El Gobierno valenciano revisará leyes «abusivas» para el comercio

Cada supermercado español tiene que cumplir unas 3.000 normas -entre europeas, autonómicas y municipales- y asumir un coste regulatorio que, en plena crisis inflacionista, no hace sino empeorar la situación del sector de la distribución alimentaria. Así lo explicó ayer el director de la Asociación de Empresas de Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo, quien presentó el estudio sobre la situación del sector en la Comunitat Valenciana, junto al director general de la Asociación de Supermercados en la Comunitat Valenciana (Asucova), Pedro Reig.

Reig explicó que en grandes ciudades, como Valencia, el coste regulatorio es aun mayor. En cuanto a los impuestos, indicó que hay algunos tributos como el de tracción mecánica o el de grandes superficies, vinculados a la Ley del Cambio Climático, que «se tienen que revisar ya que no tienen una utilidad directa».

Añadió que «es un buen momento para poner en marcha o revisar el proyecto o anteproyecto de Ley de Comercio, que se quedó a las puertas del trámite parlamentario».

Por su parte, la directora general de Comercio, Artesanía y Consumo, Maribel Sáez, se mostró de acuerdo con Reig en cuanto al exceso de carga tributaria y aseguró que «vamos a revisar las nuevas leyes, medidas medioambientales abusivas que nadie pidió y medidas totalmemte burocráticas que nadie pidió». Además, se mostró satisfecha de que las tres principales cadenas de distribución alimentaria en España sean valencianas y aseguró que su compromiso es «ayudar al sector».

Crecimiento estable

El informe presentado -que se centra en la evolución de la distribución organizada- contabiliza más de 330 nuevas tiendas en la Comunitat Valenciana en el periodo comprendido entre los años 2020-2022 y primer semestre de 2023, con un ritmo de aperturas muy estable a lo largo de estos años. La proyección en función de los datos del primer semestre de 2023, con 36 aperturas, podría indicar que el año cerrará algo por debajo en cuanto a inauguraciones de tiendas, aunque el segundo semestre suele ser positivo en este sentido.

Por su parte, la superficie media por apertura este año se eleva por encima de los 780 m2. Según el informe, la superficie comercial experimenta crecimientos ligeros, pero continuados -2,83 en 2021; 0,86 en 2022; y 0,50 por ciento en 2023-. Desde 2020, la superficie comercial ha subido 72 metros cuadrados de media.

Además, es muy destacable la apuesta por la renovación de las tiendas. Desde 2020 hasta mediados de 2023, el 29,2 por ciento de la red comercial valenciana ha sido modernizada, ya sea gracias a las nuevas aperturas o reformas de tiendas existentes. Si extendemos el análisis a los últimos cinco años el porcentaje de renovación de la red sube al 50,3 por ciento, superando en 5 puntos la media nacional que se fijó en el 45,5 por ciento en el mismo periodo.

El 97,6 por ciento de los valencianos tiene un supermercado en su municipio, un porcentaje que sitúa a la Comunitat Valenciana por encima de la media nacional, de un 96,7 por ciento en alcance poblacional de estos establecimientos. En esta autonomía, que cuenta con comercios de este tipo en 323 localidades, la densidad comercial supera también la media española, con 354 metros cuadrados por cada 1.000 habitantes y con una tienda por cada 2.233 habitantes.

En este territorio se ha mantenido el número de aperturas de estas tiendas aunque destacan las ciudades de hasta 25.000 habitantes y de más de 100.000, con un 38,6 por ciento y con un 29,7 por ciento de nuevos establecimientos, respectivamente.

El director general de Asucova, Pedro Reig, señaló que estos datos apuntan que «la distribución alimentaria es uno de los motores económicos de la Comunitat Valenciana, no solo por su dinamismo en lo referente a la inversión y al empleo sino también por su alta capilaridad».