida, recién nacida, en Valencia en 1814

Fernando VII estaba en la ciudad, a la que llegó desde el exilio, y derogó «La Pepa» en el Palacio de Cervelló

Cuando la primera Constitución Española fue abolida, recién nacida, en Valencia en 1814 LA RAZÓN

La primera Constitución que tuvo España, promulgada en 1812 en Cádiz, que contó con la activa participación en su debate y redacción con el escritor, pensador, filósofo, teólogo y sacerdote setabense Joaquín Lorenzo Villanueva, fue abolida en Valencia, ciudad por donde entró procedente de su exilio, por el rey Fernando VII, en el Palacio de Cervelló, donde estaba alojado, el 4 de mayo de 1814.

La Constitución había sido promulgada por las Cortes de Cádiz el 19 de marzo de 1812, motivo por el cual popularmente era conocida por La Pepa. El texto constitucional introducía como gran novedad que la soberanía nacional residía en las Cortes y no en el poder absoluto del monarca. Estableció la división de poderes del Estado, todos ellos hasta entonces concentrados en el Rey.

Dimanante de la nueva situación constitucional y del trabajo de los valencianos en dichas Cortes, sobre todo de Joaquín Lorenzo Villanueva, se fijaron cuatro provincias en el Reyno de Valencia, las tres actuales aún vigentes y la de Xàtiva, cada una de ellas regidas por sus correspondientes diputaciones.

El Estado continuaba siendo monárquico, pero atemperado y controlado por las Cortes, integradas solo por diputados, sin Senado, siendo la duración de las legislaturas de dos años. Garantizaba libertades, la propiedad privada, el principio de legalidad, la justicia, la inviolabilidad del domicilio,la libertad de prensa, la educación básica y, por influencia de los clérigos diputados, entre ellos Villanueva, se primaba la religión católica que seguía siendo considerada como la única del Estado. Fueron abolidos los señoríos feudales con sus jurisdicciones y poderes y el Tribunal de la Inquisición.

Joaquín Lorenzo Villanueva, el gran artífice de dicha Constitución, fue un estudiante precoz, a los 19 años era ya doctor en Teología. Enseñó Filosofía en el Seminario de Orihuela, pasando luego a Madrid, donde le apoyó Juan Bautista Muñoz Ferrandis, de Museros, cosmógrafo real. En Madrid ingresó en la Real Academia de la Lengua, en la Real Academia de la Historia y fu consultor del Santo Oficio. Aquí le sorprendió el 2 de mayo de 1808, el alzamiento del pueblo contra la invasión napoleónica de España, interviniendo en la defensa de Madrid, hechos que le llevaron a cambiar de su ideología monárquica absolutista por la liberal, iniciando una vida política muy activa en esta nueva línea. En las Cortes luchó para que desapareciera del mapa el Tribunal de la Inquisición. Por su ciudad natal hizo que se le restituyera el nombre histórico a Xàtiva, la que convirtió en capital de provincia, gobernación y Obispado, aunque por poco tiempo en 1814.

Por su activismo liberal, Villanueva fue encarcelado por los absolutistas. En otro vaivén político fue liberado y marchó a Cuenca en cuya catedral poseía una canonjía. Designado diputado a Cortes por Valencia consiguió que en 1821 de nuevo la Seu de Xàtiva fuera de nuevo catedral y la ciudad capital de provincia.

En 1822, en período liberal, fue nombrado embajador de España ante la Santa Sede, pero el Papa no le dio el placet y le prohibió entrar en Roma dada su deriva liberal. En reciprocidad el gobierno español expulsó al Nuncio. En 1823, Fernando VII volvió a la senda absolutista y arrumbó con todo lo hecho por los liberales. Joaquín Villanueva decidió exiliarse, embarcando en Gibraltar destino a Londres, pasando luego a vivir a Dublín. En su exilio, se dedicó a una de las tareas que más le ocupó en vida, escribir.

Otro hecho histórico ocurrido en el Palacio de Cervelló, en 1840, cuando la esposa de Fernando VII y regente del reino, María Cristina de Borbón dos Sicilias, abdicó de la regencia entregando el gobierno al general Baldomero Espartero, a quien nombró primer ministro del Reino, mediante una carta que firmó en dicho Palacio. La regente partiría hacia el exilio dejando a su hija Isabel, la futura Reina, bajo la tutoría de Espartero. Posteriormente, el efímero rey italiano Amadeo de Saboya ocuparía el palacio entre el 3 y el 7 de septiembre de 1871.