Eonomía

El sector del calzado en Alicante paga 250.000 euros de más por exportar calzado a EE UU

Es el segundo mercado en consumo los zapatos de la Comunidad, después de la UE

Imagen de la jornada "Aranceles en el punto de mira", organizada hoy en Alicante por la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, CEV
Imagen de la jornada "Aranceles en el punto de mira", organizada hoy en Alicante por la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, CEV La Razón

La política arancelaria de EE UU pone en apuros al sector del calzado de la provincia de Alicante y de Comunidad Valenciana; las cifras son elocuentes y, de hecho, una semana con el nuevo impuesto del 10% ha supuesto a las empresas que exportan zapatos a ese país un desembolso de 250.000 euros, según los datos facilitados hoy por el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado, Avecal, Vicente Pastor.

“Ese extra -en alusión a los 250.000 euros- van a parar a las arcas norteamericanas”, ha agregado para añadir que finalmente "todo lo que sube lo paga el consumidor". Según Pastor, el exportador asume el pago del arancel mientras que el importador repercute en el precio final del producto el coste de la distribución y la puesta en el lineal -en las estanterías de los puntos de venta.

Así las cosas, el consumo interno de zapatos de la Comunidad Valenciana en EE UU podría descender, a causa del aumento del precio de los mismos; algo que, a su vez, podría afectar a largo plazo a las exportaciones.

En la provincia de Alicante está el clúster de empresas productoras de calzado de la Comunidad Valenciana; para ser exactos en la comarca del Vinalopó, -Elche, Elda y Villena- que aglutina 400 marcas, si bien, la patronal del calzado autonómica representa también a alguna de Valencia y alguna de la Vall d’Uixò (Castellón).

Segundo mercado tras la UE

Tras insistir en que “la imposición de aranceles es un golpe para la industria del calzado, muy orientada a la exportación”, Pastor ha destacado que “en estos momentos de tensión comercial, es fundamental que la Unión Europea mantenga una posición unida y un diálogo constructivo con EE UU”. “Esta situación vuelve a poner el foco en la necesidad de tener un marco regulatorio que no menoscabe la competitividad de nuestro sector industrial. Actuar con serenidad es clave para proteger nuestros intereses, ya que EE UU es el primer destino extracomunitario de nuestras exportaciones de calzado”.

Pastor ha dibujado el escenario al que se enfrenta el sector del calzado al participar en Alicante en la jornada organizada por la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, CEV, titulada “Aranceles en el punto de mira. ¿Cómo afectan a la economía local?”.

Además del calzado, la agricultura y el sector del metal también son sectores de la provincia de Alicante que sufren negativamente los efectos de los aranceles impuestos por el presidente de EE UU, Donald Trump.

En la jornada también ha participado la secretaria general de Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante, Fempa, Rosa María Sánchez, quien ha subrayado que la respuesta europea debe ir más allá de las declaraciones.

“Frente a las medidas proteccionistas, la UE debe reforzar su política comercial y apoyar con medidas reales a las empresas afectadas”. Entre las propuestas: incentivos fiscales, apoyo a la innovación, reducción de costes energéticos y refuerzo de los acuerdos comerciales con terceros países.

Vino y aceite de oliva

El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, ha puesto el foco en el impacto sobre el sector agroalimentario, destacando casos como el vino, el aceite de oliva o los frutos secos. “Los aranceles amenazan la proyección internacional de los vinos alicantinos justo cuando atravesaban una fase de expansión en EE UU.”, ha afirmado. Respecto al aceite de oliva, aunque no sea un mercado estratégico para la provincia, la pérdida de cuota repercutiría directamente en los cultivos locales.

Andreu se ha muestreo muy crítico por la falta de reciprocidad europea en la protección de cultivos como la almendra. “No tiene sentido que durante la campaña del turrón entren almendras californianas sin aranceles. Estamos ante una oportunidad para que la industria turronera apueste por la almendra local como símbolo de calidad y compromiso con nuestro territorio”, ha concluido.

Además, señala “que cuando vienen ataques externos es cuando se ven las deficiencias que tenemos en Europa, que debería apostar definitivamente por el sector primario cómo estratégico para garantizar la soberanía alimentaria”.

La situación de los ajos

El gerente de la empresa productora de ajos, Set Imperio, Francisco Mira, ha puesto el acento en las dificultades estructurales a las que se enfrentan las empresas europeas en el contexto actual. “Competir con países como China o India no solo es complicado por una cuestión de precios, sino por las diferencias en los costes laborales, que condicionan de forma decisiva la competitividad”, ha comentado.

“Mientras que en esos países los costes de personal son sensiblemente más bajos, aquí asumimos cargas mucho mayores que impactan en el precio final del producto. Si a eso le sumamos la imposición de nuevos aranceles, estamos ante una tormenta perfecta que dificulta aún más nuestra posición en los mercados internacionales, ha agregado.

Al inicio de la mesa de debate, el presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez, ha recordado que “Estados Unidos es el cuarto destino mundial de nuestras exportaciones y el primero fuera de la UE, por lo que cualquier restricción comercial nos afecta especialmente”. Solo en 2024, la Comunidad Valenciana exportó bienes a EE UU por valor de 2.850 millones de euros. En el caso de Alicante, los sectores más expuestos son el calzado, la confección y el agroalimentario, siendo este último el que más volumen de exportación registró en el último año.

La jornada se ha clausurado con la intervención del alcalde de Alicante, Luis Barcala, quien ha emplazado a la Unión Europea a participar activamente en la “guerra arancelaria” que se libra actualmente en el escenario mundial “con una estrategia propia que defienda los intereses de los europeos y su potencial económico importantísimo como mercado”.