Violencia machista

Valencia copiará el protocolo antiviolaciones que funcionó en el caso de Dani Alves

El protocolo "No callamos" es una concreción e institucionalización del "Pregunta por Ángela"

Los pinchazos tienen lugar en el interior de las discotecas
Los pinchazos tienen lugar en el interior de las discotecasGoogle

El Ayuntamiento de Valencia, a través de su concejalía de Igualdad, está preparando la adopción del protocolo que ya existe en los locales de ocio y discotecas de la ciudad de Barcelona para hacer frente al acoso sexual y a las agresiones de similar índole que se puedan producir en estos espacios.

La Encuesta de Violencia Machista de Cataluña, realizada en 2017, llegó a la conclusión de que más del 29 por ciento de los tocamientos sexuales violentos se produjeron en espacios de ocio.

Por ello, Barcelona ha desarrollado desde 2018 un protocolo de actuación que es conocido por todos los empresarios del ocio y también por sus trabajadores, y que ha posibilitado, por ejemplo, que en el caso de la presunta violación cometida por el futbolista Dani Alves a una chica de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona, la víctima fuera atendida y que se actuara con la suficiente rapidez y eficacia como para recabar un buen número de pruebas necesarias.

Dicho protocolo catalán que recibe el nombre de «No callamos» reserva para las personas responsables y trabajadoras de los locales de ocio nocturno un papel que consiste en detectar situaciones potencialmente peligrosas o incómodas y en atender a las víctimas, cuando se ha producido una agresión, para garantizar que estos espacios tengan un rol activo contra la violencia machista

Pretende que el sector empresarial actúe de manera conjunta y consensuada para establecer formas de actuación y prevención que sean efectivas y útiles para el sector con el fin de aumentar la calidad de los servicios que ofrecen. El protocolo también incide en que muchas de las agresiones y abusos sexuales que recoge son delitos tipificados en el Código Penal y que, por lo tanto, se requiere una actuación responsable por parte de los agentes empresariales del ocio nocturno.

Dicho protocolo, que en Valencia está ya siendo estudiado de cerca por el grupo Gama de la Policía Local especializado en maltrato y violencia sexual, da las pautas de actuación en los casos de agresión sexual, así como la tipificación de las mismas y hace mucho hincapié en que es más importante y prioritario atender a la víctima que perseguir el delito.

El protocolo también establece la obligación de que haya una persona responsable del mismo siempre en el local, y que será requerida desde el primer momento para que dirija la situación. La víctima será trasladada si lo requiere a un sitio tranquilo, sin victimizarla, y se atenderá a sus circunstancias personales, nunca se le dejará sola y se avisará a los servicios sanitarios y a la Policía.

También da pautas de actuación si la víctima se encuentra bajo la influencia de drogas o alcohol o ha sido sometida con sumisión química.

Hasta ahora, lo que viene funcionando en ciertos locales de Valencia y de la Comunitat es el protocolo "Pregunta por Ángela", un código internacional consistente en que la víctima de una situación de acoso o agresión puede acercarse a la barra del local y preguntar por Ángela, algo que a priori no debe levantar sospechas en el agresor. A partir de ese momento, y siempre que el personal del local esté formado en este sistema de alerta, se despliega una actuación protocolarizada en la que los servicios de seguridad del local separarán de forma discreta a la víctima de su agresor, le ofrecerán asesoramiento en un lugar tranquilo y si es necesario detendrán al agresor para entregarlo a la Policía.

El nuevo protocolo que se espera que en breve implante el Ayuntamiento de Valencia recoge y adapta mucha de las pautas del "Pregunta por Ángela" y las une a las del protocolo barcelonés para hacer de las discotecas y locales de ocio, entornos seguros frente al acoso y las agresiones sexuales.