Entrevista
«El ser humano es muy listo, pero vive muy lejos del instinto»
"El olor del miedo" es la cuarta novela de Manuel Ríos San Martín, un thriller que transcurre en Bioparc Valencia
¿Recuerdan ustedes las míticas series ‘Médico de Familia’ o ‘Compañeros’? Estas producciones no solamente mantuvieron en vilo durante años a millones de españoles, sino que supusieron el inicio de una nueva era en la televisión. Manuel Ríos San Martín (Madrid, 1964) se encuentra detrás de estas y otras muchas grandes historias de la televisión española, en las que ha trabajado como guionista o productor. Desde 2019 su pluma se ha volcado en otro sector, la novela, un ámbito en el que cambia de género y sorprende con intrigantes historias policíacas. «El olor del miedo» es su cuarta obra y sucede en el Bioparc, un motivo más para que los valencianos la leamos.
¿Cómo fue su paso de la televisión a la novela?
Sucedió de una manera natural. Empecé como guionista y me fue bien muy pronto, con series como Médico de Familia, Compañeros... y me dediqué al mundo de la televisión. Pero cuando llegó la crisis a la televisión, sobre el año 2010, pensé que debía ampliar mi trabajo, por si la crisis era permanente. Pensé que ya que lo mío es escribir, tenía que probar a escribir una novela. Así nació mi primera obra, «Círculos».
¿En cuál de los dos registros se siente más cómodo?
Las dos facetas me gustan mucho. La literatura tiene la ventaja de que puedes ser más tú, contar más lo que tú quieres, el sistema editorial te respeta mucho. Tu idea llega al papel con opiniones pero llega de manera fundamenta. La televisión también tiene su encanto pero es un trabajo mucho más en equipo. Aunque yo normalmente era el jefe de guion, que también hay mucho tuyo, tienes un equipo de guionistas, unos productores, una cadena... Es un proceso más coral, pero es muy divertido.
Hay un gran cambio de registro entre las series en las que ha trabajado y sus novelas, ¿a qué se debe?
En 2008/2009 hice mi primer trabajo policíaco en televisión, una serie sobre el atracador El Solitario, algo que me permitió conocer a muchos policías y me abrió puertas. Hice hecho cursos con policías, para poder explicar las investigaciones como realmente son. El policíaco me permite una cosa que me gusta, que es contar una historia con mucho ritmo, con un acertijo, pero meter de fondo otros temas.
¿Por qué eligió el tema de los animales?
Yo siempre he sido un apasionado de los animales, y de entender su comportamiento. Me he dado cuenta de que ahora el tema de los animales importa mucho, pero es un acercamiento emocional. La gente siente emociones con los animales, pero les falta un poco de conocimiento de cómo son de verdad. En la novela he intentado jugar con la pasión por los animales junto al conocimiento científico.
«El olor del miedo» transcurre en el Bioparc de Valencia, ¿por qué eligió esta ubicación?.
Vine a hacer promoción de mi anterior novela, «Donde haya tiniebla», y en una entrevista radiofónica, justo antes estaban entrevistando a la jefa de comunicación de Bioparc y a la salida le dije que me gustaría conocerlo. Y me dijo que fuera a verlo, y me encantó. Pero yo no lo vi como turista, lo vi desde dentro, conviviendo con ellos cuatros días, con los veterinarios, incluso pasé allí una noche. Me di cuenta de que era un buen lugar para situar una historia policíaca.
¿Las personas que aman a los animales son mejores?
Por un lado te diría que sí, pero luego me estoy encontrando con personas que quieren a los animales y odian al ser humano y tampoco es eso (bromea), hay seres humanos estupendos. El otro día me decía una amiga que tiene un perro desde hace poco tiempo, que lo que te saca de tu interior una mascota, no te lo saca nadie más. Descubres una parte de ti que no descubrirías sin mascota.
Dice que el ser humano es el animal más peligroso que existe...
Somos peligrosos porque somos muy listos, no tenemos otra especie que nos pare los pies. Como no tenemos a nadie que nos equilibre, tenemos que ser nosotros mismos. Ponemos leyes, pero luego hay que cumplirlas. El ser humano lo intenta, pero es muy difícil limitarse a sí mismo.
Sin embargo, no copiamos comportamientos muy sabios de los animales...
Sí, vivimos muy lejos del instinto. De hecho eso se nota en temas como la descendencia. Todos los seres vivos de una manera natural intentan dejar descendencia, sin embargo los humanos ahora nos lo replanteamos, hay gente que quiere tener hijos y gente que no, y todas las posturas son respetables y las aceptamos con naturalidad, pero si ves la historia desde hace 3800 millones de años que surgió la vida en la tierra, es la primera vez que una especie puede decidir no hacer caso de ese supuesto instinto.
En «El olor del miedo» habla del asesinato de una elefanta del Bioparc, y habla de los derechos de los animales, con la Ley de Bienestar animal hemos avanzando ¿no?
El concepto derecho no es aplicable a un animal porque el no sabe lo que es un derecho. Lo que tenemos que hacer son leyes que nos hagan respetar a los animales, pero tampoco podemos llegar al punto de «somos igual que los animales», podemos comernos a los animales, otra cosa es que vivan en las mejores condiciones. Está bien proteger a las especies, pero todo tiene un grado.
Dos de sus novelas están en proceso de convertirse en series de televisión, como profesional del medio, ¿cómo participa en esta transición?
Siempre pongo como condición participar yo en el proceso, porque además soy el más crítico conmigo mismo, y luego puedo decidir cambiar cosas de la novela en su paso a serie. Pero son procesos largos. No puedes escribir una novela pensando que será una serie de televisión.
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