Economía
Inversiones y subvenciones, las grandes damnificadas de una posible prórroga de los Presupuestos valencianos
Si finalmente los diputados de Vox en Les Corts no apoyan la Ley del PP, en 2025 tendrán que seguir las cuentas de este año
Mientras el Gobierno valenciano ha iniciado ya el proceso habitual para elaborar los Presupuestos autonómicos del próximo año, en el centro de la actualidad se sitúa la posibilidad de que estos no sean aprobados en Les Corts si los 13 diputados de Vox deciden finalmente votar en contra de sus antiguos socios de Gobierno, algo que ya han amenazado con hacer si el PP negocia la Ley de Inmigración con el Gobierno central.
Desde el Consell ya han explicado que, de manera responsable, la elaboración de las cuentas de 2025 debe seguir su curso normal, y recuerdan que es responsabilidad de todos los diputados que la Comunitat cuente con unos nuevos Presupuestos para 2025.
Más allá de las elucubraciones parlamentarias, la cuestión es, ¿cuáles son las consecuencias de que se produzca una prórroga presupuestaria? Tal y como explica el decano del Colegio de Economistas de Valencia, Juan José Enríquez, la consecuencia más inmediata de que no haya Ley de Presupuestos es que tampoco hay una Ley de Medidas Fiscales, más conocida como Ley de Acompañamiento. Se trata de una especie de «cajón de sastre» en la que el Gobierno modifica todo tipo de leyes, pero muy especialmente las de carácter fiscal. En caso de no poder hacerlo, se vería mermada la capacidad del Consell de llevar a cabo su política fiscal a corto plazo y, por lo tanto, su capacidad para generar nuevos ingresos o de crear ventajas fiscales. No obstante, pueden modificarse vía decreto ley durante el periodo de sesiones, pero ello ya supone un alargamiento de los plazos.
La segunda mayor consecuencia y casi se podría decir que más importante que la anterior, es que se bloquean las nuevas inversiones -especialmente las de gran calado- así como las nuevas subvenciones y líneas de ayuda. «No se pueden llevar a cabo grandes inversiones, en general no se pueden realizar grandes cambios, ni en el capítulo de gastos ni en el de ingresos, por lo que el Consell pierde capacidad para aplicar sus políticas», asegura el decano.
Enríquez explica que, afortunadamente, las modificaciones presupuestarias permiten hoy en día ir realizando cambios a lo largo del ejercicio, pero lógicamente de manera más contenida que si se cuenta con un presupuesto que poder ejecutar.
En el caso de los presupuestos valencianos, el capítulo de las subvenciones corrientes y de capital representan prácticamente el 25 por ciento del presupuesto, por lo que la prórroga presupuestaria implicaría el bloqueo de una cuarta parte de las cuentas. Una ventaja de la continuidad de las cuentas es que, puesto que el Consell pierde capacidad de gasto, ante la imposibilidad de asumir nuevos compromisos, previsiblemente se rebajaría el déficit autonómico.
Desde el punto de vista más político, se da la circunstancia de que si se prorrogan las cuentas, en 2025 la Comunitat contaría con unos Presupuestos que fueron aprobados por PP y Vox, una formación que ya no está en el Consell.
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