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Toros

Laura Parejo, la joven ganadera que reina en los "bous al carrer" por toda la Comunitat Valenciana

A sus 34 años, lleva ya varios al cargo de las 300 reses bravas que ha heredado de su padre, Miguel Parejo, del que todavía aprende lo que es llevar un negocio "sacrificado"

Laura Parejo, de verde, montada encima del camión en Turís David Soler CrespoLa Razón

Son las 06:15 y Laura Parejo acaba de llegar a Turís conduciendo su camión desde Cabanes en Castellón, unas dos horas de trayecto. "He dormido media hora", sonríe, con cara de cansancio. "Este es un trabajo de 24 horas", suspira. Anoche se acostaba pasadas las 03:00 de la mañana tras pasar todo el día con sus reses en El Toro en Castellón, donde volverá esa tarde, y al día siguiente irá a Ayora y Betxí.

A bordo del camión en Turís están Morico, Floriste y Farruquino, tres toros que ha llevado al concurso del «bou en corda». El primero es negro azabache, el segundo parece un dálmata y el tercero es un marrón chocolate. Su idea es que los dos primeros compitan, pero Morico sufrió un percance en su tobillo la última vez que salió y no podrá acabar, así que tendrá que recurrir a Farruquino en un par de horas.

Laura Parejo es una "rara avis" en el mundo de los bous al carrer": a sus 34 años, dirige la ganadería que todavía lleva el nombre de su padre, Miguel Parejo, quien en 1982 decidió fundarla siguiendo el ejemplo de ganaderos de su padre. Unos días antes del confinamiento por la pandemia, a su padre le pilló un toro y estuvo días hospitalizado. Laura tenía 30 años, era peluquera y aunque le gustaba el mundo del toro, no había pensado en heredar la ganadería hasta entonces. "Es bastante sacrificado", admite. "Cuando me decidí tuve que hacerme cargo de todo. Lo primero fue puse sacarme el carné de camión", dice.

Laura Parejo junto con su padre, Miguel Parejo, cuyo nombre todavía tiene la ganaderíaLa Razón

"Chicas no hay muchas, no", admite. "Ahora, nunca me he sentido fuera de lugar ni me han tratado mal", aclara, y asegura que le llena de orgullo que le vean como un referente, aunque dice que no es "mejor que nadie".

"El otro día una niña dijo la chica lleva el camión. A lo mejor vas a pueblos y las niñas se hacen fotos contigo y jolín, me parece que es una forma bonita, que sepan que una mujer puede hacer también este trabajo", afirma.

Un negocio complicado

Ahora, en temporada alta, llevan tres camiones y alquilan un cuarto para llegar a todos los festejos. En su ganadería cuentan con 300 reses bravas, 240 vacas y 60 toros. Estos segundos además de las entradas de vacas o la suelta de vaquillas en plazas de pueblos, salen en el "bou en corda", que es casi una religión en muchos pueblos del interior de Valencia como Chiva, Picassent o Turís. "Desde mitad de julio hasta principios de septiembre no paras", asegura.

Justo antes de comenzar a recorrerse todos los pueblos de la Comunitat Valenciana, el pasado 7 de julio, Laura Parejo dejó de lado el campo para asistir a una jornada donde la Generalitat valenciana quiso mostrar su apoyo a los jóvenes agricultores y ganaderos menores de 40 años con ayudas de hasta 29 millones de euros.

En general su experiencia no ha sido del todo buena en el pasado con políticos: "Muchas veces tendrían que estar más con nosotros porque desde una oficina no puedes solucionar nada", esgrime la ganadera, que eso sí asegura que "se nota" el apoyo del sector público comparado con la anterior administración autonómica. "Me llevo bien con Miguel Barrachina, el conseller de Agricultura y Ganadería, es un gran defensor del toro", asegura.

Laura Parejo agradece que los "bous al carrer" hayan vuelto a la televisión pública autonómica À Punt: "Sí, claro, me parece importante que en la Comunitat Valenciana que es un digamos una comunidad de ganaderos autóctonos, qué mejor que que mostrar la visión de del ganadero", esgrime.

El confinamiento del Covid puso contra las cuerdas a un sector, el de los bous al carrers" que vive de los festejos taurinos. "Todavía no sé cómo aguantamos", asegura Parejo. "A mí me cuesta mantener a un animal una media de 3,50 euros al día", asegura la ganadera. Unos 1.000 euros diarios.

Laura Parejo, con una de sus 300 reses en CabanesLa Razón

Fuentes del Ayuntamiento de Turís aseguran que ese es el precio por un toro de "bou en corda", pero no todos los días tiene este tipo de festejos y no todos los ayuntamientos pagan igual. "En invierno paramos un poco, este año pararemos a principio de noviembre", explica.

Lo peor es la falta de acuerdo de un sector que no fija unas tarifas estándar a partir de las cuales poder negociar. "Tú puedes acordar un precio con alguna ganadería, vas a un ayuntamiento y luego van por detrás y lo ofrecen más barato", critica Parejo, que asegura que "ha desistido" y en lugares donde ha dicho que no por el precio, le han acabado llamando este año sin poner pegas. "Al final lo barato sale caro".

Ahora Laura Parejo no para, pero en un futuro sabe que tiene relevo. Su hijo Sergio, de 13 años, le dice que quiere seguir sus pasos y ser ganadero, pero ella le contesta siempre igual: "Tú estudia, y luego ya veremos", ríe.